Se reabre en Francia la polémica por la acumulación de mandatos
El primer ministro francés, Édouard Philippe, anunció a finales de enero su candidatura a intendente de la ciudad costera de Le Havre, una práctica polémica pero común en Francia, donde la acumulación de mandatos forma parte de la tradición política gala.
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“Mi decisión está tomada. La pensé mucho, como cualquier decisión importante. Decidí ser candidato a la municipalidad de Le Havre como jefe de lista”, declaró Philippe el pasado 31 de enero al diario París-Normandía.
“En una democracia, la base de la legitimidad son las elecciones”, consideró el premier, quien ya fue alcalde de esa urbe portuaria del noroeste de Francia entre 2010 y 2017.
Si bien precisó que no ocuparía el cargo mientras siga al frente del gobierno del presidente Emmanuel Macron, manifestó su “ambición de volver a ser intendente de Le Havre” cuando termine su misión en el Ejecutivo.
Legalmente, nada le impide a Philippe ocupar los dos cargos a la vez.
De hecho, el expremier francés Alain Juppé (1995-1997) fue también alcalde de Burdeos durante su mandato y ejerció las dos funciones ejecutivas -y percibió ambos sueldos- a la vez.
La acumulación de mandatos fue durante mucho tiempo una particularidad de la política francesa, que se ha visto limitada desde 2014 con una ley que prohíbe esta práctica a los parlamentarios y a los eurodiputados.
Pero para los ministros, salvo en el caso de bancas legislativas, no hay restricciones jurídicas al respecto, aunque sí políticas.
Desde 1997, los diferentes gobiernos -excepto el de Nicolás Sarkozy (2007-2012)- aplicaron una norma tácita que impide a los ministros ocupar otros cargos a nivel local o regional.
Philippe decidió continuar con esta política, pero sólo para puestos ejecutivos, aunque con la opción de ocuparlos al salir del gobierno.
“Desde enero de 2020 cada ministro podrá ser candidato, pero no podrá acumular después su cargo con el de jefe de un Ejecutivo local”, explicó el premier, “Deberá entonces decidir si quiere seguir siendo miembro del gobierno”.
Opciones
Sin embargo, en caso de derrota, advirtió que los ministros “deberán asumir las consecuencias”.
Por tanto, si un ministro elige ser alcalde, deberá dejar su cartera, tal como decidió el titular de Acción y Cuentas Públicas, Gérald Darmanin, que compite por la intendencia de la norteña Tourcoing.
Si opta por una candidatura testimonial, como la de Philippe, en lugar de renunciar al cargo electo como es costumbre en Argentina, puede decidir ser concejal y dejar que el consejo deliberante elija a otro intendente.
Así, cuando acabe su función en el poder Ejecutivo, el ministro puede recuperar la intendencia, siempre que la mayoría del consejo deliberante lo avale y su reemplazo lo acepte.
En cambio, si se presenta a concejal, podrá ocupar las dos funciones al mismo tiempo.
Una opción contemplada por la secretaria de Estado para la Igualdad, Marlène Schiappa, en el distrito 14 de París, y el secretario de Estado encargado de la Juventud, Gabriel Attal, en el municipio de Vanves, a las afueras de la capital. (Télam)