Para controlar la población canina callejera, Copecos implementa la castración de ocho machos por semana
La Copecos, ente que nuclea a Bromatología municipal y entidades que defienden el mundo animal, comenzaron con la implementación de un plan de castración de todos los perros machos que se encuentren en la vía pública.
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La intención es controlar la población canina y, en el caso de los machos, que mejore su comportamiento y se peleen menos. La proyección es castrar ocho perros por semana, durante poco más de un mes para cubrir las zonas donde hay mayor cantidad de animales sueltos.
Desde la entidad contaron que decidieron empezar por los que usualmente andan por la zona céntrica. Así avanzaron en una recuperación por tres días en los caniles de Protectora de Animales Tandil y Bromatología, supervisados por los veterinarios.
Asimismo, convocaron a la comunidad porque necesitan “collares isabelinos 5 y 6”, ya que la mayoría de los perros es de tamaño mediano a grande. Nuevos o usados. Una vez que pasen los tres días volverán a ser dejados donde fueron levantados pero estarán vacunados, desparasitados y castrados; y cada uno exhibirá un collar con identificación donde hay un número telefónico para que puedan comunicarse con la comisión, si algo le sucediese a ese animal mientras aún permanece en la calle.
Por último, aseguraron que de esta manera la población sabrá que ninguno de los caninos identificados con collar es portador de una enfermedad que pueda afectar a las personas.
La cantidad
Días atrás el director de Bromatología, Federico Sánchez Chopa, había advertido que Tandil está en una situación complicada con respecto a la cantidad de caninos en la vía pública. Dijo que desde su espacio están trabajando arduamente para revertir la problemática y, si bien aún no se cuenta con un número certero de la cantidad de perros que vive en las calles de la ciudad, la intención es poner en marcha un proyecto que logre hacer un recuento de estos animales para tener un número real y a partir de ahí poder planificar soluciones.
Esta suerte de censo tiene como uno de sus objetivos levantar a los animales sin dueño para reducir la cantidad significativa de denuncias que alcanza a casi dos mordeduras por día, más un porcentaje que probablemente no radica acusaciones. También referidas a accidentes de moto, autos y bicicletas, rotura de bolsas, materia fecal en las veredas y enfermedades, entre otras.
Una vez que se cuente con un número más aproximado se podrá proceder a controlar la situación y lograr mayor eficiencia en cuanto a las castraciones, ya que la intención es superar las cinco mil operaciones anuales que se registran actualmente.
Desde Bromatología están trabajando en la implementación de un “plan integral”, que logre no solamente disminuir la población callejera sino que también se reduzca el riesgo sanitario que generan los perros en estas condiciones.
En la misma línea, el trabajo de Copecos mediante vacunación, desparasitación y castración permitirá controlar la población canina callejera.
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