Preocupados por las fuentes laborales, empleados del galpón incendiado se movilizaron al Municipio
Preocupados por su futuro laboral, empleados del galpón que se incendió completamente el sábado en la Ruta 30 y Eva Duarte se presentaron ayer en el Municipio para solicitar una habilitación provisoria para poder seguir trabajando en un predio lindero al siniestrado. En la oportunidad, aclararon que trabajan para la sociedad Gaoda SRL, que se dedica a la venta mayorista y que no pertenece a la cadena de supermercados Asia.
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Los trabajadores arribaron a la comuna alrededor de las 10 y fueron recibidos por la directora de Desarrollo Urbano, María Victoria Deguer, a quien le transmitieron la preocupación de todo el plantel y le solicitaron una habilitación provisoria para poder reactivar el funcionamiento de la distribuidora mayorista en un nuevo espacio.
Al salir de la reunión, se mostraron conformes con lo conversado y resaltaron la buena predisposición del Ejecutivo en pos de brindarles una solución. Sin embargo, explicaron que todo dependerá de los propietarios de la firma, quienes deberán presentar los papeles correspondientes para poder continuar con el emprendimiento comercial.
Por lo pronto, dijeron que no tuvieron ninguna información oficial respecto a su continuidad laboral. Fue por ello entonces que decidieron movilizarse ayer al Municipio en busca de respaldo ante la situación que están atravesando.
Según precisaron, en total son diez trabajadores y la distribuidora se encontraba funcionando allí hace un año y medio, abasteciendo no solo a los supermercados chinos de la ciudad, sino a muchos otros comercios.
El reclamo
“Nuestra intención es mantener nuestras fuentes de trabajo. Los responsables de la empresa quieren continuar, pero dependemos también del papeleo y de poder tener una pronta habilitación para poder trabajar como corresponde en un nuevo espacio”, explicó ante El Eco de Tandil una de las trabajadoras afectadas, Paola Quiroga.
Aclaró luego que el espacio donde funcionaba la distribuidora mayorista “tenía todo en regla, a diferencia de lo que se ha dicho. Tenía la habilitación provisoria, en realidad no estaba habilitado por la colectora, que no tiene nada que ver con nosotros. Los trámites estaban todos iniciados, de hecho, el jueves tuvimos el final de obra y paradójicamente el sábado nos quedamos sin lugar de trabajo”.
Consultada por los propietarios del galpón, la mujer detalló que “es una sociedad”, compuesta por empresarios de origen oriental, cuyos nombres no supo brindar por la complejidad del idioma.
Aclaró luego que la firma “no pertenece a supermercados Asia, sino que éstos son clientes nuestros. Los responsables de la empresa Gaoda SRL, al ser chinos, los asocian a que todos son los mismos. La distribuidora abastece a los supermercados chinos, argentinos y al de la vuelta de tu casa”.
La respuesta del Ejecutivo
Sobre el encuentro con las autoridades comunales, detalló que habían sido recibidos por el secretario privado del intendente Miguel Lunghi, Alberto Rojas, y luego por la directora de Desarrollo Urbano comunal, María Victoria Deguer. Incluso contó que habían podido conversar con el propio jefe comunal.
“Todos mostraron buena predisposición, nadie nos cerró la puerta, simplemente dependemos de que el propietario del lugar cumpla con los requisitos para poder habilitar el galpón de al lado que sí es un depósito, a diferencia de nosotros, que éramos una distribuidora”, insistió la empleada.
Por su parte, su compañero Tomás Méndez aseguró que ese nuevo espacio “está en buenas condiciones, solo falta que lo vayan a chequear desde el Municipio y ver qué papeles nos pedirán, pero por lo que vemos nosotros está en condiciones para poder seguir operando”.
La preocupación
Por último, Quiroga deseó que la situación se resuelva pronto para poder seguir trabajando. “Eso es lo que venimos a pedir, nuestros puestos de trabajo dependen de esto. No sabemos qué va a pasar. Por eso, en un manotazo de desesperación, decidimos venir para ver qué respuesta nos dan desde el Municipio”, manifestó.
Angustiada, dijo que lo que menos quieren es bajar los brazos. “La empresa es parte de nosotros, la abrimos nosotros. Yo trabajo desde hace muchos años con ellos y esto nos shockeó muchísimo. Con otro de los chicos, la abrimos, armamos las góndolas, las llenamos de mercadería y que, de golpe y porrazo pase esto, es fuerte para cualquiera”, finalizó.
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