La joven atacada por un pitbull se recupera de una cirugía pero teme por las secuelas
Lucila Romero fue intervenida ayer, en la Nueva Clínica Chacabuco. Le realizaron un raspaje porque la herida se le infectó. Ahora no tiene sensibilidad en el tobillo. El 6 de febrero pasado, cuando caminaba por pasaje Azopardo hacia 14 de Julio, un pitbull la mordió y le hicieron una sutura de cinco puntos. La madre de la víctima reclamó que el dueño se haga cargo de los gastos.
Ayer, en la Nueva Clínica Chacabuco, operaron a la joven de 24 años que el 6 de febrero pasado, minutos antes de las 21, fue mordida por un pitbull que estaba suelto en pasaje Azopardo entre San Lorenzo y 14 de Julio. La intervención se debió a que la herida se infectó y tuvieron que realizarle un raspaje. Ahora, Lucila Romero está preocupada por las secuelas que podrían quedarle en el tobillo.
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En comunicación con El Eco de Tandil, la madre de Lucila informó que “se presenta el cuadro bastante complejo porque le agarró infección y le tuvieron que abrir la herida, donde le habían cosido, le rasparon para sacarle toda la infección que quedó pegada y después recién le cerraron la herida”.
La intervención duró 1 hora y media y, en principio, el doctor Edilio Paoletta no le realizó un injerto, aunque lo evaluaba antes de abrir y evaluar la herida.
Nueve días después del ataque del perro, Lucila quedó internada y ayer ingresó al quirófano. Tras la cirugía, que resultó exitosa, la preocupación de la joven es que podrían quedarle secuelas en el tobillo, pues no tiene sensibilidad.
En cuanto al tratamiento, aún seguirá internada, con suero y antibióticos que deberá seguir tomando una vez que le den el alta, aunque aún no le confirmaron cuándo podría regresar a su hogar.
Sin novedades del dueño
En paralelo con el complejo cuadro de salud, Olga expresó que el dueño del perro “no se hizo cargo de nada, en ningún momento” e informó que “estuve en fiscalía, en el Juzgado Correccional 1, le han labrado un acta pero no lo encuentran nunca para que se presente”.
Por otra parte, reseñó que “fui a hablar con el Intendente, pero está de vacaciones y no me pudo atender. Me atendió el secretario. La verdad es que lo de mi hija es bastante delicado porque afrontó una cirugía”.
El caso
En vísperas a su cumpleaños número 24, Lucila Romero fue atacada por un perro que estaba suelto en pasaje Azopardo y San Lorenzo.
“Salí de mi casa 20.45 porque a las 21 entraba al gimnasio. Iba caminando por el pasaje Azopardo, vi una puerta abierta y que había un perro afuera, en la vereda. El perro me mi miró raro, y me dio miedo en ese momento. Bajé a la calle para no pasar por su lado, entonces se me acercó. Pensé que me iba a olfatear, nada más que eso. Salió el dueño y cuando lo llamó, me agarró de la pierna, en el tobillo”, le contó a El Eco de Tandil.
Describió que se asustó porque el can “me agarró de atrás. Pensé que me iba a olfatear y listo”.
Describió al pitbull como un ejemplar de tamaño mediano, joven y de pelaje marrón claro. Nunca antes lo había visto en el barrio, ni tenía referencias sobre su existencia, a pesar de que vive a unos cincuenta metros de donde ocurrió el ataque.
El dueño, que se encontraba en el lugar, tenía al pitbull suelto en el espacio público. “Eso es lo que más me molesta, porque el perro, de última, no tiene la culpa, pero el dueño es un inconsciente. Me agarró a mí, ¿pero si hubiera agarrado a un nene?”, cuestionó la víctima y afirmó que cuando intervino el propietario, el can la soltó enseguida.
Lucila explicó que a pesar de que la mordida fue breve, “igualmente, me desgarró todo adentro, porque en la radiografía se ve el desgarro”.