Un pequeño productor donó 21 hectáreas de su campo al Municipio para beneficiar a la comunidad
Se trata de un acuerdo que Pedro Etchevarne tenía con Yolanda, su mujer fallecida. Habían determinado ceder esas tierras a la sociedad cuando alguno no estuviera. La transferencia se formalizó ayer, donde quedó plasmado que el lugar se llamará “El Arraigo” y tendrá que destinarse a fines productivos, educativos, sociales y sostenibles con el ambiente. Los funcionarios trabajan en los ejes que podrían desarrollarse en ese espacio.
Pedro Etchevarne y Yolanda Rabainera no tuvieron hijos, por lo que habían acordado que cuando alguno de los dos ya no esté donarían esas 21 hectáreas a la sociedad. Cumpliendo esta promesa fue que, tras el fallecimiento de su esposa, Etchevarne se acercó hace unos meses a la Municipalidad para poner al tanto de la decisión al intendente y otros funcionarios. Finalmente ayer se formalizó la donación de tierras, tal como el matrimonio deseaba.
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El acto tuvo lugar en el Municipio y estuvieron presentes el jefe comunal Miguel Lunghi, Igancio Diribarne de Asuntos Agrarios, Gustavo Dimarco titular del área de Patrimonio, Martín Romano de Legales y el secretario de Gobierno Oscar Teruggi, además del donante y algunos familiares. Allí, en un evento emotivo y con lágrimas en los ojos Etchevarne dejó plasmado ese anhelo, asegurando que su mujer estaría muy contenta.
Se trata de un campo de 21 hectáreas, ubicado a unos cinco kilómetros del paraje El Gallo y a unos 200 metros de la Escuela 41, el cuál a pedido de su propietario se llamará “El Arraigo”, con motivo del sentimiento de la pareja hacia esta ciudad, principalmente Yolanda que era de Rauch.
“Al no tener hijos empezamos a pensar qué hacer con nuestros bienes, que no son muchos, y nos pareció bien que la chacra quedara para la comunidad”, manifestó Pedro.
Todavía quedan aspectos legales a cumplir, como trámites sucesorios, además de que el campo actualmente está alquilado, por lo tanto suponen que recién para agosto del año que viene estará en plena posesión del Municipio, lo que les permitirá avanzar en el destino que le darán a las tierras. De todas maneras, ya han quedado registradas las peticiones del dueño, que indicó que quiere favorecer y estimular el arraigo, “que la gente se quiera quedar en el campo”.
La responsabilidad de cumplir un deseo
Si bien aún no está determinado a qué actividad destinarán el predio, el coordinador de Asuntos Agrarios garantizó que estará ligada a la voluntad del donante: “Se va a hacer lo que él solicitó”. Según contó Diribarne, en la serie de reuniones que mantuvieron y luego de recorrer el espacio junto al conocedor de la propiedad, siempre el interés estuvo puesto en cuáles eran los deseos del matrimonio para el destino del campo. Éstos quedaron asentados en el documento que firmaron ayer y apuntan a fines productivos, educativos, sociales y sostenibles con el ambiente.
Por tales motivos es que de ahora en adelante empezarán a definir si se trabajará en planes de huerta, o si se podrá desarrollar la parte de formación profesional, además de instrumentar modelos productivos como el Plan de Reordenamiento porcino, o la parte ovina y apicultura, entre otras planificaciones. Asimismo, aseguró que apuntarán a conveniar con otras instituciones para el desarrollo de los ejes.
Por otro lado, destacó la presencia de la Escuela 41 en cercanías al predio, que al estar deshabitada podría permitir su incorporación al proyecto que pongan en marcha. De esta manera podrían utilizarla como base para lo referido a educación, ya sean jornadas o cualquier emprendimiento, incluso para que haya un responsable del lugar allí.
“Ahora tenemos la responsabilidad de llevar adelante todo lo que hablamos con Etchevarne”, planteó el funcionario.
De acuerdo a la descripción de Diribarne, se trata de un campo muy lindo con buena tierra, muy fértil, además, tiene un pedacito de cerro que también puede ser productivo. “Es una buena posibilidad, ojalá podamos desarrollar algo acorde”, dijo.
Por último, el referente de Asuntos Agrarios destacó la relevancia que tiene un hecho semejante. “Es ejemplar, porque no se trata de una donación de tierras que le sobraban, sino que es más o menos la mitad de lo que posee”, sostuvo, distinguiendo el generoso gesto de Pedro Etchevarne.