La Defensoría del Pueblo local recibió más de medio centenar de reclamos y se afianza en la comunidad
La delegación de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires cumplió este sábado un mes desde el inicio formal de las actividades, que se concretó un día después de la inauguración que encabezó, el pasado 15 de agosto, el intendente Miguel Lunghi y el titular de la repartición, Guido Lorenzino.
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En un primer acercamiento, la oficina ubicada en Roca 192 mantiene un ritmo de trabajo constante y ya recepcionó más de medio centenar de reclamos ciudadanos de los más diversos, desde pequeñas situaciones de fácil resolución hasta temas más complejos.
En ese marco, las perspectivas de la nueva estructura apuntan a mantener un caudal mínimo permanente de expedientes, mientras que las posibilidades de expansión se ajuntarán a las propias características de la ciudad y el número de habitantes.
El delegado a cargo, Alcides Fortunato, repasó ante El Eco de Tandil los reclamos más recurrentes de los ciudadanos y se refirió a una dinámica de trabajo “bastante intensa” que llevan adelante junto al equipo integrado por una abogada y un administrativo, que recogen las inquietudes, orientan y canalizan el reclamo.
En principio consideró que en estas semanas de funcionamiento la dependencia logró instalarse en la comunidad, en función de la demanda que reciben a diario, con consultas y reclamos que acercan los vecinos en otra instancia para la solución de un problema.
El objetivo
del espacio
El objetivo del espacio apunta a brindar información, orientar, contener, asesorar e incluso promover eventuales acciones judiciales, previo tratamiento a nivel central. En definitiva, los vecinos se acercan con problemáticas frente al accionar del Estado o cuando ven afectado algún derecho constitucional.
Frente a ese escenario, la delegación busca descomprimir el conflicto de una manera inmediata para agilizar la solución. “Cuando una situación lo supera, se busca una vía rápida, expeditiva, para ver en los hechos dónde está el problema y ver si lo podemos resolver desde acá o alcanzar instancias superiores”, repasó.
Esa modalidad lo llevó a contactarse y recorrer organismos del Estado para alcanzar una respuesta inmediata y evitar ingresar en la trama de procedimientos burocráticos que dilaten la salida al planteo.
Desde la Defensoría del Pueblo, a nivel institucional, se busca “no detenerse en los procedimientos sino poder ir directamente a averiguar qué sucede, acceder a expedientes, pedir informes a cualquier repartición pública”, reseñó.
De todos modos se confecciona un expediente que dejará constancia de las actuaciones labradas, independientemente de la complejidad que presente cada caso.
El abogado sugirió a los ciudadanos acercarse a efectuar su descargo una vez agotada la queja en el organismo correspondiente para acelerar el proceso, a la vez que destacó el trabajo complementario de otros organismos vinculados a la atención de demandas de vecinos como la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) o el Centro de Mediación.
Una de las pautas de la Defensoría del Pueblo establece la necesidad de orientar al vecino “porque a veces se acerca sin saber adónde debe ir” ya que “la magnitud de la estructura del Estado frente al individuo a veces lleva a que se abandone la lucha antes de empezarla”.
Abanico de temas
Al referirse a la tipología de reclamos más recurrentes, Fortunato los englobó en aquellos que refieren a inconvenientes con infraestructura urbana, desde el estado de las calles o rutas a las complicaciones durante los días de lluvias; demoras en la provisión de insumos médicos a pacientes de obras sociales estatales (IOMA, Pami, entre otras); planteos de ciudadanos extranjeros que buscan regularizar su situación en el país (por vía de nacionalización o radicación); pedidos de prestaciones por invalidez; o por fallas en los servicios públicos o privados (internet, televisión por cable, etc.).
La misión de la Defensoría del Pueblo es ubicarse en una posición de “no neutralidad” frente a un planteo, sino que la premisa es “escuchar al ciudadano, contenerlo” y a partir de allí evaluar una posible acción. “Somos una entidad de medios, de herramientas para el logro de una solución, no de resultados”, resaltó el delegado.
No obstante el abanico de temas que atiende resulta amplio y plantea un desafío frente a la modalidad de respuesta.
Relevamiento en
comedores escolares
En sintonía con otras de las líneas de acción que lleva adelante la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, la delegación local cumplió con un relevamiento en establecimientos educativos de la ciudad en cuanto al funcionamiento del Servicio Alimentario Escolar (SAE).
La demanda bajó desde la oficina central, en La Plata, que recogerá los resultados del seguimiento y, en función de los datos reunidos en toda la provincia, solicitará al gobierno de María Eugenia Vidal alguna acción.
Los puntos a considerar, volcados en una planilla, apuntaron a obtener precisiones en cuanto a la recepción de los alimentos, la calidad de los productos, la variedad del menú, entre otros.
Un trabajo complementario
con una oficina municipal
En otro pasaje de la entrevista con este Diario, Alcides Fortunato abordó el debate en torno a la creación de una Defensoría del Pueblo en un ámbito municipal en función del trabajo que lleva adelante la Comisión de Derechos Humanos, Garantías y Seguridad del Concejo Deliberante.
Desde su perspectiva, consideró que, en caso de avanzar con la propuesta legislativa, la estructura podría complementarse y trabajar en conjunto con la delegación provincial, en otra alternativa para atender inquietudes de tandilenses.
“Será bienvenido todo lo que sea crear canales para que el ciudadano esté mejor”, sostuvo el delegado.
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