Recordando su coherencia y transparencia, la comunidad tandilense recordó el 169° aniversario del fallecimiento de San Martín
Se desarrolló el tradicional acto, presidido por autoridades municipales y militares, a los pies del monumento en homenaje al prócer en El Cerrito. Una gran cantidad de público se hizo presente en la soleada tarde sábado.
Como si fuese una señal propia del momento que se estaba por vivir, el sol asomó en lo que perfilaba ser una gris tarde de sábado y puso un ingrediente más al acto que iba a comenzar en recuerdo del 169 aniversario del fallecimiento del general José de San Martín a los pies del monumento emplazado en su memoria en El Cerrito.
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Que el acto haya sido un sábado por la tarde no fue una excusa para la gran cantidad de público que se hizo presente en el lugar y que cada 17 de agosto decide rendirle tributo al prócer de la Patria y estandarte de la liberación de América latina. Pareciera, que a pesar de los años transcurridos desde su desaparición física a la fecha, su legado sigue presente y sus ideales son más actuales que nunca. Basta con recordar que San Martín selló para siempre el destino de tres repúblicas sudamericanas y murió en la pobreza. Hace 169 años la vida del general se apagó en una modesta casa del sur de Francia, país donde permaneció exiliado más de 20 años, sin reclamar ningún tipo de reconocimiento.
Se hicieron presentes en el lugar el intendente Miguel Lunghi, el comandante de la Primera Brigada Blindada, general de Brigada Pedro Roberto Zárate, por la Sexta Brigada Aérea el comodoro Rubén Omar Boschi, el presidente del Honorable Concejo Deliberante Juan Pablo Frolik. También dieron el presente veteranos de la Guerra de Malvinas, el presidente de la Asociación Sanmartiniana de Tandil, el licenciado Jorge Menéndez, representantes de asociaciones locales y educativas, autoridades militares y policiales, centros tradicionalistas y la agrupación Criollos de Tandil, encargados de realizar la guardia nocturna a los pies del monumento.
Pero además de las autoridades nombradas por el protocolo oficial del acto a cargo de las autoridades municipales, se pudo ver detrás de la fila principal en la que se encontraba el intendente Miguel Lunghi a quien fuera su competidor hace unos días en las Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO), Marcos Nicolini y a la candidata a concejal Juana Echezarreta.
Previo a la entonación de las estrofas del Himno Nacional, fueron presentados por el jefe de tropas, primer teniente Matías Simón Diez, los efectivos al comandante Pedro Zárate y al intendente Lunghi. Tras la formalidad, con interpretación de la soprano María Belén Castellano y el tenor Francisco Castellano y la Banda del Comando de la Primera Brigada Blindada, se cantó el himno.
Los únicos oradores del acto fueron el padre Luis Bove, y el profesor Oscar Mastropierro, integrante de la Asociación Sanmartiniana. Entre ambos discursos se realizaron varias ofrendas florales a los pies del monumento.
“Fue un hombre coherente”
El padre Luis Bove, capellán de la guarnición del Ejército de Tandil, fue el encargado de la pronunciación religiosa en honor a San Martín, aunque también sus palabras fueron reflexivas trazando paralelismos con la actualidad.
“En esta hora que nos toca vivir queremos agradecer por la tierra, por la historia común y por la vocación que nos ha regalado”, comenzó señalando Bove.
El capellán mencionó que Argentina es “una tierra que es tesoro y potencial de vida con una gran variedad de riquezas. Una historia común la que llevamos adelante hace ya más de 200 años, buscando caminos más plenos y superadores de lo que nos divide y enfrenta. Con hombres y mujeres ricos en solidaridad y compromiso y una vocación por configurar una sociedad libre, justa, responsable, comprometida en la edificación del bien común que es el de todos”
“En esta tierra, estamos aquí para celebrar el aniversario de la muerte del general San Martín, quien nos deja una gran enseñanza. Hombre discreto pero convencido de sus ideales. Hombre frugal, sin vanas pretensiones. Se jugó todo por lo que creyó que era su camino. Hombre coherente , no solo dijo y escribió, sino que vivió lo que decía. Hombre responsable, asumió seriamente lo que se le encomendó. Hombre honesto, sin buscar su propio interés, sin mezquindades”, destacó.
El padre pidió además que “en esta hora de nuestra Patria, queremos y debemos mirar el ejemplo del general San Martín, pero no quedarnos en el elogio frío y descomprometido sino asumir un compromiso concreto y real para edificar la casa común que es nuestra Patria”.
“Un modelo a seguir”
A su turno, el profesor Oscar Mastropierro, integrante de la Asociación Sanmartiniana, señaló que “si hay un argentino que reúne todas las aptitudes patrióticas ese es el general José de San Martín, por eso además de su importancia histórica, su figura se alza como un modelo a seguir. Su entrega, su valor, su desinterés, su amor a la Patria, como así también su conducta honorable, ajena a cualquier tipo de corrupción, constituye el mejor referente que nos ayuda a fortalecer y desarrollar en nuestros niños y jóvenes los valores que todo argentino debería tener”.
“En torno a su memoria solo hay lugares comunes, retorica, convenciones establecidas y mantenidas a través de un basto tiempo. Insistir en la imagen convencional hace peligrar lo que antes fue útil, debilitar la ejemplaridad del personaje y vaciarla enteradamente de su admirable contenido. Ciertamente se hizo justicia a San Martín, pero a cambio de esa exaltación a su personalidad se le fue extrayendo el alma”, analizó críticamente Mastropierro.
El integrante de la asociación local destacó como valores del general San Martín la “honradez, el desinterés, el desapego por los bienes materiales , el patriotismo sin alardes. La fuerza de su espíritu le hizo superar la ingratitud y la calumnia. Fue difamado y acusado de ladrón. Justo él, el hombre de manos limpia. Otros pretendieron bajarle la fama”.
“La hazaña sanmartiniana no admite muchos paralelos porque integra la gloria militar con las más altas virtudes. Su grandeza moral tiene tanta altura como los más elevados picos de la Cordillera que atravesó con su ejército libertador”, subrayó.
Mastropierro utilizó luego un fragmento de un discurso del expresidente Juan Domingo Perón para hacer referencia a San Martín: “Hace varios años atrás un expresidente de nuestro país se refería a San Martín como el hombre de una causa, de ahí su extraordinaria grandeza. A esa causa ofrendó su vida , a esa causa rindió su espada, por esa causa fue genio y por esa causa fue proscripto. Agregaba ese discurso que corría el tiempo de los años 1815 y 1816 en ellos parecía que la causa de la Patria estaba pérdida como si el sol de la libertad hubiera sido eclipsado por la desgracia. El orden interno empezaba a entrar en la anarquía, los caudillos empezaban a asomar. Como siempre ocurre, en los tiempos díficiles, surgieron en nuestra tierra grupos de hombres fuertes y grupos de hombres débiles. La lección sanmartiniana perdura mientras haya argentinos que crean y conserven su recuerdo , mientras haya un puñado de escolares presentes cada 17 de agosto, mientras nuestros criollos pasen en vela toda una noche haciendo una guardia de honor con sus caballos y mientras nuestros granaderos conserven viva la llama del espíritu de sacrificio de San Martín. Allí si podremos decir que nuestra causa es la misma de la San Martín, la causa de la patria”.
Para finalizar, con una lectura actual, Mastropierro afirmó: “El hombre común pediría que el único homenaje a San Martín sea la conducta insospechable de los gobernantes, en el cumplimiento estricto de la austeridad que impone la situación económica, en la verdadera atención a los problemas grandes y pequeños que aquejan a la gente. Si en algún lado anida la herencia de San Martín es en el esfuerzo silencioso de esa mayoría del país que cada día, convencida de los valores de la democracia, no proclama pero si ejerce la defensa de su dignidad y libertad”.