Tras las críticas, aclararon desde el Hospital que el acto de inauguración no afectó el normal funcionamiento de la Guardia
Tras las duras críticas que efectuaron algunos vecinos sobre la atención en la Guardia del Hospital Ramón Santamarina durante la inauguración de las obras de ampliación y remodelación, la subjefa del servicio de Emergencias del nosocomio, Cecilia Martens, aseguró que los médicos y enfermeros que estaban trabajando en su turno, estaban en la Guardia.
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Cuando se inició con la remodelación, el servicio fue trasladado al área de cardiología, donde funcionó hasta que finalizó el acto del lunes, según informó Martens. A partir de ese momento, comenzaron con la mudanza de materiales, en primera instancia, y luego de pacientes (primero los que estaban internados y más tarde los que estaban en sala de espera).
“Durante la inauguración, los médicos y enfermeros que estaban trabajando en su turno, estaban en la Guardia. Los que se encontraban en la inauguración, no estaban cumpliendo su turno. Hubo enfermeros que no les tocaba trabajar y fueron escrachados por estar en el acto”, se lamentó la subjefa del servicio.
Una de las quejas más recurrentes que expresaron los pacientes, o familiares de ellos, a través de sus redes sociales fue el tiempo que tardaron en atenderlos. Sin embargo, develó la doctora que “las demoras que se generaron fueron las normales” y aclaró que se atienden más de 140 personas por día con distintos niveles de gravedad. De cualquier manera, destacó que “en ningún momento se discontinúo la atención”.
Respecto al maltrato que evidenció uno de los denunciantes, Martens aseguró no estar al tanto y aclaró que no quiere entrar en conflicto con el señor porque entiende que estaba muy afectado por la enfermedad de su madre. No obstante, apuntó que el contenido que subió a su perfil de Facebook era inexacto ya que era atemporal y “eso generó que se lastime a los chicos que estaban trabajando, que no eran los mismos que se encontraban en el acto”.
Añadió que al señor le solicitaron que se retirara para poder evaluar a su mamá, al igual que hacen con los demás pacientes. “Nosotros le pedimos una, dos, tres veces. Entonces, para no generar violencia ni peleas, y que esto no sea una discusión delante del paciente, cuando no nos responden a la solicitud, llamamos a la policía para que nos ayude. Pero no es nada de forcejeo. La policía le pide lo mismo que nosotros, solo que tiene otra figura, no es lo mismo”, señaló.
Alrededor de las 20 del lunes, junto con Félix Godoy, director Asociado del Hospital Ramón Santamarina, se reunieron con Pablo Gabriele, quien subió varios videos e imágenes a las redes sociales expresando su disgusto. “Le explicamos que la forma correspondiente de hacer un reclamo es mediante el envío de quejas que leemos periódicamente”, declaró Martens y continuó: “A los reclamos que creemos que podemos dar respuestas rápidas, citamos a los pacientes o los familiares y les explicamos las situaciones que se nos han escapado. Lo que se puede solucionar, lo tratamos de hacer. No somos infalibles”.
Por último, la doctora narró las diversas emociones por las que atravesaron: “Fue un día muy alegre hasta que se generó todo esto. Estábamos contentísimos, muy entusiasmados con volver a trabajar en ese lugar. La verdad es que nos empañó bastante las cosas”.