Una mujer que fue víctima de violencia de género se siente abandonada por el Estado
Silvia Chaluf logró salir del círculo de violencia tres años atrás. Luego de estar un tiempo alojada en la casa de abrigo municipal, consiguió trabajo y logró reinsertarse en la sociedad. Sin embargo, hace algunos meses se quedó sin empleo, debe dos meses de alquiler y las facturas de todos los servicios. Advirtió que muchas mujeres temen hacer la denuncia por llegar a su situación actual.
Silvia Chaluf dio a conocer la situación que vive a El Eco de Tandil ante la desesperación de no conseguir que alguien la ayude en el difícil momento que atraviesa. “No tengo para comer”, expresó con dolor.
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Contó que fue víctima de violencia de género durante muchos años hasta que en 2019, decidió hacer la denuncia y salir de esa situación.
“Yo tenía mucho miedo realmente de salir porque aparte del maltrato físico, está el verbal, entonces la persona que te está haciendo mal te ataca verbalmente, te dice que si te vas adónde vas a ir, que no servís para nada, que te vas a morir de hambre”, recordó.
Asimismo, explicó que “tenía que hacer todo lo que él decía. Yo no trabajaba en ese momento porque tuve un período de depresión muy grave y me costó salir y no podía trabajar”.
“Las chicas de la policía me trataron muy bien y me decían que yo tenía que hacer la denuncia, yo no me animaba porque no sé dónde estaba mi autoestima, no la encontraba. Una vez me dijo ‘si te hubiera matado, ya estaría libre’. Me sometía. En ese entonces, él me daba cien pesos y me decía ‘cuidalos porque no hay más, si no a la noche no comés’. Viví situaciones de humillación terribles”, rememoró.
Además, vivió violencia por parte de uno de sus hijos. “Me golpeó mucho, ya no vive acá”, explicó.
Un cambio de vida
Fue el Día de la Mujer hace 3 años cuando Silvia decidió hacer la denuncia contra su exmarido. “En el juzgado de Familia me trataron muy bien. A él le dieron una restricción de acercamiento. Él ya no vivía acá. El que vivía conmigo era mi hijo. A mí me sacaron de mi casa a la casa de abrigo, y mi hijo se tuvo que ir”, contó.
Poco tiempo después, encontró empleo y el Municipio la apoyaba con el alquiler. “Me pude sostener sola, ya tenía mi sueldo”, indicó.
“No tengo para comer”
El problema es que cuatro meses atrás se quedó sin trabajo porque la abuela que cuidaba falleció.
“Desde Desarrollo Social lograron que se hiciera cargo Pami de mis necesidades, pero hace dos meses que no me llega el alquiler”, señaló.
Se supone que Pami le debe pagar el alquiler, le debe dar un apoyo de entre 300 y mil pesos por mes, mercadería y los remedios, pero los primeros meses el dinero lo depositaban en la cuenta de su exmarido porque estaba a nombre de él la obra social, hasta que se dieron cuenta y la trabajadora social le exigió que devolviera el dinero.
“Ahora me sacaron del recibo de él y la ayuda me la mandan por cheque, pero demora mucho. Ahora debo dos meses de alquiler y todos los servicios, es imposible, no puedo pagarlos. El otro día fui a pedir si me pagaban la luz, me mandaron de un lado a otro y no me ayudaron”, sostuvo.
En esta situación, solicitó ingresar a la casa de abrigo municipal nuevamente, pero le dijeron que no porque actualmente no sufre violencia.
“Yo no tengo para comer. No me pueden dejar en la calle con todo el tema de violencia familiar que viví”, expresó.
“Si temporariamente podría estar en la casa de abrigo todo el tiempo que pierdo en buscar ayuda lo emplearía en buscar trabajo. Si vos sos víctima de violencia, te contienen, te ayudan, pero puede pasar esto que te quedes sin dinero, sin empleo y que no haya una ayuda. Aunque no me echen de acá y me aguanten un poco, si me cortan el gas, la luz y el cable, qué hago, la situación es difícil”, sostuvo.
Afirmó que “es difícil empezar de nuevo, hasta que agarrás el primer sueldo y te vuelve la autoestima. Si somos víctimas de violencia tienen que prever que esto puede pasar, que te podés quedar sin trabajo y deberían ver qué hacen con nosotros, porque si tengo la suerte de que me ubiquen en algún lugar, no me voy a quedar mirando televisión, voy a salir a buscar trabajo”.
“Hoy salí a las 8, y eran las 12 y estuve toda la mañana, me la pasé del juzgado a Rodríguez, terminé agotada, no te dan respuestas. Hoy me pasa a mí, pero puede ser que le esté pasando a muchas mujeres. Puede ser que no hagan las denuncias por miedo a esto, a depender de una persona te cuesta soltar y si te van a dejar sola, es muy difícil”, admitió.
Y recalcó que “si bien yo ahora no soy víctima de violencia, lo que me pasa hoy es consecuencia de lo que viví hace unos años”.