Necrológicas
CLAUDIA GRACIELA LARSEN
El pasado 5 de mayo, a los 56 años, se produjo el deceso de Claudia Graciela Larsen.
Había nacido el 11 de noviembre de 1961 y hoy sus hermanos la recuerdan con sentidas palabras:
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“Ya dos meses sin tenerte entre nosotros. Qué difícil se me hace contar quien fuiste en esta vida!
Alguien muy alegre, llena de energía, siempre positiva, feliz de la vida hermosa que tuviste, primero con Pá y Má y nosotros cinco, bien unidos siempre y muy felices; y luego con la familia hermosa que formaste con Marce, el gran amor de tu vida y el hijo hermoso y muy maduro que tuvieron para la edad que tiene, Alen.
Si algo me consuela dentro de esta gran tristeza que tengo es que tuviste una vida completamente feliz: 56 años donde solo conociste la felicidad y eso no todo el mundo lo logra.
Siempre hiciste todo lo que tenías ganas de hacer: tus hermosas manualidades, tus clases de baile, tu curso de lengua de señas, las ganas de ayudar de siempre, abanderada dinamarquesa en las fiestas de las colectividades, todo con tanta alegría.
Aún en estos meses nunca bajaste los brazos. Siempre positiva, siempre haciendo un poco más para recuperarte más rápido… Es lo que pensábamos todos, que salías de ésta. Hasta pienso que te fuiste feliz sabiendo que a más tardar volvías a tus amadas clases de baile.
Llena de amigas que valen oro, que estuvieron con vos hasta último momento…
Me quedo con tu alegría de siempre, como cuando planeaste la parodia para el cumpleaños de tu amiga, de Cristina entregándole el mando a Macri y me decías “le voy a poner abrojo a la bandera así queda como que no se la quiero entregar”; o para mi último cumpleaños, que me diste el regalo envuelto en diez paquetes por lo menos. Mientras yo sacaba y sacaba, vos te matabas de risa. Eso te pinta de cuerpo entero como eras, como vivías la vida: con todas las ganas del mundo.
Me quedaré con esa imagen tuya, esas charlas donde me escuchabas y me aconsejabas tanto. Eras mi gran amiga, mi confidente.
Voy a extrañar mucho todo lo que vivimos juntas, hablando y riéndonos de mis salidas.
No sufriste, gracias a Dios. No merecías otra cosa.
Te imagino feliz con Pá, Má y Andrea, los tres muy juntos allá, donde algún día nos volveremos a encontrar.
Solo te fuiste antes para esperarnos. Sé que desde donde estás vas a ayudar a tu Marce querido y a tu hijo tan amado para que no se les haga tan pesado y tan triste no tenerte.
Pero personas como vos no se van nunca, quedan con nosotros viviendo dentro de nuestro corazón.
Viviste muy feliz y te fuiste muy feliz viendo que volvimos a ser lo que éramos, los cuatro muy unidos, y así vamos a seguir unidos por siempre a la hermosa familia que formaste.
To, como madrina que me elegiste de tu amado Alen, siempre lo voy a acompañar. Ahora más que nunca, al igual que con tu amado Marce.
Agradezco a Dios una vez más la familia hermosa que me dio y a vos en especial, que fuiste muy importante en esta nueva etapa de mi vida. Sé que desde donde estés me seguirás guiando y aconsejando.
Te amo desde el alma, hermanita mía.
P.D.: Quiero agradecer a todo el plantel de médicos y enfermeras que la atendieron tan humanamente al igual que todo el grupo de profesionales de “Dar Salud”, porque fueron hermosas personas con ella. A todos muchas gracias.
Tus hermanos Silvia, Carlos y Jorge”.
BLANCA MARGARITA JUANA MARTINEZ DE JUAREZ
Recientemente se produjo el fallecimiento de una querida mujer de 82 años, Blanca Margarita Juana Martínez de Juárez.
Había nacido el 29 de marzo de 1935 y su familia la despide con amor de la siguiente manera:
“Y un día el cielo, se llenó de brillo…
Y ese día fue el jueves 22 de junio, en horas de la tarde. A los 82 años cerró sus ojos esta señora, vecina, comerciante y profesional de nuestra ciudad, relacionada con su profesión de óptica, la cual transmitió a su hijo que hoy sigue su legado y el de su esposo, el recordado Pedro Oscar Juárez, óptico legendario del comercio de Tandil.
Blanquita, como se la conocía en su ambiente de amigas de la vida, del club y de la familia, fue una mujer ejemplar, que se preocupó por criar a sus cinco hijos que hoy la recuerdan con la tristeza de la partida, pero con la alegría de saber que lo que son en la actualidad se lo deben a ella, a su ejemplo personal, a su dedicación diaria para educarlos y guiarlos en el buen camino de la vida, a ser una excelente esposa, a ser esa mamá que hasta sus últimos días, desde su silencio se preocupaba por cada uno de nosotros. Qué más mamá, podemos haber pedido de vos, si has sido lo que todo hijo quiso: una madre única.
Pero Blanca también fue una abuela modelo: tuviste trece nietos, que les brindaste tu sonrisa contagiosa y tu protección diaria, fuiste una abuela federal. Mendoza, La Plata, Posadas (Misiones), Capital Federal, Villa Cacique y Tandil, son lugares que tus nietos desarrollan y conviven con las experiencias y sabidurías de esa abuelita que siempre se preocupó desde su rol, para que ellos sean hombres y mujeres de bien, en el mundo que les toca vivir.
Fuiste bisabuela. ¡Qué orgullo, qué placer tener al “Toto” en tus brazos aunque te quedó el gusto de conocer a la Coloradita, que desde la panza de su mamá, se puso tan triste y melancólica cuando se dio cuenta que su mami, lloraba y recordaba a su abuela.
Te fuiste Blanca Margarita. Te fuiste desde este mundo terrenal, pero tené la plena seguridad que estarás siempre en el recuerdo de quienes te amamos y respetamos con todo nuestros afectos. No te veremos en los próximos veranos en la sierra de nuestro Tandil querido, compartiendo con tus hijos, nietos y bisnietos. Pero en esas noches de alegría familiar, de reuniones alrededor de la mesa, acompañados por la guitarra de tu nieta -la artista- a la hora de los brindis, algunas lágrimas traicioneras correrán por nuestras mejillas, sabiendo que desde el cielo, nos vas acompañar entre cantos, poemas y vino. Salud mamá!
Mamá: descansa en paz. Tu misión en la tierra la cumpliste de la mejor manera.
Te amaremos siempre y nunca te olvidaremos.
Tus hijos”.
ELIDA TERESA FERNANDEZ DE AMENABAR
El 16 de junio pasado falleció Elida Teresa Fernández, nativa de la ciudad de Rauch, quien se radicara en Tadil luego de contraer matrimonio el 10 de octubre de 1952 con Arturo Ceferino Amenábar.
Posteriormente, y ya con una hija de un año –Susana Olga- se establecieron en Villa Italia, donde nacieron sus dos hijas Liliana Silvia y María Laura.
Tuvo una gran dedicación y compromiso con las instituciones de esa barriada. Participó activamente en el proyecto de creación del primer jardín de infantes del barrio en 1965 y formó parte del Club de Madres de la Escuela 21.
Desempeñó tareas de preceptora y secretaria del Colegio Secundario Sagrada Familia y en el Colegio del Sol.
Una vez retirada de su vida laboral integró junto a vecinos la comisión directiva del Centro de Jubilados de Villa Italia quienes concretaron la adquisición del edificio propio. Una vez 1ogrado ese cometido se dedicó a trabajar de manera desinteresada en el mencionado centro, en carácter de presidente de la comisión directiva.
A su deceso contaba con la edad de 84 años y disfrutaba de sus nietos y bisnietos.
“Vaya con Dios, y que sea Él quien ahora disfrute de su presencia. Mientras se la recuerde, seguirá viva en el alma y corazones de sus seres queridos”.
LIDIA CRISTINA RODRIGUEZ DE NUÑEZ
El 24 de junio, a los 62 años y luego de luchar contra una dura enfermedad, ha dejado de existir Lidia Cristina Rodríguez de Núñez.
Nacida en Tandil, el 11 de abril de 1955, era hija de Mariano N. Rodríguez, e Idolinda D. Fabrizio.
A los 18 años contrajo matrimonio con Domingo Núñez del cual nacieron Mariano, Gastón y Valeria.
Con el paso de los años llegaron sus nietos Celeste, Camila, Luz, Morena, Benjamín, Valentino, y Ludmila quienes llenaban su corazón de alegría.
Recordatorio
“Fuiste una gran mujer, madre, abuela, tía, cuñada, llena de valores, los cuales siempre nos inculcaste a todos para que seamos buenas personas. Eras leal a tus sentimientos luchabas siempre por el bienestar del otro sin importar quien fuese.
Todos tus familiares elegimos quedarnos con los mejores recuerdos junto a vos, en las reuniones que sin motivo alguno se armaban en tu casa solo para reunirnos y vernos a todos ahí, eso sí que te hacia feliz, ver a todos juntos.
Te queremos agradecer por todo el amor brindado, en cada gesto, en cada uno de todos nosotros de una u otra manera.
Gracias por tanto amor, nunca te vamos a olvidar”.
ANA MARIA CASTRO Vda. DE VILLAN
El 24 de junio pasado, a los 73 años, falleció Ana María Castro viuda de Villán.
Nacida en Tandil, el 18 de mayo de 1944, fue una querida y respetada mujer de trabajo, además de llevar adelante la crianza de sus hijos.
Dedicatoria
“Mamá: ese 24 fue el peor día de nuestras vidas. Tus hijos Guillermo, Marcelo, Jorge, Cristina, Javier y Juan; tus hermanos, tus hijos políticos, nietos, bisnietos y amigos nunca te olvidarán.
Trabajaste toda tu vida, los últimos años en el edificio Sierra hasta tu merecida jubilación.
Está de más decir que fuiste una gran mujer en todos los sentidos de la palabra.
Siempre te llevaremos en nuestro corazón, amada madre. En los peores momentos estuviste siempre con nosotros.
Te vamos a extrañan mucho mamá.
Tus hijos”.
IVAN JESUS RICARDO CASCO
El 22 de junio, a la edad de 54 años se produjo el fallecimiento de Iván Jesús Ricardo Casco.
Iván había nacido en Mar del Plata el 20 de agosto de 1962 y trabajaba en la empresa Segur-Plus.
En oportunidad de la guerra de Malvinas, fue movilizado como soldado de Infantería de Marina a Puerto General Belgrano, donde supo ganarse al afecto de sus compañeros.
Dedicatoria
“Queremos recordar a Iván tal cual fue: un ser humano muy especial de un corazón enorme, siempre predispuesto para ayudar al otro.
Muy de su familia, siempre tenía tiempo para visitar a todos sus hermanos, primos, sobrinos. Al amante de los “fierros”: fanático de las carreras de autos, al piloto-mecánico de motocross en su Garelli 75 c.c., al hincha de Boca Juniors siempre cargando a los “primos”. Al que abrazó al “kirchnerismo” por convicción y no por acceder a mejoras materiales y lo defendió a capa y espada hasta el día de su partida. Al amante de “la banda inconsolable” de las misas ricoteras.
Aunque lo extrañamos sabemos que está acompañado con su viejita querida.
Tus hermanos y tus sobrinos te armamos banda”.
BEATRIZ MARÍA DEL PILAR ISLAS
Su familia la recuerda con estas palabras…
El 22 de junio de 2017 falleció Beatriz. Bea para nosotros. El 20 de agosto hubiera cumplido 80. Estaba esperando este momento, contenta preparando el festejo, deseando que estuvieran todos.
Partió hacia la Casa del Padre. La razón es sencilla: fue una persona buena. Así de simple, buena. Y así de difícil. Porque vivió al servicio de los demás, encarnando verdaderamente los preceptos del Evangelio, sosteniendo su fe aun en los momentos más dificultosos y escabrosos, siempre con una sonrisa. Sin quejas. Sin lamentos. Cuidó a su hermana Sarita, a su papá David, a su mamá Mercedes, a sus hermanas Alicia y Adela hasta que partieron. Estaba preocupada por David, su hermano que está en Neuquén. Compañera de Stella, a quien veía a diario. Siempre atenta a la familia, a sus primas, a sus amigas de la “Promoción”, a todos.
Para Ella la alegría estaba en la familia más cercana. Disfrutó de sus sobrinos y de sus sobrinos nietos. Las fotos de todos ellos están sobre el piano: eran su tema preferido de conversación. También disfrutaba de la música, la buena lectura y las cosas simples de la vida. Una buena compañía, una serena presencia.
Quienes la conocieron o trabajaron con ella en su amada Escuela de Comercio sólo tienen lindas palabras para recordarla. Igual nosotros. Siempre moderada y correcta, cumplía sus labores con puntualidad y responsabilidad, sin perder nunca su compostura. Sabemos que estás en la “habitación de al lado”, como dice San Agustín. Pero cómo nos gustaría volver a abrazarte amada Beatriz.
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