Vecinos de Los Jazmines al 2100 sufrieron daños y amenazas de personas que tomaron tres lotes
En Los Jazmines al 2100, entre Azucena y Alvarado, los vecinos están preocupados por la toma de tres terrenos del Municipio. Desde julio, varias familias se instalaron de manera ilegal en casillas de madera y la convivencia es mala. El pico de violencia ocurrió hace más de quince días, cuando atacaron el frente de una vivienda con aceite de motor quemado y, desde entonces, la cuadra cuenta con custodia policial durante la noche. Los damnificados aseguraron que existe una orden de desalojo que está trabada, por lo cual ni la Justicia ni el Municipio les dan respuestas.
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Los tres terrenos usurpados fueron parte de un sorteo que realizó la comuna hace cinco años, en el marco del Plan Familia Propietaria, que se entregaron para autoconstrucción. El plazo del acuerdo con los beneficiarios era de dos años para iniciar la obra, pero hubo algunos sorteados que no lograron comenzar con sus proyectos y volvieron a ceder la tierra. El problema fue que el Municipio no reasignó las parcelas y quedaron sin protección.
“Hubo gente que construimos y otros que no pudieron, entonces los iban a sortear otra vez, pero no ocurrió”, contó Sergio Bravo, uno de los habitantes de la zona afectada, y precisó que en su cuadra hay unos cinco terrenos libres y los tres tomados.
Incluso, recordó que el año pasado se produjo una usurpación en La Movediza, entonces los vecinos le propusieron al Municipio que alambrara los terrenos del programa, y ellos se harían cargo de cuidarlos y de mantener el pasto corto. Sellado el compromiso, quedaron tres parcelas sin cerco perimetral y son las que fueron tomadas desde julio pasado.
En relación a los tres terrenos, contó que primero llegó una familia e instaló una casilla, pero con el correr de los días comenzaron a arribar más personas, quienes tomaron más espacio y también construyeron sus viviendas precarias.
“La bronca que tengo es que para construir, me tuvieron seis meses dando vueltas con el pilar de obra para que me bajaran la luz y otros tres meses más para darme agua, y estas familias en 15 días tenían agua, cloacas y luz conectada”, dijo y recordó que se trata de casillas precarias en lotes de la comuna que “no tienen un papel que avale que es de ellos ni nada”.
Conflicto
vecinal
Entre los principales inconvenientes que padecen los vecinos de Los Jazmines al 2100, enumeraron los ruidos molestos, música alta y reuniones nocturnas, amenazas, pero además se produjeron daños en la vivienda de una vecina de la cuadra que radicó la denuncia ante la policía y desde ese momento, les asignaron una custodia policial durante la noche.
Para dañar la propiedad, le arrojaron aceite de motor quemado en el frente, en el piso y en una camioneta de su hijo que se encontraba estacionada en el interior. Además, le desparramaron varias bolsas de basura y causaron destrozos.
“Los fines de semana arman boliche afuera, ponen los equipos a todo lo que dan”, relató Sergio Bravo y agregó que esa situación mejoró a partir de que se dispuso un móvil policial que permanece en el lugar durante la noche, de 22 a 6.
“Cuando no había custodia, eran las 5 ó 6 de la mañana y era música al mango y un desfiladero de gente. No se podía dormir”, describió.
A pesar de la presencia de las fuerzas de seguridad, las familias deben soportar durante el día los gritos, insultos y amenazas de los intrusos. Incluso, no pueden dejar que sus hijos salgan solos de las viviendas por temor a agresiones.
“Tengo un hijo de 14 años que va a la escuela. Tengo el colectivo a una cuadra, y lo tengo que llevar a la escuela o hasta el micro porque están estas personas que patotean. Estamos todos en la misma”, se quejó.
“Alguien trabó
el desalojo”
Por otra parte, Bravo renegó porque “hay una orden de desalojo y ya tendrían que haberlos desalojado la semana pasada. No sé quién apareció, que echó para atrás esa orden de desalojo y el juez no puede actuar. Hemos tenido con los vecinos pilas de reuniones en el Municipio con todos los funcionarios, hasta con el Intendente; reuniones en fiscalía; fue la policía a relevar el lugar y a hablar con los vecinos”.
En el derrotero de los integrantes de la barriada para recobrar la paz vecinal, reclamaron ante Desarrollo Social, Protección Ciudadana, Defensa Civil, funcionarios y hasta el jefe comunal, pero “nos dicen que no pueden hacer nada”.
Lamentó que “el juez no puede actuar o no quiere”, y reiteró que “tenemos la información de que alguien trabó el desalojo, y el Municipio dice que no puede hacer nada, el Intendente no puede hacer nada, el juez no puede hacer nada. Hasta la Justicia está atada de pies y manos acá”.
Sin deslizar sospechas, estimó que “algo legal debe haber porque nadie puede ir a decirle a un juez que no desaloje, o nos queda por pensar que el juez no quiere intervenir”.
Para finalizar, agregó que “asombra la impunidad con que se mueven, porque los primeros días que vino la custodia, agarraban a los policías y los primereaban, les decían quién los había denunciado, para qué estaban ahí”.
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