Necrológicas
MIRTA POLLAK DE COMISO
El 26 de mayo pasado, a los 69 años, se produjo el fallecimiento de Mirta Pollak de Comiso.
Había nacido en Chillar el 21 de abril de 1948 y a temprana edad llegó a Tandil, junto a sus padres.
Mirta era ama de casa y quienes la conocieron la consideraban una muy buena madre y abuela.
Su partida es lamentada por su esposo Raúl Comiso, sus hijos Sebastián, Emilio y Victoria; sus nietos Guillermo, Marcos y Santiago; hijos políticos, hermanos, sobrinos y vecinos.
Su familia agradece a todos los que acompañaron en ese difícil momento y ruega una oración por el eterno descanso de su alma.
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BENITO NICOLAS
El pasado 21 de mayo, se produjo el fallecimiento de Benito Nicolás, a los 88 años de edad.
Benito era un trabajador incansable y desde muy joven realizó diversas tareas destacándose su paso por el Bazar París.
Luego alternó el trabajo en canteras y como chofer de colectivo de las líneas verde, azul y blanca.
En ese camino conoció a quien fuera su mujer, Delfa Esther Ghezzi, y tuvieron a su único hijo, Jorge. Los primeros años vivieron en la cantera “La Movediza”, donde Benito trabajaba, para luego mudarse donde sería su casa hasta los últimos días.
En sus últimos años de trabajo formal se desempeñó en Metalúrgica Ronicevi.
Recordatoria
“En nuestro recuerdo quedan tus largas historias con el telégrafo. Se te iluminaba la mirada cuando nos contabas los lugares y personas que te llevó a conocer, sin duda fue una de tus grandes pasiones.
Siempre fuiste una persona con sed de conocimiento, preocupado por estar actualizado, reinventándote día a día, con unas intensas ganas de vivir hasta el último momento.
Cada cosa que hiciste fue con amor, no cabía la maldad en tu ser, eras bueno como pocos. Sos un claro ejemplo a seguir.
Aún no podemos creer que ya no te tengamos entre nosotros, te vamos a extrañar tanto…
Hoy te despedimos con una copa de vino en alto y te pedimos que desde donde este nos sigas protegiendo y guiando con tu inmensa luz.
Te amamos por siempre, tu hijo, hija política y tus nietos.”
GRACIELA MARIA DE PAOLI
El 27 de abril falleció Graciela María De Paoli, a los 63 años.
Su deceso produjo mucho dolor y tristeza entre sus seres queridos, vecinos y amigos de Villa Italia.
Dedicó su vida a su hija Melisa, a su nieta Faustina, que era la luz de sus ojos.
Su partida es lamentada por su hija, yerno, nieto, sobrinas, su hermano y demás familiares.
Dedicatorias
“Te vamos a extrañar mucho. Gracias por todo lo que hiciste por nosotros.
Nunca vamos a olvidar tantas fiestas juntos, que organizabas con tanto cariño y amor”.
“Queridísima Madrina:
Siempre te voy a recordar por acompañarme y apoyarme en cada una de las decisiones y momentos importantes de mi vida. Te llevo en mi corazón para siempre.
María de los Angeles De Paoli”.
“Mi madrina, ese rol que pocas personas ejercen.
Vos te encargaste de estar siempre presente en cada momento de mi vida,
Lo único que me sale en este momento es decirte gracias por absolutamente todo lo que hiciste por mí y por mis hijos, pero lo que más agradezco son tus consejos, en los cuales me enseñaste valores, principios, y que sin esfuerzo nada se puede lograr.
Nunca te voy a olvidar. Fuiste y serás la mejor madrina del mundo. Te voy a extrañar por siempre y estoy seguro que algún día nos vamos a encontrar y me vas a poder hacer otra torta más como las que con mucho amor le hacías.
Te amo hasta el más allá.
Tu Negrito, Coty”
Madrina Graciela:
Compartimos momentos irrepetibles que quedarán en mi corazón. Fuiste conmigo incondicional, generosa… Me brindaste tanto! Mil gracias.
Estuviste y estarás en cada instante de mi vida.
Leslie Rieci”.
JOSE LUIS MAIOLINO
“Se fue José. Sí, el plomero del autito que bajaba por todos lados con su caja de herramientas para solucionar infinitos problemas domésticos.
Siempre solicitado, muchas veces nos hacía renegar, pero eran muchos sus clientes-amigos o amigos clientes, no sé como decir.
Compañero de Elda, muy querido en el barrio de Chacabuco al 1300.
Dios quiso llevárselo casi junto con su caja de trabajo –maletín inseparable-, porque se descompuso luego de terminar unas tareas, degustar unos mates y seguramente fumarse un puchito, como decía mi nieto. Pero ese sería al ratito de otro -y los que “padecen” esa terrible adicción podrán decirlo- y pudieron más que todos los consejos de profesionales y familiares.
Y sí, el cigarro hace estragos y eso es lo que le pasó a José.
Pero esto tal vez es una excusa… Era su día y Dios, el destino o quien sea, lo tenía dispuesto.
Dejó un vacío muy grande en su numerosa clientela y en su familia.
Chau José. Descansa en paz junto a tantos amigos que te precedieron. Nos queda tu recuerdo y tu ejemplo.
María Rosa”.
“Te despiden tus hijos Alberto Faustino y José Luis Arregui, y sus familias respectivas”.
ANGELINA COLLALTO Vda. DE GALLESE
Recientemente se produjo el deceso de Angelina Collalto, quien había nacido en Avezzano, en la provincia de L’Aquila, en la región de Abruzzo.
Allí nacieron también dos de sus hijos y su marido.
Desde su amada Italia vino a la Argentina en febrero de 1951, con sus dos hijos: Alvaro y Vilma Gallese. Roberto Gallese, su hijo menor, nació en Argentina.
Su marido Mario Gallese había llegado a la Argentina diez meses antes.
Como tantos otros inmigrantes, vinieron a América buscando un destino mejor.
Se hicieron su casa trabajando los domingos sin descanso y así pudieron dejar de alquilar “el ranchito” donde vivían, en Villa Laza.
Recordatoria
“Angelina crió a sus hijos, mientras trabajaba cosiendo pantalones, tejía para la familia y cocinaba como los dioses.
Luchadora, gran mujer, siempre con una sonrisa, llena de amor. Aprendió a hablar nuestro idioma, a prueba y error. Y hablaba “la castilla” -como decía ella- a la perfección.
Todos los cumpleaños nos hacía las tortas, regalaba un suéter y llevaba los alfajorcitos de maicena.
En 1992 Angelina y Mario volvieron a Italia de paseo a visitar a su familia.
Angelina enviudó en 1995. Llegó a ser tatarabuela, y a sus 92 años partió dejándonos todo el amor que sembró”.
DANIEL MAURICIO CHACON (“DIOGENES”)
El 24 de mayo pasado, a la edad de 62 años, se produjo el deceso del vecino tandilense Daniel Mauricio Chacón, más conocido por su apodo de Diógenes.
Había nacido el 7 de julio de 1954 en Villa Italia, barriada en la que residió toda su vida.
Era hijo de Elba Barcala (f) y Wilfredo Chacón (f). Cursó sus estudios primarios en la Escuela 21 y posteriormente realizó cursos de electricidad.
Casado hace más de 40 años con Nélida Ester Alvarez, “Diógenes” tuvo dos hijos: Daniela Roxana y Christian Daniel, quienes con el tiempo trajeron a la familia a los hijos políticos, Luis Vivas y Laura Portillo. Luego llegarían los nietos que le alegraron la vida: Ezequiel Vivas, Rodrigo Chacón y Florencia Algañaraz.
“Diógenes” era un gran amante de la pesca, en tanto que su otra gran pasión fue el automovilismo.
Es muy recordada la etapa en la que integraba los equipos de Hugo Ricardo y Juan Pablo Gorostidi, en la década del `80 en las recordadas categorías Promocional 850 y Monomarca 1.100.
Laboralmente se desempeñó como electricista, luego en Metalúrgica Tandil y posteriormente en Ronicevi, donde estuvo 14 años.
Desde hace más de una década “Diógenes” era taxista, con parada en el Casino.
Daniel Mauricio Chacón era considerado un buen vecino y muy querido por sus numerosas amistades.
Hoy su familia agradece las muestras se afecto recibidas y destaca su gratitud a su cuñada Estela Alvarez y a su esposo, Juan Carlos Fernández, al igual que a sus sobrinos Silvana, Yessica, Soledad y Matías.
También destacan la atención recibida en la Sala 3 del Hospital Santamarina y de los médicos Elisabeth Rojas y Diego Marino, además del profesional de cabecera, Guillermo González, y de la enfermera personal, Soledad.
DANIEL ALBERTO LARA
El pasado 21 de mayo, a los 60 años, se produjo el fallecimiento del vecino Daniel Alberto Lara.
Había nacido en General Lamadrid el 2 de abril de 1957 y era hijo de Blanca Pura Galván.
Prácticamente toda su vida se desempeñó laboralmente en la Universidad Nacional del Centro.
Su partida es lamentada por su única hija, Anabella; sus hermanos Edith, Nora y Tito; su yerno Javier, cuñados, sobrinos y primos, además de otros familiares y amigos.
Dedicatoria
“Querido papá:
Todavía no puedo creer que te fuiste.
A pesar de que no éramos muy demostrativos, sabés que te quería mucho!
Solo deseo que donde sea que te encuentres, estés en paz.
Me es muy difícil afrontar todo esto. Solo me quedo con mis mejores recuerdos de vos y prometo cumplir todo lo que tenías planeado hacer acá, que solo vos y yo sabemos!
Hasta pronto Pa!
Te voy a extrañar mucho! Siempre en mi corazón! Te quiero!
Tu hija Anabella”.
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