Un taller de compostaje demostró que la separación de residuos va ganando terreno entre los tandilenses
El proyecto Compostar, Fertilizar y Alimentar tuvo un marcado carácter educativo y familiar. Varios vecinos contaron su experiencia en el compostaje y derribaron mitos sobre la generación de olores y atracción de roedores. El intercambio entre los participantes fue enriquecedor. Además sortearon composteras fabricadas con materiales donados.
El sábado pasado se llevó a cabo la jornada abierta y gratuita de Compostaje Domiciliario en la Casa del Bicentenario, organizada en el marco del Proyecto “Compostar, Fertilizar, Alimentar”, que se propuso abordar el aprovechamiento de biofertilizantes para la producción frutihortícola en las cinco huertas comunitarias del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), aglutinadas en la Asociación Civil Territorio Cultural, e informar sobre la gestión sustentable de la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos.
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La actividad contó con la participación de familias del Barrio Graduados Universitarios, interesados en la separación de residuos, integrantes de las huertas comunitarias de Patria Grande y productores fruti-hortícolas de Tandil.
“Las expectativas fueron cumplidas, hubo mucha gente”, aseguró Luciano Villalba, del Centro de Investigaciones y Estudios Ambientales (Cinea) y parte de la organización. Además detalló que al principio fueron consultas generales que tuvieron lugar en cada una de las mesas dispuestas, donde se habló de residuos orgánicos, y se mostraron modelos de composteras y bolsas biodegradables.
Algunos de los participantes contaban con experiencia en la realización de compostaje, por lo que la jornada sirvió para realizar un intercambio de conocimientos y mejores prácticas, permitiendo evacuar dudas y derribar mitos sobre la recuperación de la fracción orgánica de los residuos. “Lo más lindo fue justamente el intercambio que se dio entre los presentes”, sostuvo y detalló que la idea fue hacer algo bastante horizontal, donde la gente que ya composta contó su experiencia.
Asimismo, indicó que una de las dudas que surgió es si este sistema genera olor, a lo que se les informó que si está bien oxigenado no debería producirlo. Por otro lado, otro cuestionamiento tuvo que ver con la problemática con los roedores, a lo que advirtieron la necesidad de no incluir carnes ni grasas dentro de los residuos.
Sobre el final, se realizó un sorteo de recipientes para reciclar residuos y según Villalba “la gente se fue muy contenta”. Gracias a las donaciones de diversas empresas locales se diseñaron ocho composteras con materiales recuperados, como bidones, baldes de pintura, cajones apilables, mallas de alambre y contenedores plásticos, que fueron sorteados entre los participantes. Además, repartieron manuales de separación y auto-compostaje de restos orgánicos, listados con links con información sobre el tema, bolsas biodegradables para la disposición de los materiales compostables y otros elementos que se utilizan en el proceso de degradación como ceniza, aserrín, viruta y lombrices.
Una tarea familiar
El desarrollo de la jornada tuvo un marcado carácter educativo y familiar, ya que la propuesta apuntó a la integración de los niños en la recuperación de los restos orgánicos. El cierre de la actividad estuvo especialmente diseñado para los más pequeños que pudieron disfrutar del espectáculo educativo de la Compañía Hipo del Chancho.
Sobre el final del encuentro, los participantes realizaron un balance positivo de la actividad, en tanto que los organizadores se propusieron continuar con talleres prácticos para la recuperación de los residuos domiciliarios, fomentando la recirculación de nutrientes y la producción local de alimentos agroecológicos.
En esta línea, Villalba adelantó que las próximas actividades tienen que ver con un trabajo más con los vecinos del barrio de Graduados, con la intención de sumar casas al compostaje. La idea es pasar por los domicilios a realizar un estudio de terrenos, para lo que están buscando el acompañamiento de alguna cátedra de gestión ambiental o con promotores ambientales del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), para concientizar sobre la importancia de la separación de residuos en seco.
Sobre el compostaje
Se trata de un proceso natural de degradación de la materia orgánica en el que intervienen organismos y microorganismos, transformando la misma en un abono natural. De los residuos que se generan en un hogar, más de la mitad corresponden a la fracción orgánica, mayoritariamente residuos de cocina y jardín. De esta manera, la promoción del compostaje domiciliario permite reducir en gran medida el envío de residuos al relleno sanitario, donde la degradación de la materia orgánica se realiza en condiciones anaeróbicas, que sería en ausencia de oxígeno, liberando grandes cantidades de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global.
En este proceso la degradación de la materia orgánica se hace en presencia de oxígeno, evitando la generación de estos gases y en consecuencia, sin producir olor. A su vez, el compost es un muy buen fertilizante natural, con lo cual esta práctica permite reemplazar el uso de fertilizantes industriales y cerrar parcialmente el ciclo de los nutrientes.
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