La solidaridad tandilense no se toma descanso en cuarentena
En reiteradas oportunidades los actos de solidaridad efectuados por los tandilenses son reflejados en los medios de comunicación no solo porque lo merecen sino también para que se repliquen.
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En esta ocasión, el protagonista fue José Durán, quien encontró una mochila tirada en la calle con una importante suma de dinero y no dudó en levantarla, guardarla y esperar un llamado para devolvérsela a su dueña.
Andrea, dueña del objeto perdido, dialogó con este medio y contó qué fue lo que ocurrió y cómo logró contactarse con Durán para poder recuperarlo.
El pasado jueves por la mañana cuando Andrea, efectiva de la Policía Local, se dirigía a su lugar de trabajo a bordo de su motocicleta, no notó que la soga con la que había atado la mochila se había salido y ésta se había caído.
Si bien reconoció que usualmente no lleva más que una campera por si hace frío, en esta oportunidad llevaba un morral con mucho dinero y documentación ya que se está por mudar y debía abonar el mes de depósito y hacer frente a otros gastos. “Era mucho dinero, además de documentación, y otras cosas. Hasta el celular tenía”, comentó.
Cuando arribó a su puesto, unos 30 minutos más tarde, la desesperación la invadió al notar que había perdido la carga. Inmediatamente se dirigió a la base local y llamó a su teléfono con la esperanza de que alguien contestara.
Para su sorpresa y tranquilidad, del otro lado de la línea estaba José: “Cuando me atendió, me volvió el alma al cuerpo. Encima me respondió enseguida, creo que estaba esperando que lo llamaran para devolverla”.
Confesó Andrea que sus esperanzas eran ínfimas ya que días atrás una colega suya había perdido el celular y “enseguida lo habían apagado”.
No obstante, en esta ocasión Durán estaba a la espera de que apareciera la dueña para entregarla: “Me atendió y me dijo que me esperaba afuera de su trabajo. Y cuando fui, ahí estaba”.
Por su gran gesto, la mujer intentó recompensarlo con una suma de dinero pero Durán insistió en que no lo aceptaría. Entonces, a modo de agradecimiento, Andrea le compró facturas.