Todavía relegado, el sector cultural espera volver a trabajar para revertir la dura situación
La ciudad avanza en la apertura de diferentes sectores, pero el ámbito artístico no posee certezas sobre su retorno. Presentaron ante el Municipio los protocolos para poder dar clases y retomar los ensayos y prácticas. Luego de tres meses de parálisis, aguardan las autorizaciones para regresar a sus tareas y aliviar la alarmante situación económica.
En medio de la pandemia y la reactivación de actividades, el colectivo de trabajadores del arte y la cultura está preocupado por la falta de precisiones sobre las habilitaciones para la vuelta del sector. La expansión del Covid-19 y el aislamiento derivado de ello no hizo más que poner de relieve y complejizar aún más la precaria situación que ya vivían los artistas, la mayoría sumidos en la informalidad.
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La cancelación de todo tipo de actividades, talleres, espectáculos y eventos vinculados a su arte resintió con severidad la capacidad de generar ingresos. A esto se le sumó el acotado espectro de ayudas ofrecidas por parte del Estado.
Con la flexibilización de la cuarentena y la activación de diversos sectores comerciales y productivos, los integrantes del espacio expusieron su crítica situación alegando que “las y los trabajadores del arte y la cultura de Tandil también comemos, pagamos cuentas y sostenemos familias. Tras tres meses de inactividad necesitamos dar comienzo a la reapertura responsable y paulatina de nuestro sector”.
En concreto, solicitan al Municipio que autorice la realización de clases y talleres, ensayos y prácticas, y la generación y transmisión de contenido desde espacios culturales, con el objeto de aflojar el nudo en el cuello y comenzar a gestionar sus propios recursos. La única disciplina artística avalada para reiniciar las prácticas es la danza, cuya autorización se produjo ayer, en el marco de la reciente apertura de gimnasios y centros de actividad física.
Volver al trabajo
A principios de junio, el colectivo presentó en la comuna los protocolos correspondientes para retomar sus tareas en contextos seguros y controlados para realizar dichas actividades. La normativa provincial para los distritos que alcanzaron la Fase 5 ofrece la alternativa de dar curso a distintas manifestaciones culturales respetando las medidas sanitarias y sin aglomeración de personas.
Mercedes Guazzeli forma parte del grupo que nuclea a artistas y docentes de diversas disciplinas artísticas, y en conversación con el programa radial “Buenas y Santas” (104.1 Tandil FM), expresó que están en condiciones de retornar al trabajo como lo están haciendo otros segmentos, y fue vehemente al señalar que “necesitamos acelerar los tiempos”.
En las últimas semanas han mantenido intercambios y reuniones con la Subsecretaría de Cultura y Educación municipal a cargo de Alejo Alguacil, pero aún no se han delineado propuestas específicas por parte del área para garantizar que se puedan reanudar ciertas tareas vinculadas al universo artístico.
“No se puede volver con un espectáculo, pero podríamos volver a dar clases. Ahora se dio luz verde para las clases de danza y consideramos que también deberían iniciarse las clases de las demás disciplinas, mucha gente precisa trabajar”, sostuvo la joven, que forma parte del grupo que gestiona el uso del Salón Danés como espacio para brindar clases de baile y realizar espectáculos.
Poca ayuda
En este paréntesis impensado, son pocos los trabajadores que pudieron acceder al Ingreso Familiar de Emergencia provisto por la Anses, debido a no encuadrarse en los parámetros exigidos pese a su precaria situación y tampoco hubo ayudas económicas por parte del Gobierno local. La asistencia desde ese lado se ancló en la refinanciación de las facturas de la Usina y la negociación de los contratos de alquiler para los espacios de talleres y centros culturales, pero no se canalizó en partidas presupuestarias orientadas a paliar las necesidades de los artistas.
En el estamento nacional, los subsidios y fondos son insuficientes para abarcar a todo el abanico de pequeños centros y salas, e incluso algunas convocatorias todavía no se han resuelto aún.
De hecho, una de las redes de sostén fue impulsada por los propios trabajadores, que en el caso de las artes escénicas, lanzaron un Fondo Solidario de Emergencia para aliviar los gastos de aquellos cuya supervivencia depende en su totalidad de la realización de eventos y obras, y del dictado de talleres.
Por otro lado, hoy a las 16, la Facultad de Arte de la Unicen organizó un conversatorio por Zoom para debatir y analizar la compleja coyuntura que se cierne en Tandil sobre el sector. La convocatoria contará con la participación de referentes de las artes, la salud, el derecho, el deporte, espacios culturales y la economía social, para dar cuenta del contexto de crisis que impregnó a toda la actividad artística, que deberá reconfigurarse para seguir latiendo su pulso.