Las nuevas retenciones al sector agroexportador generaron repercusiones en el ámbito local
Luego de que el ministro de Hacienda nacional hiciera público un nuevo cuadro de retenciones al sector agropecuario para reducir el déficit fiscal, los referentes de las entidades rurales y agrarias de Tandil expresaron sus puntos de vista sobre el tema, con diferentes consideraciones acerca de la problemática.
Angel Redolatti, presidente de la Sociedad Rural de Tandil, visitó el programa “Tandil despierta” para aclarar ciertos puntos concernientes a los cambios anunciados por el Gobierno nacional sobre el sistema de retenciones a los sectores agropecuario e industrial. Las medidas impuestas desde el Ejecutivo generarán una reconfiguración de las ganancias de los sistemas productivos, con el objetivo de reducir el déficit fiscal.
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“Si tomamos, por ejemplo, el trigo y el maíz, que no había ninguna retención, ahora tendrán el 10,5 por ciento de retenciones. Depende del valor del dólar, esa retención para productos primarios es de 4 pesos por dólar. La soja tenía hasta ayer el 25,5 por ciento de retenciones y cada mes iba bajando el 0,5 por ciento, así hasta llegar a diciembre de 2019 con el 18 por ciento. Esa rebaja va a sufrir el cambio y se le aplicarán los 4 pesos por dólar”, clarificó el hombre de la Sociedad Rural.
Las retenciones no están pensadas solamente para los productos del campo que se exportan, sino que también los productos manufacturados de exportación deberán pagar tres pesos por cada dólar de ganancia. Sin mediar autorización del Congreso de la Nación, porque las retenciones no son tratadas como los gravámenes impositivos, el Poder Ejecutivo Nacional reglamentó la elevación de las retenciones a todas las exportaciones, en los términos anticipados el lunes por el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, para, de esta manera, obtener los recursos claves para reducir el bache fiscal antes del pago de intereses de la deuda pública.
Consultado al respecto, Redolatti fue muy cauto y señaló que deberán esperar a ver en qué valor se estabiliza el dólar. “Nosotros, los productores, vivimos con retenciones desde el 83. Ahora el productor va a tener que rehacer sus números, porque tenemos dos dólares diferentes. Por un lado, uno que va a tener retenciones y va a ser menor. Venderemos el trigo a 40 pesos menos la retención que se aplique. Por otra parte, compramos los productos a un dólar alto. Vamos a comprar herbicidas a 40 pesos, por ejemplo. El productor agrícola tiene casi todos sus insumos dolarizados”, explicó.
El productor definió la situación actual como una “espera” y no quiso aventurar panoramas críticos. La siembra de trigo y cebada ya está en marcha, y fue realizada bajo otras condiciones, motivo por el cual deberán esperar la reacción de los mercados y el precio que se fije internacionalmente.
Los cambios en el discurso presidencial
Hace apenas unos meses, el presidente Mauricio Macri afirmó que no iba a tocar el sistema de retenciones para la producción agrícola ganadera -incluso efectuó declaraciones de ese tenor en su visita a la ciudad el pasado mes de junio-, circunstancia que cambió a partir de esta semana debido a la crisis económica y social que atraviesa el país.
“Se busca esto en un momento en el que país está en una situación difícil, los productores somos contrarios de las retenciones porque consideramos que es un impuesto distorsivo que no incentiva la producción, de ahí partimos. Pero somos conscientes de que alguna vez hay que poner ayuda en la situación como está. Aceptamos eso, con más ganas o menos, pero apoyamos, el sector agropecuario es el más dinámico”, refirió Redolatti.
Ante una pregunta de la conductora sobre si siempre se atacaba a la gallina de los huevos de oro, al obtener dinero de los dos sectores que más divisas producen en Argentina, la autoridad de la entidad rural respondió categóricamente que no estaba de acuerdo con eso. “Esta vez yo no lo llamaría atacar, es aplicar un impuesto que se extiende a otros sectores. Hoy lo que se busca es una ayuda, tanto del sector agropecuario como del sector industrial. El sector agroindustrial indica un ingreso de divisas del 60 por ciento de las que recauda el Estado, es muy importante”, resumió.
La volatilidad del dólar y las retenciones afectarán de manera directa al sistema de precios, incrementando el valor final de los productos que adquiere el consumidor. “Todo depende de los precios internos y el consumo. Aparte, el precio del combustible va a incidir en esto. Tenemos que contar con la cautela del último eslabón de la cadena, que es el comercio, que sepa discernir y ver cómo es la situación de los producto que les llegan y cómo quiere que salgan esos productos. También la gente tiene que ser cauta y mirar en distintos lugares porque seguramente va a haber diferencia de precios”, cerró el entrevistado.
Versiones encontradas
En otra vereda, Dardo Alonso, vicepresidente de la Federación Agraria filial Tandil, expuso una perspectiva diferente a la de su par de la Sociedad Rural. Consultado sobre el tema por El Eco de Tandil, Alonso manifestó que “es gravísimo. Están pidiendo plata prestada cuando tenés la posibilidad de decirles a los exportadores que liquiden divisas. Es increíble lo que ha hecho esta gente y nadie se hace cargo”.
El productor rural calificó como caótica la situación que viven el campo, las pymes, los pequeños comercios y los trabajadores, y acusó a la existencia de un estado “pantagruélico” al que hay que alimentar sin que genere ningún tipo de soluciones.
“No tenemos rentabilidad, ni financiamiento, hay una importación estúpida, no puede ser que se esté importando dulce de leche de Chile, cuando se puede hacer acá, eso también es déficit fiscal. No tienen capacidad ni sentido común”, señaló Alonso, sin dejar de lado que para él toda la situación tiene un costo político en todos los niveles.
Sobre las ganancias que ha percibido el sector agropecuario durante los últimos años y su colaboración ahora, en tiempos críticos, respondió con vehemencia que “eso es una presunción de gente que está errada. Están hablando de una cosecha récord del año que viene que recién está sembrada, de esa cosecha fina puede llegar a quedarle al gobierno 10 mil millones de dólares y se fueron 20 mil en estos seis meses nomás, hemos gastado dos cosechas del año que viene”.
El miembro de la Federación Agraria sostuvo que los altos costos que representan los gastos del ámbito agropecuario van en detrimento de una visión que afirma que siempre es el sector más favorecido y con mayores ganancias. “Tenés que sembrar a una tasa del 60 por ciento anual, ¿qué rentabilidad te queda? Ellos calculan las ganancias brutas, pero ¿y los gastos? ¿Y vivir, tributar y pagar las tarifas exorbitantes que estamos pagando? Esa apreciación no tiene que ver con la realidad del país”, aseveró.
“El tema social que se viene es increíble. No sé qué piensan cuando dejan importar alegremente cosas que se hacen en el país, tienen que proteger al mercado interno, a quienes pagan impuestos. No sé cómo se van a aplicar las medidas, no hay un plan productivo, son maquillajes para cumplir con la timba financiera de estos últimos tres años”, concluyó, sin descartar posibles manifestaciones del sector porque según Alonso, el problema social no ha sido cuantificado en su justa medida aún.
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