Euforia de los mercados en Brasil por datos que fortalecen al ultradechista Bolsonaro
Los mercados dieron a conocer ayer sus preferencias electorales, reaccionando con fuertes alzas a una encuesta que ensancha la ventaja del ultraderechista Jair Bolsonaro frente al izquierdista Fernando Haddad en las presidenciales del próximo domingo en Brasil.
El índice Ibovespa de la Bolsa de Sao Paulo ganaba 3,38 por ciento a media tarde, con fuertes alzas de empresas estatales, aquellas precisamente que el principal asesor económico de Bolsonaro, Paulo Guedes, planea privatizar total o parcialmente si el excapitán del Ejército llega al poder.
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Las acciones preferenciales de Petrobras subían 7,14 por ciento, las ordinarias (Petrobras ON) 6,74 y Eletrobras 9,02.
También operaban con importantes ganancias los papeles del sector bancario, al que Haddad prometió presionar para que abaraten sus créditos. Itaú Unibanco subía 3,37 por ciento, Bradesco ON 5,93 y Santander 6,85 por ciento.
El dólar se cotizaba a 3,916 reales, con una valorización diaria de 2,63 por ciento. Se trata del valor mínimo del dólar desde el 20 de agosto. A mediados de septiembre, el billete verde cerró a 4,19 reales, un récord histórico.
“El mercado está optimista con Bolsonaro”, después de la encuesta Ibope del lunes, afirmó André Perfeito, de la consultora Spinelli.
Ese sondeo dio a Bolsonaro 31 por ciento de intenciones de voto en la primera vuelta, cuatro puntos porcentuales más que en la medición anterior del 26 de septiembre, en tanto que Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), se estancó en 21 por ciento.
En la segunda vuelta, el 28 de octubre, están empatados con un 42 por ciento (el resto son votos en blanco o de indecisos). En la última medición, Haddad superaba a Bolsonaro por cuatro puntos (42 a 38 por ciento).
Los inversores apostaban inicialmente por candidatos de centro que nunca despuntaron, como el exgobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin (ocho por ciento en el sondeo Ibope), del PSDB (centroderecha), o el exministro de Hacienda Henrique Meirelles (dos por ciento), del MDB, el partido del presidente saliente Michel Temer.
En caso de que una encuesta Datafolha confirme las tendencias del Ibope, esa euforia “va a pegar fuerte en los mercados en los próximos días”, prevé Perfeito, que advierte sin embargo sobre la abundancia de sondeos que hasta el domingo pueden provocar sobresaltos de todo tipo.
Bolsonaro, que en sus 27 años como diputado mostró tendencias proteccionistas, confesó que entendía poco y nada de economía y entregó esos asuntos a Guedes, un Chicago Boy, que tiene dos ideas clave en mente: iniciar la transición hacia un sistema de jubilaciones por capitalización y privatizar lo que se pueda para reducir la deuda pública, actualmente en un 77,3 por ciento del PIB.
Aunque desde entonces tuvo que matizar posiciones, Guedes sigue siendo la principal carta de Bolsonaro ante el mundo del dinero, capaz de compensar al menos en parte el fuerte índice de rechazo que sus declaraciones misóginas, racistas y homófobas le valen en una buena parte de la población.
Ruralistas y evangélicos, con Bolsonaro
Bolsonaro fue denunciado el sábado por masivas manifestaciones de mujeres en todo el país, al grito de “Él no”, pero viene recibiendo otros apoyos.
El Frente Parlamentario de la Agropecuaria (FPA), el mayor lobby del Congreso, que hasta ahora apoyaba a Alckmin, dio a entender que podría irse con armas y bagajes a las tiendas del exmilitar. Y el fundador de la poderosa Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD), Emir Macedo, ya le dio su respaldo, de acuerdo con varios medios brasileños.
“Una parte significativa de la élite brasileña abandonó la socialdemocracia por el fascismo”, lamentó ayer Haddad en Rio de Janeiro. “Cuanto más se estimula el odio, más crece el fascismo”, agregó. AFP-NA
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