La Dirección de Género recibe apenas un 0,34 por ciento del presupuesto para funcionar
Con una partida de 14.373.551 de pesos, el área cuenta con magros fondos para atender las demandas de las mujeres y disidencias sexuales en torno a diferentes problemáticas. La Mesa Intersectorial contra la Violencia Intrafamiliar y de Género volvió a exponer la necesidad de trabajar en red con el Estado para prevenir situaciones de violencia.
El femicidio de la joven Valentina Gallina, la chica cuya madre fue asesinada diez años atrás y que el último sábado fue ultimada a golpes por su pareja en Olavarría puso en la agenda, una vez más, la carencia de políticas públicas preventivas con perspectiva de género y la escasez presupuestaria para afrontar estas tareas.
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En Tandil, el presupuesto 2020 asignó 14.373.551 pesos a la Dirección de Políticas de Género y Diversidad Sexual a cargo de la exconcejal Matilde Vide -que funciona en la órbita de la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat-, situándose dentro de los más acotados de la amplia cartera gubernamental que conforman el tejido municipal.
En porcentaje, representa apenas el 0,34 por ciento del total de fondos dispuesto para el año en curso. Para dimensionarlo, el Centro de Monitoreo recibe 90 millones de pesos -el 2,15 por ciento- para mantener las cámaras de videovigilancia y el apoyo económico a la Policía Bonaerense, por ejemplo, es de casi 16 millones de pesos.
Desde otro punto de vista, podría pensarse que si la proyección de población femenina en el partido para este año es de 71.374 mujeres, el Estado municipal destina 200 pesos por mujer para erradicar la violencia de género. Según un relevamiento, en Tandil la Comisaría de la Mujer recibe cerca de 200 denuncias mensuales en su sede y es sólo la punta de un iceberg del entramado de violencias.
La violencia como destino
Yanina Venier, referente de Casa Violeta y titular de la Mesa Intersectorial contra la Violencia Intrafamiliar y de Género, expresó lo difícil que es trabajar en la visibilización de situaciones de violencia y acompañar a las víctimas para que retomen su vida tras atravesar este tipo de coyunturas.
“Tiene que haber un trabajo en conjunto en red, Estado y organizaciones, con políticas que se encuadren y tengan logros para revertir esta historia que parece ser un destino. Queremos el antidestino; que la violencia no sea el único camino”, sentenció.
Uno de los cuestionamientos más contundentes de los movimientos feministas locales es que el Municipio llega tarde a las situaciones de violencia e interviene cuando el hecho ya se consumó, sin contemplar estrategias de prevención y acompañamiento que habiliten espacios de diálogo para trabajar con las mujeres, las disidencias y los varones.
Desde su óptica, señaló que la Dirección de Políticas de Género de Tandil contempla una línea de trabajo asistencialista y restringida, que no ha logrado desprenderse y trabajar en la prevención y en articulación con otras direcciones municipales e instituciones.
Presupuesto magro
La atención brindada hasta el momento se reduce a otorgar ayudas económicas personales, subsidios de alquiler, entrega de alimentos y el sostenimiento de grupos de contención, además de los salarios del personal que allí se desempeña. La falta de recursos limita las acciones que puedan llevarse adelante para poner en pie determinadas políticas y articular con los procesos que ya existen en la comunidad.
“La asignación presupuestaria es la más baja, decrece en importancia y no se jerarquiza esta problemática. Nos reunimos con la nueva directora, que tiene una mirada que se plantea distinta, pero con esta partida es imposible que pueda hacer algo diferente si no es ajustando aún más lo poco que se hace”, describió.
“Es necesario que el Estado actúe para modificar las relaciones sociales”, concluyó.
Un área limitada
La Mesa Interinstitucional expuso ante la Comisión de Derechos Humanos, Garantías y Género del cuerpo deliberativo la necesidad de incrementar la partida asignada, pero no fue posible modificar la suma pese a los argumentos esgrimidos desde el espacio.
En un informe elaborado por Venier como coordinadora de la Mesa y que fue presentado en el Concejo, se indica que el presupuesto 2019 destinó 9.590.920 de pesos a la dirección y al menos hasta septiembre se encontraba subejecutado en 7.146.115 de pesos. La información final del período 2019 recién estará disponible en mayo próximo.
En 2018 se ejecutaron fondos por 7.197.071 de pesos y en 2019 casi lo mismo, lo que indica -atendiendo la inflación- que se hizo menos con la misma cantidad de dinero. “Todo aumentó pero las ayudas no, porque se manejó el mismo flujo de dinero con una población demandante cada vez mayor”, evaluó.
De acuerdo al informe, en la ciudad, a lo largo del año 2019, se recibieron entre 150 y 200 llamadas al 101, tanto referidas a la activación del botón antipánico como a situaciones de violencia familiar y de género. Por otro lado, se registran alrededor de 150 y 200 denuncias mensuales en la Comisaría de la Mujer. De estas denuncias, se puede estimar que un número importante asiste a la Defensoría en busca de asesoramiento legal en cuestiones de familia. En el análisis, se tomó como variable que un 20 por ciento de las mujeres que hacen denuncias cuenta con información que les permite acercarse a la Dirección de Políticas de Género.
El trabajo puntualiza que de ese universo de denunciantes, se puede inferir que 20 mujeres al mes se acercan a la dirección -que se suman a las que asisten con anterioridad-, para solicitar ayuda social. Si 240 mujeres al año se acercan a pedir algún tipo de acompañamiento económico, habitacional, alimentario, psicológico hasta que se encuentren en condiciones de construir un proyecto sustentable de vida, con un monto de 4.795.460 de pesos -la mitad de la partida total- asignado a un número (menor al real) de 240 mujeres (y población LGBTI, así como familiares a cargo), se puede lograr, apenas, una ayuda económica por tres meses de 5 mil pesos para alquiler y una ayuda económica de 3 mil pesos por única vez, lo que refleja el ahogo presupuestario del área.