Piden denominación de origen para los vinos de Tandil y declarar la actividad de interés
La Comisión de Producción, Trabajo y Medioambiente del Concejo Deliberante recibió en la mañana de ayer a los productores vitivinícolas que hacen que la actividad crezca cada vez más en la ciudad. La idea de los concejales que integran este grupo surgió a partir de un expediente que contiene el pedido de un productor con una serie de cuestiones. Esto les ha dado pie para invitar a varios de los que están trabajando en la zona y conocer de qué se trata la actividad y cuáles son sus inquietudes.
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Los puntos que se trataron consistieron básicamente en trabajar en conjunto hacia la denominación de origen del vino local, declarar de interés la actividad vitivinícola y poder proyectar una “ruta del vino” con el fin de ampliar el turismo hacia ese ámbito. Como paso a seguir, los concejales visitarán las viñas y los productores buscarán concretar un encuentro con el secretario de Desarrollo Económico Local, Jaime Feeney.
Desde la Comisión destacaron que el encuentro les permitió tomar conocimiento de la dimensión real de la producción que se está desarrollando en Tandil, que en un futuro podría generar fuentes de trabajo e inclusive podría llegar a exportarse vinos desde aquí, favoreciendo también al turismo. “Es una actividad muy interesante y, de acuerdo a lo que cuentan los productores, están haciendo un esfuerzo muy grande y necesitan también la colaboración del estado”, informó el presidente Gustavo Ballent.
La producción de vinos se expande a pasos agigantados y cada vez son más los que se animan a instalar su viñedo en medio de las sierras. Así es que la ciudad, ya incluida en las rutas del vino de la Provincia de Buenos Aires, se consolida como zona vitivinícola. En este sentido, otro de los puntos tratados ayer consistió en pensar una “ruta del vino” tandilense, con la idea de también desarrollar el turismo en ese sentido.
Los concejales generaron el compromiso de ir a visitar las producciones para ver ellos mismos el desarrollo de los diferentes viñedos y conocer dónde trabajan quienes se acercaron a la reunión. “La idea es poder colaborar con ellos en esta necesidad que tienen de denominación de origen y le recomendamos acercarse al área de Desarrollo Local del Municipio, que si bien ellos ya están en contacto insistimos en ese punto porque consideramos que es importante”.
“Necesitamos conocer muchas cosas de esta actividad de la que poco sabemos. Nos contaron cosas muy interesantes, por ejemplo de la viabilidad que tiene la siembra de la vid en Tandil”, sostuvo Ballent. “Hoy el compromiso de todos los que estábamos ahí es apoyarlos y colaborar con ellos en todo lo que esté a nuestro alcance”.
Productores conformes
En esta rama productiva, que va ganando terreno en la zona, los productores hasta hace poco eran solo tres y ahora llegan a nueve. Tras el encuentro se mostraron contentos y conformes con la predisposición por parte de los ediles.
Conrado Tellechea y María Paz Vallejos asesoran a cuatro producciones de la zona y vienen trabajando también en conjunto con la Facultad de Agronomía de Balcarce donde apuntan a desarrollar diferentes tipos de capacitaciones para que los alumnos vean en la vitivinicultura una opción.
“Me parece interesante que por parte del Municipio se comiencen a acercar a la actividad”, destacó Tellechea.
“Juntamos una mesa de pequeños productores y la Comisión de Producción escuchó las demandas y proyecciones que tenemos en esta actividad que venimos desarrollando hace varios años. También se puso en mesa las inquietudes que ya tiene la Facultad de Agronomía, con la que venimos tratando de desarrollar diferentes cursos, tanto para pequeños productores como para operarios, y además enfocar a los estudiantes como una salida laboral alternativa”, dijo conforme con la reunión.
Por su parte, Vallejos remarcó la importancia de la denominación de origen, “porque así como sucede con los salamines, va a ser una salida muy buena para la comercialización, por eso también queda pendiente una próxima reunión con Jaime Feeney”. “Apostamos a hacer un camino del vino que también desarrolle la parte turística”, agregó la asesora.
En tanto, Matías Lucas, de Cordón Blanco, uno de los más antiguos en el desempeño de la producción local, detalló que el crecimiento se está dando a pasos pequeños pero avanzando. “Aún falta concientización de los productores de que son proyectos a muy largo plazo”. Sin embargo agregó que de ser unas pocas hectáreas pasaron a ser nueve productores, cada uno con sus implantaciones de vid, algunas produciendo y otras no, pero de a poquito va creciendo”. Cabe destacar que Cordón Blanco es una de las más avanzadas dentro de este ámbito, ya que sus vinos están siendo comercializados hace tiempo.
Otro de los que fue parte de la agrupación reunida ayer, fue el pequeño productor Marcos Corti, que si bien hace seis años trabaja asesorando un viñedo en estas sierras, hace solamente dos que comenzó a cultivar sus propias vides. El planteo que lleva apunta a la producción orgánica en reducida escala. “Intercambiamos datos e información y quedamos a la espera de la visita de los concejales en las próximas semanas”, dijo, además remarcó que “es un tema que se conoce poco, entonces está bueno que se comience a trabajar en equipo”.
Además, agregó que esta “es una zona propicia para la vitivinicultura, hay muchísimas variedades de uvas, aunque hay que trabajar en la que más se adapte a estas tierras”.
El potencial de esta tierra
“La actividad del vino se puede desarrollar en cualquier lugar, lo que pasa es que cuando se habla de procesar esa uva para lograr un buen producto, ya piensa en condiciones específicas óptimas para llegar a ese ejemplar. Estamos más que convencidos de que Tandil las reúne”, enfatizó Matías Lucas.
Tandil se conjuga dentro de lo que llaman vitivinicultura marítima, primera y única en Argentina por estar en el lado opuesto al resto, hacia el este a una muy baja latitud (Mendoza está en 33º y Tandil en 37º).
Alejandro Martínez, sommelier internacional y miembro de Bienbebidos Club Tandil, aseguró en una nota realizada por este medio tiempo atrás, que la ciudad cuenta con las condiciones óptimas para esta práctica. “En todo caso, el desafío es ir aprendiendo a fuerza de prueba y error, cuáles son las variedades que mejor se adaptan a nuestro terruño”.
“A la hora de analizar los vinos que se producen hoy acá nos encontramos con gratas sorpresas de un terruño nuevo, con buen potencial”, certificó.
En resumen, para Martínez, la ciudad está en la etapa de elaborar vinos jóvenes, es decir, vinos para saborear hoy, con excelente equilibrio, amables y fáciles de beber y disfrutar. “Vinos con los que todos los tandilenses nos podemos sentir muy orgullosos”.
Por su parte el enólogo Gerónimo Antonetti, que asesora a productores de esta tierra hace más de nueve años, aseguró que esta ciudad es el diamante en bruto más grande que hay. “Soy mendocino, he elaborado vinos en Tupungato, he trabajado en San Patricio del Chañar y prefiero Tandil. Obviamente, falta infraestructura y ejercicio, pero es la franja que va a romper el paradigma argentino”.
De acuerdo a las palabras de Antonetti, aquí naturalmente hay un bajo Ph en el suelo y muy buena acidez, más que en Mendoza por ejemplo, por lo tanto surgen excelentísimos vinos blancos y tintos. “Además tiene una potencia aromática única, tal vez comparable a Cafayate, Salta”, destacó. Según describió, acá se lleva adelante una práctica vitícola en secano, que funciona totalmente diferente a una planta con riego. “Esa es la magia y el potencial que puede tener la ciudad”.
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