La Cepit y el Instituto 166 ofrecen una Tecnicatura en Programación para satisfacer las demandas del sector
La Cámara de Empresas del Polo Informático de Tandil decidió ampliar la oferta educativa en materia tecnológica con el objetivo de formar recursos humanos para un área que se halla en franco crecimiento. La alternativa de formación superior gratuita se propone brindar un perfil profesional integral y fomentar la idea de que las técnicas de programación son accesibles para todas las personas.
La Cámara de Empresas del Polo Informático de Tandil (Cepit) lanzó una nueva oferta educativa destinada a satisfacer las demandas del sector. Se trata de la Tecnicatura Superior en Análisis, Desarrollo y Programación de Aplicaciones, que se comenzará a dictar en el ciclo lectivo 2019 en el Instituto Superior de Formación Docente 166 (Escuela Normal) de forma totalmente gratuita y cuya preinscripción online se encuentra abierta hasta el 11 de febrero.
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La tecnicatura, de tres años de duración, contempla la formación integral del profesional, que incluye contenidos de programación y de cultura general, matemática, lógica e inglés, y tiene una amplia salida laboral.
Diego Rodríguez, integrante de la Cepit, dialogó con El Eco de Tandil, y explicó que “desde la Cámara detectamos la necesidad de aumentar la oferta académica dado que la necesidad del sector es muy variada también en la parte de los requerimientos de gente capacitada”.
La única oferta que se encontraba disponible de nivel superior en la ciudad es la que proporciona la Universidad Nacional del Centro, con la carrera de Ingeniería en Sistemas y la Tudai (Tecnicatura Universitaria en Desarrollo de Aplicaciones Informáticas) una tecnicatura de nivel universitario en redes de programación, de gran nivel ambas, que producen conocimiento en la materia y capacitan recursos humanos aptos para enfrentar los desafíos de un mundo expuesto al constante desarrollo de nuevas tecnologías.
De acuerdo a lo expuesto por Rodríguez, la idea de contar con la tecnicatura en el nivel terciario nació a partir de la detección de un área de vacancia en cuanto a disponibilidad horaria y oportunidades educativas para los interesados en formarse en el ámbito tecnológico. En este sentido, la carrera se cursará en horario vespertino, de 18 a 22, para abrir la posibilidad de estudio a muchas personas que no pueden acercarse en los horarios que propone la universidad.
Perfil profesional integral
La carrera está pensada para perfilarse con un alto carácter técnico y una fuerte afinidad a las demandas de las empresas, para que los alumnos puedan trabajar durante su formación en proyectos concomitantes.
“Nos acercamos al Instituto 166 y propusimos esta nueva carrera, ya se encuentra dentro de los diseños curriculares de la Provincia de Buenos Aires y deja también una ventana abierta, con ciertas materias, a su adaptación institucional, lo cual nos permite que en esos espacios puedan volcarse proyectos de carácter profesional que se trabajan en el polo informático de Tandil”, relató el entrevistado.
Los EDI (Espacio de Definición Institucional) permiten que la institución aborde diversos contenidos, “en esos espacios hemos planeado abordar contenidos de trabajo en equipo, de proyectos, cómo gestionarlo, organizar el trabajo, captar requerimientos, tratar con el cliente, no es sólo programar, atiende otras aristas”. añadió.
La preinscripción online obligatoria está vigente hasta el 11 de febrero y a partir de esa fecha los anotados deberán concurrir a la sede de la Escuela Normal (Santamarina 851), donde funciona el establecimiento educativo superior, para completar la inscripción física. Posteriormente, se brindará un curso de nivelación y en abril, aproximadamente, comenzarán las cursadas.
Déficit de recursos humanos
Si bien el desarrollo de la industria del software y la tecnología es un nicho auspicioso que cada vez tiene mayor inserción e impacto en el mercado económico y laboral, con remuneraciones acordes y buenas condiciones de trabajo, es un área en la que se registran falencias a la hora de contar con personal especializado y capacitado para trabajar. El déficit de recursos humanos responde a diferentes factores que se conjugan para explicar el fenómeno.
Según el análisis efectuado por Rodríguez, uno de los puntos que influyen en la baja convocatoria que suelen tener las carreras tecnológicas con respecto a otras consideradas tradicionales (medicina, derecho, ciencias económicas), es que se trata de un campo de formación relativamente nuevo. “Si bien llevan varios años en las universidades, para el público en general son nuevas con respecto a las tradicionales, en el acervo cultural de la sociedad no están instaladas, son vistas como carreras más modernas”, apuntó.
El segundo factor es que estas carreras tienen una relación con la matemática y el álgebra que hace que muchas veces -por la forma de enseñanza de estas asignaturas en los colegios secundarios- los chicos se alejen de las ciencias exactas. “Es una problemática que nos excede e impacta a todas las ingenierías del país”, agregó.
Demoliendo prejuicios
Por otra parte, también existe una creencia popular muy arraigada que le adjudica a las carreras de este calibre una complejidad que no es tal, como si fuera un ámbito privativo de quienes son afines alas computadores o poseen un capital intelectual por encima de la media.
“Queremos desterrar este mito. Programar es una cuestión técnica como cualquier otra y es relativamente sencillo. Se han simplificado las técnicas y son de fácil acceso para cualquier persona. Muchos autodidactas desarrollan elementos en la parte electrónica y de programación de alto nivel. Este prurito que la gente maneja, que se trata de cosas difíciles, que es complejo, en realidad está al alcance de muchas personas”, aseguró el especialista.
En pos de desmitificar ciertos prejuicios, es que desde la Cepit se han encargado de realizar charlas en los colegios secundarios con el objetivo de contarles a los adolescentes cómo se trabaja en el área de informática, lo que genera sorpresas varias entre los receptores, que muchas veces asocian el desarrollo tecnológico con avances producidos en otros países, cuando la realidad indica que muchos de ellos se producen, inclusive, desde Tandil.
“Muchos piensan que la tecnología no se hace acá, como si fuera algo importado y la realidad es que muchas de las características tecnológicas son desarrolladas desde Tandil. Esto nos posiciona en un buen lugar”, defendió.
“Nuestra intención de que la gente se acerque a estas técnicas, en países como Japón, u otros países asiáticos y europeos, los niños realizan tareas de programación en la primaria y en los primeros años de secundaria. Desarrollan un pensamiento lógico y estructurado requerido para estas profesiones desde edades tempranas, sin necesidad de alta matemática, pero pueden desarrollar conocimientos y la técnica de la programación sin una preparación tan grande, eso nos muestra que es accesible para todo el mundo”, expuso.