Se aguarda el debate de un proyecto que endurece las multas por arrojar basura en lugares indebidos
La iniciativa tomó estado legislativo en diciembre de 2019, pero continúa en el Departamento Ejecutivo. Surgió para desalentar los basurales clandestinos que se forman en caminos alejados, situaciones que se multiplicaron durante la pandemia. Prevé multas más elevadas que las vigentes, y la penalidad de recoger y dar tratamiento a los residuos descartados.
Mientras se multiplican las quejas de vecinos por la proliferación de residuos y desperdicios que aparecen en paseos públicos, caminos, calles y lotes privados, el Concejo Deliberante aguarda por el debate de un proyecto de ordenanza para endurecer las multas a quienes incurran en esta falta. La propuesta plantea una batería de herramientas tendiente a poder utilizar fotografías, videos e imágenes de las cámaras de videovigilancia como material probatorio para infraccionar, como así también determina que el infractor esté a cargo de realizar la limpieza del lugar afectado.
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El proyecto, que fue impulsado por Matilde Vide a fines de 2019 –cuando era concejal- y surgió de un trabajo conjunto con el director de Inspección General Javier Camgros, se encuentra en la órbita de la Jefatura de Gabinete, con opinión para su elevación al Legislativo. El expediente ya cuenta con el visto bueno de las áreas de Medioambiente, Servicios, Inspección y Legales.
Mientras se espera por el tratamiento legislativo, desde las áreas operativas consultadas advirtieron que “hace rato ya tendría que ser ordenanza”, ya que se trata de una actualización del Código de Faltas que habilitará como recurso probatorio las fotos y videos tomados por vecinos que detectan a otros de forma “in fraganti” arrojando basura, como así también las imágenes de las cámaras de videovigilancia del Centro de Monitoreo de la Secretaría de Protección Ciudadana.
La iniciativa plantea una reforma sustancial, teniendo en cuenta que en la actualidad las autoridades municipales deben actuar en el momento justo en que el infractor está descartando sus desechos en un lugar indebido. En tanto que el proyecto en danza permite utilizar imágenes como pruebas y proceder a labrar el acta.
Incluso, en espacios en donde aparezcan residuos y haya cámaras de monitoreo se podrán revisar las imágenes para detectar a los autores de la contravención, que podrán ser obligados por la Justicia de Faltas a levantar la basura para dejar el lugar en condiciones óptimas de salubridad e higiene.
El proyecto
Sobre el final de 2019, a partir de la reiterada proliferación de basurales a cielo abierto en distintos sectores de circunvalación, Matilde Vide -por entonces concejal de Juntos por el Cambio- presentó un proyecto que trabajó junto al director de Inspección General Javier Camgros y al director de Servicios Claudio Fuentes. El abordaje previsto contempló el endurecimiento de las multas pero también sanciones para quienes vuelquen aguas servidas en la vía pública y a aquellos que realicen quemas en sus domicilios.
En principio, el objetivo de la iniciativa es desalentar la proliferación de basurales a cielo abierto, a partir del endurecimiento de las multas y de la reparación del daño ambiental. La inquietud surgió a partir de las denuncias de vecinos por personas que descartaban basura en caminos despoblados y si bien el caso más emblemático es circunvalación, la práctica desaprensiva se extendió a otros espacios durante la cuarentena que impuso la pandemia.
Desde esa perspectiva, Inspección General impulsó la propuesta frente al monto menor de las multas aplicadas por los juzgados de Faltas, a partir de las normas que establece el Código de Faltas -sancionado en 1982-, que no contribuye a desalentar este tipo de infracciones. Esa situación se plasma en la cada vez más frecuente proliferación de basurales en Circunvalación, como así también en zonas como Don Bosco y el barrio Maggiori.
Por otra parte, se sumó con opinión favorable Claudio Fuentes, teniendo en cuenta que el área de Servicios se ve afectada por la problemática, ya que sus cuadrillas levantan, al menos una vez por mes, los basurales clandestinos que aparecen sobre calles como Circunvalación.
“Se generó un circuito distinto para que no haya basurales a cielo abierto en estos lugares. Claudio Fuentes planteó la inquietud y nos pusimos los tres a trabajar en esto. Por suerte, hemos llegado a un producto final que también lo ha revisado la Secretaría de Legal y Técnica. Esperemos que haya algún aporte más de los concejales y que se apruebe lo antes posible porque es una necesidad que los vecinos vienen demandando desde los distintos barrios hace ya un largo tiempo”, explicaba Vide antes de terminar su mandato.
El diagnóstico
En principio, desde Inspección General detectaron que las multas establecidas hasta el momento para aquellos que arrojan basura son menores desde el punto de vista económico, que debían sorprender al infractor in fraganti y que cuando vecinos hacían denuncias a través de las redes sociales, el Municipio no podía actuar de oficio al carecer de pruebas oficiales.
En relación al valor de las multas, los funcionarios observan que a partir de los bajos montos de las multas a algunas empresas les conviene afrontar las infracciones en comparación con el costo de dar tratamiento a los residuos.
Por otra parte, sumaron más situaciones como el arrojo de aguas servidas en la vía pública y las quemas en predios privados, cuestiones que denunciaban los vecinos con gran frecuencia y que no encuentran respuestas en materia punitiva. En caso de las quemas, los inspectores no pueden ingresar a los domicilios que generan humo sin autorización de los propietarios.
El articulado
En principio, el proyecto de ordenanza prohíbe arrojar basura en la vía pública o en lugares no establecidos por el Municipio para tal fin, que son en la acera pública a través de un embolsado y en determinado horario para el paso del recolector, o en el Relleno Sanitario.
La norma también prohíbe el desecho de aguas servidas en la vía pública y la quema de cualquier tipo de producto, salvo cuando se trate de calefaccionar o calentar.
Por otro lado, establece una multa con dos componentes: uno económico, cuyo monto mínimo va a ser equivalente al salario de un trabajador municipal con 35 horas semanales categoría administrativo, y en paralelo, el causante deberá limpiar y dar tratamiento correcto a los residuos que arrojó.
“La idea es que el infractor se haga cargo de ir a juntar la basura y llevarla al Relleno Sanitario o al lugar que corresponda, como el Punto Limpio, dependerá de qué haya tirado”, puntualizaba Vide.
Sumado a los cambios, se contempla implementar un número telefónico con una guardia de atención, que recibirá denuncias y enviará a inspectores para que puedan labrar las actas.