La Unión de Colectividades tendrá su propio espacio de trabajo, cedido por la Municipalidad
En la vigésimo octava edición de la Fiesta de las Colectividades, el Intendente anunció que cederán a la institución la casa del Jardín de la Paz. Más de 25 banderas y stands llenaron de colores el Centro Cultural en representación de sus comunidades. Bailes, vestimentas y gastronomía típica de cada lugar con sus aromas envolvieron la inauguración del evento.
En medio de un ambiente de celebración comenzó ayer una nueva edición de la Tradicional Fiesta de las Colectividades en el Centro Cultural Universitario (CCU). En el mes del inmigrante, representantes de más de 25 comunidades se vistieron de gala con sus atuendos característicos, para compartir con la sociedad tandilense su cultura y tradición a través de sus artesanías, comidas y música.
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Encabezados por la bandera Argentina, las diferentes agrupaciones desfilaron con su insignia alrededor del salón hasta subir al escenario. “Desde que Tandil era un Fuerte, encontramos inmigrantes. Llegaron hasta en carretas, huyendo del hambre, buscaban trabajo y fueron dejando su marca en la ciudad”, repasaron los presentadores. Luego de cantar el Himno Nacional, las autoridades expresaron su agradecimiento y dieron la bienvenida al público.
La primera de las dos jornadas estuvo marcada por anuncios significativos para la organización que hace 30 años se desempeña en la ciudad con el fin de sostener las tradiciones de sus orígenes. La buena noticia llegó de la mano del intendente Miguel Angel Lunghi, quién acercó un acta acuerdo que firmaron las partes en ese mismo momento. El convenio de comodato determinó la cesión de la vivienda del Jardín de la Paz, ubicada por la diagonal Illia, para que la institución pueda constar con un espacio propio para desarrollar sus actividades diarias, trabajar y realizar exposiciones gastronómicas u otras exhibiciones.
“Es para que tengan un lugar permanente y puedan hacer sus fiestas, con sus trajes”, invitó. Por otro lado los comprometió a poner en el espacio verde plantas de sus orígenes, y aunar esfuerzos para reparar los aspectos de la casa que hagan falta. “Es una pequeña devolución por todos sus aportes hechos a Tandil”, sostuvo.
Barcos de valores y cultura
La presidenta de la entidad, Sonia Toncovich, fue la primera en tomar la palabra y dio la bienvenida a las autoridades y al público en general. En su discurso dio lugar a una reflexión con profunda mirada retrospectiva, que llegó hasta el principio del siglo XIX, recordando a cuando los padres bajaban de los barcos provenientes de Europa principalmente dejando atrás con dolor su tierra natal, buscando nuevas esperanzas y un futuro que no tendrían si se quedaban en su país.
Ya más adelante, hacia la mitad del siglo XX, contó que la ciudad comenzó a recibir a los “hermanos latinoamericanos”, que también emigraban en busca del progreso. “Algunos vinieron porque se enamoraron de algún argentino y decidieron quedarse”, agregó.
Remarcó a continuación los 30 años de trabajo de la institución, basados en el respeto, desde donde se han propuesto difundir la cultura heredada de los abuelos, con los valores muy presentes.
Además, mirando hacia el futuro, se refirió a los nuevos objetivos que en ese mismo acto comenzarían a concretarse con el otorgamiento que realizó el Municipio.
A continuación, el secretario General de la Universidad Nacional del Centro (Unicen), Guillermo Corres, destacó la importancia de la Unión de Colectividades, que al llegar a Argentina pusieron su esfuerzo para que este país se desarrollara. “Este grupo está dando el ejemplo de no grieta y de trabajo en común”, distinguió.
Por su parte Marcelo Couture, en representación de la Dirección Nacional de Pluralismo en Interculturalidad, mostró su agradecimiento hacia la comunidad por promover el respeto por la diversidad cultural y se puso a disposición para trabajar en conjunto en pos del crecimiento.
Casi sobre el final, Alejandro Rossi, de la Agencia de Planificación del ministerio de Interior de la Nación, hizo entrega de una notebook para la entidad en calidad de donación, y se refirió ellos como una institución con gran empuje y coraje.
Historias de evolución
La última voz antes de que comience el show, fue la del intendente local, Miguel Lunghi. El mandatario dijo que cada una de las Fiestas de las Colectividades lo lleva a recordar pequeñas historias y raíces, “con su música, trajes típicos y gastronomía”.
En su repaso, remarcó que los inmigrantes buscaban un camino mejor, algunos tratando de escapar a la guerra que estaba comenzando en Europa. “Ellos nos trajeron valores como el sacrificio, el esfuerzo, el trabajo, la unidad, el cuidado a la familia y fundamentalmente el afán de educación”, señaló.
En este sentido, compartió con el público que su abuelo fue zapatero y le recomendó a su padre que estudiara, y afortunadamente logró hacer la secundaria y hasta fue Intendente de esta ciudad por 30 meses. Esa insistencia fue transmitida, a su vez, a su hijo, el actual intendente. “Yo pude llegar a la Universidad estatal, recibirme de médico y así estas historias de evolución se repiten”, detalló. Añadió luego un cuestionamiento, planteando que hubo un tiempo en que Argentina había logrado estar en el quinto lugar en el mundo en educación, sin embargo ahora está rondando el puesto 100. “Algo nos pasó”, exclamó, advirtiendo que hay que trabajar para volver a lo anterior. “Ustedes hicieron una ciudad mucho mejor gracias a sus enseñanzas”, manifestó dirigiéndose a las comunidades presentes.
Tras dar la buena noticia de la casa y antes de la firma del acta acuerdo, enfatizó la participación de la Unión de Colectividades en el Acuerdo del Bicentenario, “porque los descendientes quieren seguir trabajando”.
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