Los fondos de la gala de la Fundación del Hospital de niños servirán para completar el área de cirugía
La Fundación del Debilio Blanco Villegas celebró su 7ma. cena show a beneficio del Hospital. En las instalaciones de la Cámara Empresaria, unas 300 personas colaboraron para adquirir la aparatología necesaria. En el marco de los 10 años de la institución, se recordaron los cimientos que la forjaron, hubo espectáculos y todos terminaron bailando.
En noche del viernes y durante la madrugada de ayer, se llevó a cabo con éxito la 7ma. Cena Show de la Fundación del Hospital de Niños Debilio Blanco Villegas en la Cámara Empresaria de Tandil (CET). En el marco de los diez años del centro pediátrico, unas 300 personas participaron de la gala a beneficio, lo que colmó las expectativas de los directivos.
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“Estamos muy contentos por la cantidad de asistentes, la gente siempre acompañándonos”, indicó la vicepresidenta Leticia Saligari. Si bien aún no han hecho un recuento de lo recaudado, ya que lo harán en el transcurso de la semana que viene, aseguró que el monto se sumará al presupuesto para poder adquirir una serie de aparatología pendiente, fundamentalmente para completar las salas de cirugías.
Sin descuidar lo que lograron en estos años, ya sea en el mobiliario, el edificio, las capacitaciones, están pensando en comprar una torre de laparoscopía, que es “carísima”.
“Capaz que nos lleva dos o tres gestiones, pero vamos a lograrlo”, dijo con entusiasmo, a pesar de revelar que el precio, debido a las variaciones del dólar, cada vez aumenta más y ya debe estar en torno a los cuatro o cinco millones de pesos. Asimismo, manifestó que la gran mayoría de los insumos médicos son importados y han aumentado su valor significativamente.
La fiesta
En la celebración pasaron un video institucional donde contaron todas las acciones realizadas en esta década, ya que como indicó la referente, les gusta justificar delante de las personas hacia dónde van sus donaciones.
El ambiente fue festivo desde el primer momento, con entretenimientos de todo tipo. En la entrada al evento se contó con la música del trío Sin Brothers, la orquesta típica de cuerda y voces que deleitó con sus clásicos. Además, los payamédicos aportaron su plus de humor y diversión, mientras que los cantantes Jorge Romero y Gloria Aguilar deslumbraron con sus canciones en el escenario. Sobre el final Los Tapitas, una de las bandas locales más populares de cumbia pop, hizo bailar a todos los presentes.
Así, tras los discursos de directivos de la Fundación, su padrino Mariano Zabaleta y el intendente Miguel Ángel Lunghi, las 300 personas no solamente disfrutaron de una deliciosa cena sino que se divirtieron hasta entrada la madrugada por una buena causa.
Diez años de sueños cumplidos
En la proyección que compartieron a través de la pantalla recordaron los inicios del Hospital, que nació como una sala de pediatría, y quedó a la vista la emoción de verlo funcionando en la actualidad con un presupuesto propio. “Hoy con directivos y científicos que están permanentemente en acción, con congresos, recibiendo residentes de afuera, vemos que ha adelantado muchísimo”, sostuvo Saligari con la satisfacción de haber cumplido con la función propuesta desde la entidad.
Exactamente el pasado 22 de junio el Hospital de Niños Debilio Blanco Villegas celebró su primera década de existencia. Dicen que todo empezó hace más de diez años, porque mucho antes ya el Intendente se había propuesto, junto a su equipo, trabajar en este rumbo.
Allá por el 2004 Miguel Lunghi y Jorge Blanco Villegas, que no se conocían, fueron presentados. En ese encuentro el empresario le comentó al jefe comunal que quería hacer “algo” en memoria de su padre, pidiéndole que le sugiriera lo que fuera necesario para la ciudad. El funcionario, que pensaba a diario en el proyecto de salud, directamente le dijo que quería hacer un Hospital de Niños. A partir de allí comenzó un camino de intercambios, encuentros y proyecciones en conjunto.
Según se dio a conocer, desde esos comienzos hasta abril de este año pasaron 984.600 chicos por las salas del centro pediátrico.
Un buen balance, a pesar de la coyuntura
Cabe destacar que este año bajaron los fondos del Ministerio de Desarrollo Social y no les alcanzaron para adquirir lo necesario para los dos quirófanos, así que se compraron las herramientas para uno. “El tema es que hay un cirujano infantil, que puede hacer operaciones con laparoscopía, pero no tiene la torre, entonces los chicos se siguen cruzando al Hospital Ramón Santamarina para estas intervenciones”, explicó Saligari.
Sin embargo, más allá de los inconvenientes, aseguró que el balance de este 2018 ha sido bueno. A pesar de que no les haya alcanzado el dinero con el convenio, la Fundación puso el resto y así lograron comprar todos los elementos que tenían como objetivo. “Adquirimos una mesa de cirugía, otra de anestesia, la puerta de trasferencia y todos los instrumentos para poder realizar laparoscopía”, enumeró.
“Estamos muy contentos”, enfatizó la vicepresidenta.