Morel y los trabajadores aguardan por un guiño político que permita la fusión de la empresa Río Paraná
La empresa Río Paraná está atravesando por un momento de definiciones y poco se conoce de lo que finalmente se resolverá. El hermetismo en la jornada de ayer tras la reunión llevada a cabo, tanto de los dueños como de los trabajadores fue total, empero trascendió que las partes al menos lograron verse las caras y tener certezas del complejo camino que están transitando.
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El principal objetivo de la familia Morel es encontrarle una salida a este problema que viene de larga data, pero que tomó estado público cuando Plusmar anunció su desembarco en Tandil incluyendo a Lanús en la ruta que llegaba hasta La Plata.
La presencia de la nueva empresa dejó al desnudo las enormes dificultades económicas por las que Río Paraná atraviesa, con deudas millonarias en ARBA, en la Unión Tranviaria Automotor y en AFIP, las que le impidieron competir de igual a igual. A esto se le sumaron las quejas de los usuarios por las roturas de los micros que los obligaba a quedar varados, al rayo del sol, en distintas rutas.
Todo ese combo de inconvenientes generó que en la actualidad Río Paraná se encuentre muy cerca del abismo. Ayer los empleados se reunieron durante varios minutos con el empleador y al salir la frase más escuchada fue “no nos dejan hablar, lo que pasó en la reunión queda ahí”.
Panorama
Según lo que se pudo averiguar habría un precontrato que lo firmaría Claudio Sánchez quien es el titular del Expreso Tigre-Iguazú, siendo esta empresa una parte de Vía Bariloche. Según lo recabado le adquirirían a Morel un porcentaje del paquete accionario en una suma que rondaría los 800 mil pesos y se harían cargo del pasivo que alcanzaría los 200 millones de pesos.
Ese precontrato tendría un punto más que importante y es que la familia Morel no puede arrepentirse una vez que resuelva el conflicto que está manteniendo con el Sindicato de la Unión Tranviaria Automotor.
Resuelto ese inconveniente, la empresa Vía Bariloche enviaría alrededor de veinte unidades cuyos modelos van desde el 2013 al 2015, para mejorar el servicio que se venía ofreciendo.
Mientras la familia Morel menciona de manera escueta que no habrá venta alguna y que solo se está buscando una fusión con otra empresa, los mismos trabajadores que hasta hace muy poco defendían a Río Paraná ahora solo desean sostener sus puestos de trabajo, sea con la empresa que sea, siempre y cuando se mantengan las condiciones laborales que hasta aquí tuvieron, no solo de los haberes si no también respecto a su residencia en la ciudad.
Lo poco que se pudo saber anoche es que los empleados estaban aguardando que Mario Morel recibiera un llamado desde Buenos Aires que traería definiciones para el futuro inmediato.
Para Morales la situación de
la empresa sigue “incierta”
El secretario general de UTA Tandil, Gustavo Morales, quien participó de la reunión entre empleados y empleador, en diálogo con el programa “No hay dos sin tres” (104.1 Tandil FM) describió la situación por la que atraviesa Río Paraná como “incierta” para luego profundizar diciendo que “hay una posible fusión que no sabemos con quién, pero quedó todo en Transporte para que den el ok y poder salir a trabajar. Faltaría que se decidieran en otro nivel las cosas tanto político como gremial”.
Reiteró que “aparentemente está muy avanzada una fusión que es lo que presentó Río Paraná en Transporte en la ciudad de La Plata y estamos esperando. Si le dan el visto bueno a esta fusión el problema estaría solucionado porque se pagarían los sueldos y se saldría a trabajar con la llegada de veinte unidades”.
Al ser consultado si de concretarse esa fusión el personal seguiría manteniendo su trabajo detalló que “lo que hemos hablado en la reunión con el personal es que preferimos que sea una fusión porque garantizaría la residencia de la gente de Tandil de todo el personal”.
Morales habló de los gremialistas que llegaron desde UTA Mar del Plata y refirió que “la comunicación es buena, quieren que los sueldos sean pagados en tiempo y forma, cosa que la empresa no ha podido cumplir porque al volver a parar se produjo un nuevo atraso en el pago de haberes. Una de las cosas que se va a pedir, antes de volver a trabajar, es que se paguen los sueldos. Estamos esperando que esto salga adelante”.
El sindicalista reconoció que “Río Paraná le debe a UTA lo que es carga social, si bien están con un convenido de pagos que ya se estaba llevando a cabo, la deuda existe”.
Detalló sobre los trabajadores que “Río Paraná tiene esta problemática no de ahora sino desde hace años, y aquí los sueldos siempre se pagaron de esta manera que estaba cobrando los trabajadores y se habían adaptado. Ahora cuando viene gente de esta fusión y acercó la mitad del salario al contado al empleado le gusta. Lamentablemente no se terminaron de poner los sueldos al día porque se fue al paro de vuelta, sino la plata ya estaba desde la semana pasada”.
Cambio
Cuando el conflicto tomó estado público la mayor parte de los trabajadores se mostraba respaldando a la patronal, sin embargo con el paso de los días esa postura fue mutando. Al respecto señaló que “en cierta parte hay resquemor pero en la reunión que estamos manteniendo se han puesto de acuerdo porque esto lo mantenemos entre todos juntos o lo perdemos. La gente es consciente de que tiene que defender su fuente de trabajo. Hay dos cosas en juego, primero la empresa de Morel que si esto no avanza quedará con una empresa vacía porque les caducan las líneas y se reparte el personal. Lo restante es que los trabajadores quieren seguir trabajando acá y vamos apoyar esa decisión en lo que podamos. UTA garantizó los puestos de trabajo para todo el personal. Esperamos una solución de la subsecretaría de Trabajo de Provincia y UTA a nivel nacional, si bien no me llegaron notificaciones lo que decidan ellos será lo que valga acá”.
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