Otra tormenta tropical alcanzó a la región del centro de Japón
Una fuerte tormenta tropical originada por un tifón afectó el centro de Japón, sin provocar víctimas, un mes después de las inundaciones mortales.
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Con vientos de 180 kilómetros por hora, el tifón Jongdari alcanzó el territorio japonés en Ise, en la prefectura de Mie, alrededor de la 01h00 local (16h00 GMT del sábado), según la agencia meteorológica.
Aunque su intensidad disminuyó al nivel de tormenta tropical, numerosas regiones se encontraban en estado de alerta.
“Seguimos en estado de alerta desde las inundaciones catastróficas” de principios de julio, aseguró Koji Kunitomi, responsable de los servicios de gestión de crisis en la prefectura de Okayama, en el oeste de Japón.
“Afortunadamente, de momento, no han habido nuevas inundaciones”, declaró Kunitomi a la AFP.
Tras haber descargado lluvias torrenciales en el este de Japón, la tormenta se dirigía hacia el oeste y el sur. Las autoridades japonesas pidieron a decenas de miles de personas que se refugiaran en lugares seguros antes de que se intensifiquen las lluvias.
Las televisiones difundían imágenes de árboles tambaleándose por el viento y de olas enormes que golpeaban contra los diques y las rocas en las costas al suroeste de Tokio.
Al menos 19 personas resultaron heridas en seis prefecturas del archipiélago, según la televisión pública NHK.
Ayer también se anularon más de 170 vuelos y el tráfico ferroviario también estaba muy alterado.
El sábado por la noche, las fuertes olas del océano Pacífico rompieron las ventanas de un restaurante en primera línea de mar en el complejo turístico de Atami, en el sur oeste de la capital japonesa.
“No pensábamos que nos podría pasar esto. Las olas se abalanzaron hacia el restaurante. Estamos agradecidos con los clientes ya que respetaron las órdenes de evacuación”, declaró a la AFP uno de los responsables del establecimiento.
“Afortunadamente, nadie resultó herido”, explicó, aunque precisó que cinco personas fueron impactadas por trozos de vidrio.
La tormenta Jongdari llegó a Chungoku, la región que a principios de julio se vio devastada por lluvias torrenciales que provocaron 220 muertos. Más de cuatro mil personas de esa región del oeste de Japón todavía no pudieron regresar a sus hogares y duermen en lugares provisionales.
Estas inundaciones fueron la peor catástrofe provocada en Japón por lluvias torrenciales durante las últimas décadas. AFP-NA
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