Padres de alumnos de tercer grado de la Escuela 42 reclaman que sus hijos vuelvan a la presencialidad
Las maestras de ese curso y de quinto se encuentran con dispensas, por lo cual no pueden dar clase. Hasta el momento no tienen docente suplente ni respuestas acerca de cuándo habría una solución. Remarcaron la necesidad urgente de que sus hijos puedan regresar a las aulas. Algunos padres están considerando cambiar a sus chicos de escuela.
El regreso a la presencialidad en la educación no se ha efectivizado en todos los casos y uno de ellos es el de los alumnos de tercer grado del turno mañana de la Escuela Primaria 42, situada en Cheverrier al 200, y por tal motivo los padres de los niños que pertenecen a ese curso se acercaron a El Eco de Tandil para plantear su preocupación y exigir respuestas.
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Inés Fernández, una de las mamás, explicó que “estamos teniendo varias falencias de parte del personal directivo, al cual ya le presentamos una nota la semana pasada pidiendo que se solucione lo antes posible este problema”.
En ese sentido, detalló que la maestra del curso está con dispensas porque tiene un problema de salud crónico que no le permite asistir a dar clases durante la pandemia, por lo cual debería haber un docente suplente, el cual al momento no ha sido designado.
Si bien los padres que dialogaron con este Diario son de alumnos de tercer grado del turno mañana, aclararon que la misma situación ocurre en ambos turnos y también con quinto grado.
Respecto a los directivos del establecimiento, manifestó que “no nos dejan hablar, nunca se puede llegar a un arreglo con ellas, así que ir a hablar mucho sentido no tiene”.
Indicó que la directora “dice que no tiene las herramientas, que ya presentó los papeles, que no pasa por ella que no manden una suplente, que va a ver cómo nos va a arreglar y la solución que nos dio es que los nenes pueden ir 40 minutos dos veces por semana sólo a educación física y danza. Pero los separaron en tres grupos, por lo cual a cada uno le toca una semana distinta”.
“La directora se lava las manos”
Luján Oscares, otra de las mamás, expuso que “las cosas de la escuela las damos nosotros, el trabajo que ellas tienen que hacer lo estamos haciendo nosotras como mamás, mandan tarea por email. Esas tareas las manda la directora, una vez por semana”.
En tanto, Inés Fernández planteó que “todos tenemos nuestra vida, nuestra ocupación. Entiendo que la pandemia es algo que nos descolocó a todos, estuvimos todo un año haciendo el trabajo de las maestras, y ahora no sé si quieren que pase lo mismo, pero la mayoría de las escuelas ya empezaron a dar clases, muchas 4 horas o tres horas y media, con el protocolo, con la burbuja, con todo lo que requiere la situación que estamos viviendo”.
“Pero encima separaron a los chicos en tres grupos, y mi hija está en el último, así que recién tiene que ir en la semana del 25 de marzo, van cada tres semanas cada grupo, 40 minutos, con todo lo que conlleva eso porque hay padres que no pueden moverse”, manifestó.
Por ejemplo, Luján Oscares explicó que para ella llevar a su hijo por 40 minutos es todo un trastorno ya que reside en el barrio Maggiori, lejos de la escuela.
“No piensan que hay gente que no tiene acceso a la virtualidad, hay nenes que no tienen acceso a que puedan ayudarles con la tarea”, sostuvo Fernández.
Luján Oscares indicó que “en mi casa le explico yo como mamá, pero a veces hay que pagar maestros particulares para que los ayuden”.
Fernández cuestionó que si bien la directora dice que ella presentó todos los papeles correspondientes, “no sé cuándo los habrá presentado, tengo mis grandes dudas porque si sabés que tenés una maestra con problemas de salud crónicos, sabés que en la pandemia no va a poder reintegrarse a dar clases presenciales, creo que hubo tiempo para tramitarlo, y bien sabemos que maestras hay esperando para conseguir trabajo”.
“Entonces yo lo siento como una tomada de pelo, esta mujer dice que no pasa por ella, pero le pedimos que nos diga entonces quién es el responsable para golpear la puerta del que tiene que moverse y ponernos la maestra suplente para que esto se solucione”, afirmó.
Asimismo, manifestó que “los chicos estuvieron todo un año sin escuela, eso impacta psicológicamente mucho porque yo la veo a mi nena que siempre fue muy sociable que ahora está antisocial, no quiere salir, no quiere jugar con otros chicos, cuando ella era todo lo contrario. Quiere ir a la escuela, me lo dice”.
“Para mí la directora se lava las manos, dice que hizo todo lo que tenía que hacer, pero que no le mandan la maestra. Más que nada pedimos que hagan hincapié en los Derechos del Niño, ya que ellas son tan voceras de eso en este caso no se están cumpliendo, uno de los derechos del niño es recibir educación”, sostuvo.
Y expresó que “eso nos preocupa, y como madres nos duele un poco porque ya han empezado todos los chicos las clases, y ellos siguen a la espera”.
“El año pasado hubo muchas falencias de parte de la directora y de la maestra, desorganización. Es un estrés hacer de maestra, de madre, todo lo que uno tiene que hacer. Les mandaban trabajos el año pasado y una vez por semana había una clase virtual de 30 minutos”, detalló.
El pedido, señaló Oscares, es que pongan una suplente, pero “no por uno o dos meses, sino definitiva”, porque según explicaron la maestra tiene problemas de salud crónicos y por eso no podrá volver a las aulas.
Fernández planteó que “muevan los papeles que tengan que mover y por favor nos solucionen esto. He tratado también de buscar otra escuela para mi hija pero no he tenido suerte, no hay lugar. Tengo mucho miedo a las consecuencias porque lamentablemente hay muchos casos en los que se toman represalias contra los chicos y espero que no suceda esto porque ya estaríamos hablando de problemas mayores”.
Oscares también aseguró que va a cambiar a su hijo de escuela porque “estoy cansada de esta situación. Lo anoté en tres escuelas, me dijeron que me van a llamar en la mitad de año, así que por ahora necesito resolver que tenga una maestra y que pueda ir a la escuela. Yo miedo no tengo, las maestras pueden bajar las notas o exigirles mucho, que eso no me preocupa porque a mi nene no le va a costar porque estudia re bien. Es excelente, pero si lo dejás sin estudiar se va para atrás”.
Fernández recalcó que “mi nena también es muy desenvuelta, pero quisiera que vaya a la escuela para que no pierda el contacto con sus compañeros. Los chicos necesitan sociabilizar, verse. No sabemos si va a venir un nuevo brote, vivimos una incertidumbre día a día pero hoy tienen que ir a la escuela”.