La guerrilla paraguaya mató a un hombre al atacar una estancia
Un hombre murió baleado en un ataque a una estancia en Paraguay que las autoridades atribuyeron a la organización guerrillera Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), y en el que también fueron incendiados vehículos e instalaciones, así como robados alimentos y armas, informó la prensa local.
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El atentado se produjo a última hora del sábado en la estancia Santa Teresa, en el departamento norteño San Pedro, donde actúa habitualmente el EPP, y es el tercero que este grupo comete en lo que va del gobierno del presidente Mario Abdo Benítez, quien asumió el cargo el 15 de agosto pasado.
Nery Araujo, quien trabajaba como jefe de seguridad de la estancia -que pertenece a colonos brasileños-, murió en un tiroteo en el que recibió al menos seis impactos de bala, uno de ellos en la cabeza, reportaron los diarios asunceños ABC Color y Última Hora.
El hecho comenzó alrededor de las 22, cuando unas diez personas armadas llegaron al puesto de seguridad de la estancia y retuvieron al empleado que se hallaba allí, informó el vocero de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), mayor Luis Apesteguía.
Dos horas después, Araujo y otro custodio llegaron hasta la casilla y, al advertir la situación, se produjo un tiroteo en el que el primero murió y el segundo escapó.
Araujo recibió seis disparos de balas de fusil y escopeta; algunos impactaron en el hombro y el brazo izquierdos, otro le destrozó la pierna izquierda y el que le produjo la muerte por traumatismo encefalocraneal ingresó detrás de una oreja, según el informe forense.
Luego del tiroteo, los atacantes liberaron al guardia al que habían retenido al comienzo del incidente; incendiaron el puesto de seguridad, así como una furgoneta y dos motocicletas, y robaron escopetas y víveres, dijeron las autoridades.
Panfletos con
amenazas
Asimismo, dejaron en el lugar panfletos firmados por el EPP con amenazas a cultivadores de soja y advertencias sobre la tala de árboles y el cuidado de los arroyos.
El abogado Bader Torres no descartó que el propósito del ataque haya sido secuestrar a su cliente Saulo Detarco, propietario de la estancia asaltada.
“No sabemos si esta gente tenía conocimiento de que él estaba por el lugar; de repente hay gente de la zona metida y entre ellos empieza a correr la versión de si está o no el patrón”, dijo.
Torres admitió además que la estancia tuvo últimamente “varios inconvenientes” con campesinos de la zona que la acusan de ocupar tierras de propiedad fiscal, “constantemente” amenazan quemar los cultivos de soja y hace un mes provocaron un incendio forestal.
Con actuación conocida desde principios de 2008, el EPP es responsable de medio centenar de asesinatos, según las autoridades paraguayas, y mantiene secuestrados al suboficial de policía Edelio Morínigo y el ganadero Félix Urbieta desde abril de 2014 y octubre de 2016, respectivamente.
El 7 de este mes, el EPP atacó otra estancia, donde quemó varias avionetas y maquinaria agrícola sin dejar víctimas, y a fines de noviembre asesinó a un ciudadano brasileño en otro establecimiento rural donde también incendió vehículos y campamentos, en ambos casos también en el departamento San Pedro. (Télam)