Preocupación e incertidumbre en los clubes sobre el impacto que tendrá nueva suba de los servicios
El ajuste en las tarifas de los servicios públicos tiene consecuencias directas en distintos sectores e instituciones de la sociedad, como los clubes de barrio que, en medio de la suba de la luz y el gas redoblan los esfuerzos para hacer frente a las cuentas mensuales y mantener el rol social.
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Los aumentos en los cuadros tarifarios implementados por el Gobierno nacional provocaron un impacto también en los clubes de la ciudad, que deben afrontar el pago de altas sumas por los consumos además de los costos operativos de sus actividades deportivas y sociales.
Además del consumo de energía eléctrica, con la llegada del invierno, la necesidad de calefaccionar las instalaciones pone el foco en el uso del gas y la preocupación por el pago por el consumo realizado.
“Trabajo continuo”
El presidente del club Independiente, Osvaldo Dadiego, enfocó la preocupación en las tarifas por el consumo de energía eléctrica y citó la necesidad de acceder a subsidios para fomentar el recambio de luminarias de mercurio halogenado a led para disminuir el gasto, que incluso debería implementar la Usina.
La institución de avenida Avellaneda 745 afronta un incremento significativo en cuanto a este servicio y si bien la inclusión de la tarifa social permite reducir el impacto, señaló una demora en la devolución por las complicaciones en la carga del trámite en cada caso. “El club paga la totalidad y después depositan ese reintegro”, explicó el dirigente a El Eco de Tandil.
No obstante la suba “fue del 800 y el mil por ciento”, lo cual representa una cifra “importante” para la administración de las instituciones.
Este esquema obligó a los integrantes de la comisión directiva a realizar un reacomodamiento en un “trabajo continuo” para cumplir con las obligaciones, a las que sumó otro golpe el valor de los insumos y lo que se destina a cargas sociales de los empleados.
“Tenemos que hacer un trabajo continuo para estar equilibrados”, cerró Dadiego.
Reintegro
El presidente del club Ferro, Sebastián Salituri, contó a este Diario que hace un año se encuentran adheridos a la tarifa social y que aún no recibieron el pago del reintegro del 40 por ciento comprometido.
De abril de 2017 a este año, estimó que “tenemos 220 mil pesos de luz y de gas un poco menos”, y que deben recibir cerca de 100 mil pesos.
Alertó sobre los meses “complejos” que vendrán por el impacto de los servicios, deseó poder reacomodarse a las demandas y se respaldó en la “sana administración” que lleva adelante la comisión directiva.
Para finalizar reclamó mayor presencia del Estado hacia los clubes ya que “faltan políticas deportivas más serias”.
“Están matando a las instituciones”
De la sociedad de fomento Unión y Progreso, Miguel Giménez, alertó que estas condiciones vinculadas a los servicios públicos atentan contra el desarrollo de las actividades y de los objetivos sociales de los clubes barriales. “A las instituciones las están matando”, alertó el dirigente.
Por el uso de la energía eléctrica, normalmente se gastaba entre tres mil y cuatro mil pesos. En los últimos meses comenzaron a llegar facturas de la Usina por 22 mil pesos. “Y con el gas pasa lo mismo”, dijo, y ejemplificó que antes abonaban una boleta cercana a los mil pesos y ahora trepó a los cinco mil, sin considerar que se avecinan los meses de mayor consumo.
Frente a este escenario, recordó que hubo un abordaje en conjunto con otras instituciones que atraviesan momentos difíciles y las gestiones realizadas para lograr acceder a una tarifa diferenciada.
Si bien dijo que durante un tiempo eso se mantuvo, después se descontinuó. “Tenemos 700 chicos y diariamente entran 250 que utilizan las instalaciones. Pensamos en quitar algunas actividades para disminuir los gastos porque es discontinuo el movimiento en los tres gimnasios que tenemos”, ejemplificó Miguel Giménez.
En el caso de la institución de Villa Italia la estructura financiera y el impacto de las tarifas se sostiene con el alquiler de las instalaciones para determinados eventos. “Pero se nos pone muy difícil”, resaltó y planteó que para una entidad que cobra hasta 150 pesos a algún socio que puede abonar la cuota, eso no alcanza.
Más repercusiones
El presidente de la Liga Tandilense de Fútbol, Miguel Cenoz, alertó que por el consumo eléctrico del estadio municipal General San Martín la última factura fue de 18 mil pesos por la utilización de las torres para los partidos nocturnos y de las instalaciones administrativas.
Indicó que pagan la tarifa normal, sin beneficios, aunque reciben apoyo del Gobierno comunal, y reconoció que “es un año complicado” para los clubes por todos los gastos que afrontan.
Por su parte, el presidente de la comisión directiva del club Gimnasia y Esgrima, Mauricio Mohuapé, sostuvo que, pese a la rebaja por la incorporación a la tarifa social en los servicios, “sentimos el impacto porque subió muchísimo” pero que con este programa “compensamos” los gastos.
Alertó sobre cierta demora en la devolución del 40 por ciento previsto por reintegro por el pago de los servicios e insistió que “igualmente lo sentimos porque antes pagábamos 800 pesos y ahora cuatro mil” en la sede de calle Sarmiento 139.
“No sabemos qué va a pasar ni cómo van a llegar las facturas o los valores”, dijo y confesó que “estamos medio asustados” con este tema.
A la institución asisten aproximadamente 700 deportistas (patín, taekwondo, fútbol, básquet, entre otras disciplinas) muchas de las cuales se desarrollan en el gimnasio que requiere, además de luz, calefacción.
Un compromiso con los socios
Del club Defensa, Daniel Perniola advirtió que las facturas que recibieron correspondientes a los consumos de verano fueron “terribles”, con cifras que rondan los 15 mil pesos. A partir de un uso más intensivo de las instalaciones, a lo que suman la llegada del frío, estiman que el escenario será más preocupante.
Al referirse a una situación más global, remarcó que “el problema es que la plata de la calle salió” y no consideró como una opción viable trasladar eso a la cuota que abonan los socios.
En ese sentido indicó que la entidad recibe del Municipio 2.008 pesos cada tres meses, suma que resulta “significativa” pero que no es suficiente frente a los aumentos planteados, que son “reales y fuertes”.
“Vamos a tratar de salir de esto, como salimos siempre”, certificó el dirigente de la institución con sede en avenida Rivadavia y garantizó que “no podemos reducir actividades que nos comprometimos a realizar porque tenemos un compromiso moral con la gente, más allá de lo económico, que nos puede afectar”.
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