La Escuela de Cerámica transforma las escaleras de Villa Italia y une a la comunidad con el arte
En la Semana de las Artes, colocaron la mitad de los azulejos. Participaron estudiantes, artistas, instituciones y muchos vecinos que se animaron a dejar sus huellas en el cruce de Vigil y Quintana. Las escaleras con los colores de Argentina e Italia se convertirán en un atractivo de la barriada.
Con gran participación de instituciones y de la comunidad de Villa Italia, la Escuela de Cerámica realizó el viernes la última jornada de la colocación de azulejos en las Escalinatas de Vigil, en el marco de la Semana de las Artes. La semana venidera continuará con el trabajo en Villa Italia para terminar la obra que transformará ese punto de encuentro de los vecinos.
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Organizadas por turnos, las alumnas de la cátedra Cerámica IV, de la carrera del profesorado en artes visuales con orientación en cerámica, junto a las profesoras Nora Lía Mendivil y Nancy Salle y la ayudante Camila Arispe, vivieron intensas jornadas de trabajo, en compañía de escuelas de la ciudad y habitantes de la populosa barriada.
Entre mates, tortas y bizcochos, los estudiantes prepararon mezcla en el balde de albañil, se ensuciaron con la cuchara y la llana, para colocar buena parte de los 2 mil azulejos en los frentines de los escalones, que suman 21 en las dos escaleras sobre la mano derecha de Quintana y otros 25 en las dos ubicadas sobre la izquierda.
El viernes quedaron listas dos escaleras, una de cada lado de la arteria principal del barrio, mientras aguardan que el Municipio realice la carpeta para poder pegar las piezas en las dos restantes. Por ese motivo, la semana venidera las futuras ceramistas seguirán con la intervención en el lugar.
El proceso
En la previa, las integrantes de la cátedra Cerámica IV ordenaron los azulejos, los numeraron y rotularon, para luego presentarlos en los frentes de los escalones. Vistos allí, realizaron algunos cambios para lograr una mejor estética.
A la derecha de Quintana, las dos escaleras se revisten con la Bandera Argentina, es decir, siete escalos celestes, otros siete blanco y otra tanda de celeste. Sobre la izquierda, la insignia de Italia, con una porción verde, dos blancas y una roja.
Una vez que terminen de pegar todas las piezas, tomarán las juntas con pastina y emprolijarán los espacios que resulten de la diferencia de tamaño de estos dos mil azulejos de autor.
Paso a paso
Jennifer Rojas, Leticia Bisso y Martina Berdini, alumnas de Cerámica IV, brindaron detalles sobre esta obra colectiva que ya es de toda la Escuela de Cerámica, pero también contó con aportes de exalumnos y exdocentes y de otras instituciones educativas de la ciudad. Las doce integrantes de la cursada coordinan trabajan en la colocación en turnos de cuatro horas, para alivianar la carga.
El trabajo sobre el terreno se demoró por la lluvia del lunes, pero el martes el primer grupo se largó a colocar las piezas, guiado por las etiquetas numeradas. “Empezamos a la tarde. En la escuela ya teníamos organizados todos los azulejos, los armamos en los escalones y después empezamos a pegar de a poco”, relató Jennifer Rojas.
Leticia Bisso detalló que, en la sede de la escuela, “se armó la composición primero y fuimos rotulando. Algunos cambios se hicieron una vez presentados, porque la perspectiva no es la misma, pero los traíamos rotulados por cajas por escalón para organizarnos más rápido”.
En cuanto al diseño, explicó que “lo que unifica son los colores” de la Bandera Argentina, con la gama de azules, celestes y blancos, y la de Italia con las tonalidades de verdes, rojos y blancos.
“También hicimos piezas con la flor nacional de Italia, que es la margarita, y con el ceibo que es la nuestra. Después se invitó a otras escuelas e instituciones, y los motivos eran muy personales. Lo que unifica, en realidad, es el color”, describió.
Luego de completar la colocación tendrán que hacer las juntas. “La idea original era usar pastina gris, pero como muchos quedaron muy separados, quizás optemos por cemento”, dijo Martina Berdini.
La diferencia de tamaño entre los azulejos da cuenta de la gran participación de artistas y estudiantes que aportaron sus piezas. Además, en la colocación intervinieron alumnos de quinto año de la especialidad cerámica de Polivalente junto a la docente Nancy Salles, la Secundaria 17, la Técnica 2, la Tecnicatura de Vidrio y la formación básica de la Escuela de Cerámica, la Escuela Municipal de Artes Visuales y de Artes y Oficios Ernesto Valor.
Una obra comunitaria
La barriada los recibió con entusiasmo, aunque algunos vecinos necesitarán tiempo para adaptarse a los cambios en la fisonomía de las tradicionales escalinatas que sirvieron para abrir Vigil y dar a paso a aquellos que querían cruzar Quintana. En la actualidad son muy utilizadas como centro de reunión de jóvenes, descanso para los adultos mayores y correteadas de los niños.
“Alguna gente grande fue más reticente al cambio, decían que quedaban mejor como estaban, pero la gran mayoría pasaba a hacer los mandados, traían tortas, calentaban el agua para el mate, y muchos vecinos también pegaron. Más que nada las señoras grandes, así que les sacamos fotos”, contó Leticia Bisso sobre la obra comunitaria.
El martes las visitó el intendente Miguel Lunghi, que estaba en una recorrida de campaña por Villa Italia. Aprovechó ese momento para pegar un azulejo, junto a otros integrantes del Gobierno.
Perspectiva de equipo
“Particularmente, trabajar en grupo me encanta. Me parece que te hace crecer un montón. Es complicado a veces, más aún al invitar a otras instituciones, pero fue muy rico. Todos vinieron con buena predisposición, entonces no se hizo complicado en ese sentido. Hay ciertas pautas y después nos vamos amoldando también a lo que va sucediendo”, expresó Leticia Bisso.
Por otra parte, Martina Berdini señaló que “el proyecto es espectacular. Lo trabajamos en poco tiempo, porque se presentó a la Municipalidad y hasta que se aprobó, que fue antes de las vacaciones de invierno, cuando nos dio el okey, en un mes, organizamos todos los azulejos con diferentes técnicas. Cada una de las alumnas tenía que cumplir con cien azulejos. Obviamente terminamos haciendo más, pero en un principio eran cien: cincuenta blancos cada una, 30 azules y 10 rojos y 10 verdes, pero fuimos sumando más trabajo”.
Por último, Jennifer Rojas expresó que “queremos agradecer a todas las instituciones que colaboraron con los azulejos” y agregó que donaron muchos los vecinos, incluso tuvieron que extraer algunos de los domicilios y se vieron en la urgencia de aprender técnicas que nunca antes habían utilizado.