Tras el conflicto en Río Paraná, Sebastián Altamiranda reemplaza a Gustavo Morales en la UTA
La historia de lo que fue la empresa de transporte público tandilense Río Paraná sigue dando los últimos coletazos. Con el tema principal superado, que demandó varias reuniones e incertidumbre y que se resolvió con la intervención del Ministerio de Transporte, que inhabilitó a la firma local y entregó todos los recorridos a Expreso Tigre – Iguazú, en esta ocasión la noticia se da en el cambio del delegado regional de la Unión Tranviarios Automotor en Tandil.
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El grupo de dirigentes de la UTA de Mar del Plata, cuando hizo su desembarco en la ciudad para trabar las salidas de los distintos servicios, apuntó al delegado Gustavo Morales y al trabajador de Río Paraná, Javier Levigna, uno de los que acompañaba en las reuniones a Mario Morel, ya que expresaron que eran parte interesada en lo que se estaba negociando.
Mucho antes del desenlace por todos conocidos, Levigna dejó su lugar en la casi centenaria empresa y se mudó a desempeñar funciones como chofer del transporte urbano de pasajeros en la Línea 505 (marrón).
Luego de lo sucedido y de las diferencias que quedaron marcadas con Morales, en las últimas horas se pudo conocer que hubo modificaciones en cuanto al delegado regional. Si bien a Morales le habían solicitado que se quedara en el cargo un año más, en este aspecto también se produjeron cambios.
El elegido
Sebastián Altamiranda, de 40 años, es la persona elegida para reemplazar a Morales como el nuevo delegado regional de la UTA en Tandil. El hombre se desempeñó desde 2003 como chofer de la Línea 505 (Transporte General Belgrano SRL).
Durante esos 15 años fue elegido como delegado en esa línea de transporte público de pasajeros y permaneció en el cargo por el lapso de cuatro años, tarea que le permitió hacerse conocer en la zona y tener una fluida relación con los principales dirigentes sindicales.
Tras haberse bajado del colectivo que guiaba, desde hace algunos días ya desempeña funciones como el nuevo delegado regional de la Unión Tranviarios Automotor en Tandil, estando abocado de lleno a interiorizarse del funcionamiento sindical y a revisar todo lo que le dejó su antecesor, Gustavo Morales.
Posición contraria
Quienes integran la UTA de Mar del Plata responden al secretariado nacional y son verticales, por lo que cuando alguna cuestión se ordena, se debe llevar a cabo. Y en este punto Morales tuvo una posición contraria, desde aquel accionar que tuvieron al llegar a la ciudad e impedir la salida de los servicios por haber encontrado irregularidades, las mismas estaban desde hace tiempo pero que no se accionaba en lo más mínimo.
Esa situación generó el desgaste lógico entre las partes y provocó una convivencia forzada que terminó de quebrarse por completo al anunciar el propio protagonista que dará un paso al costado.
Servicio y quejas
En cuanto al funcionamiento de la nueva empresa, ya comenzaron a registrarse algunas quejas de los trabajadores y de los usuarios. Hay que señalar el descontento que existe en los vecinos de San Manuel y Napaleofú, donde antiguamente Río Paraná contaba con tres frecuencias, con salidas Tandil con destino Necochea.
La flamante empresa tiene solo dos horarios para hacer el mencionado recorrido, uno a las cuatro de la madrugada, lo que limita el accionar de los vecinos que deberán reacomodarse a las nuevas frecuencias.
Otra de las quejas que surgieron apunta a que quienes utilizan el servicio cuando Río Paraná aún explotaba la ruta, que disponía de una combi para llevarlos desde la ruta a Napaleofú o San Manuel, algo que por el momento la nueva empresa suspendió.
Por otro lado, el pago de tarifa completa, hasta que se coloque un software, descolocó a estudiantes y jubilados que antes contaban con descuentos.
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