Sorpresa e incertidumbre en el Conservatorio por el cambio de terreno para la construcción del edificio
Tras la marcha atrás de la Provincia, el demorado edificio del Conservatorio y el IPAT recalará finalmente en un terreno comunal ubicado en Ezeiza y Suipacha, pero el equipo del terciario de música no recibió ninguna notificación oficial al respecto. Van a pedir precisiones al Ejecutivo local sobre el inicio de obra.
El anuncio de que el mentado edificio único que albergará al Conservatorio de Música y el IPAT no se va a construir en el predio de Avellaneda y Richieri, provocó una gran desconcierto en las comunidades educativas, que se enteraron de la noticia por los medios.
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Desde 2019 se había prometido el levantamiento del edificio en esa esquina, en un terreno provincial, para poner a fin a décadas de lucha en torno a las sedes propias. En marzo último, el intendente Miguel Lunghi e integrantes de su equipo se reunieron con directivos y representantes de las cooperadoras y centros de estudiantes de dichos establecimientos para presentarles el proyecto de construcción del nuevo edificio con recursos del Fondo de Financiamiento Educativo y confirmar que este año se realizaría la primera de las tres etapas previstas.
Incluso hubo anuncios recientes cruzados entre la comuna y el Frente de Todos en torno a la temática, pero no se supo hasta último momento de este cambio.
En este marco, la semana pasada la directora general de Cultura y Educación bonaerense, Agustina Vila, le informó al jefe comunal que en ese espacio se construirá finalmente la Casa de la Provincia y acordaron usar para las instalaciones educativas un macizo que el Municipio posee en Ezeiza y Suipacha.
Falla comunicacional
Ante estos inesperados cambios, Yanina Gargiulo, directora del Conservatorio “Isaías Orbe” expuso que la novedad los tomó de sorpresa porque venían con una propuesta distinta y nadie les advirtió sobre el cambio.
“Estábamos muy esperanzados con esa posibilidad anterior y ahora apareció por los medios esta noticia”, describió. Según detalló, la institución que conduce no recibió ninguna notificación oficial del asunto hasta el momento, lo que incrementó el desconcierto.
No obstante, relató que se acercaron a conocer el nuevo lugar y que no tienen objeciones al respecto, circunstancia que, ponderó, tampoco tendría mucho sentido por tratarse una cuestión que no está en manos de ellos dirimir.
“Lo hablamos con el centro de estudiantes, nos pareció un lindo espacio y creemos que es una buena alternativa, pero no somos educación privada para elegir a dónde ir”, se sinceró la docente.
Desvalorización cultural
Asimismo, remarcó que la problemática edilicia existe y que deben repartir la matrícula y las actividades en tres sedes ubicadas en diferentes puntos de la ciudad, lo que complejiza el trabajo institucional. “Trabajamos bien pero no es lo que corresponde, tenemos al personal y a los estudiantes desparramados por varios lugares. No somos quienes para poner en juicio la decisión del terreno, nos excede eso, pero habrá que ajustar algunas cuestiones”, indicó.
En esta línea, anticipó que el equipo directivo elevará una nota al Municipio para pedir precisiones sobre el inicio y final de obra, atento a posibles dilaciones o posteriores modificaciones que vuelvan a truncar el sueño del edificio propio.
“La cultura en la ciudad es una pata bastante floja y lo digo con nostalgia. Todo el aparato está porque tenemos una Facultad de Arte y terciarios que no todas las ciudades tienen. Hay espacios de formación interesantes y artistas de renombre en todos lados, pero a Tandil no se le da el valor que merece; realmente siento que no se pone en valor la cultura local como el bastión que es”, finalizó.