Necrológicas
JUAN ENRIQUE ZAMPATTI (“JUANILLO”)
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El 18 de junio pasado, a los 71 años, se produjo el fallecimiento de Juan Enrique Zampatti, popularmente conocido como “Juanillo”.
Su deceso ocurrió en forma inesperada, luego de haber disfrutado de un asado en familia, con motivo del Día del Padre.
Fue definido por sus allegados como un hombre trabajador, humilde y de un enorme corazón.
Era apasionado por la pesca y fanático de mirar todos los partidos de fútbol, siendo Racing el club de sus amores.
En su querido Club Defensa, Juanillo se reunía con sus amigos de la juventud a disfrutar de hermosos momentos.
Dedicatoria
“Te llevaremos en nuestros corazones y estarás presente siempre.
Tu esposa Aurora Dacosta, tus hijos del corazón, nietos y bisnietos, que fueron tu familia en los últimos años”.
JUAN CARLOS SERRANO
A los 86 años, el 17 de julio pasado falleció el vecino Juan Carlos Serrano.
Marisa y Pedrito Acosta lo recuerdan con afecto y destacan la calidad humana y el afecto que les brindó, al igual que a las hijas y nietos.
“Siempre te recordaremos con mucho cariño. Que descanses en paz.
Marisa y Pedrito”.
MARIA ATANASIA LLANOS DE GRAMUGLIA
El 18 de agosto pasado, a los 84 años, dejó de existir una querida y respetada vecina: María Atanasia Llanos de Gramuglia.
Había nacido en Tandil, el 18 de diciembre de 1932, y residió en la zona rural próxima al Haras General Lavalle hasta el año 1950.
En ese año contrajo enlace con quien sería su gran compañero de vida durante seis décadas, José Gramuglia.
El matrimonio fructificó con la llegada de los tres hijos: José Carlos, Germán Guillermo y Gustavo Gabriel.
Con el tiempo la familia se extendió a las hijas políticas Cristina Estela Medina y Claudia Fuente, y al nieto, Leonardo Carlos Gramuglia.
María Atanasia se dedicó a la crianza de sus hijos y acompañó con amor a su ya fallecido esposo, siendo recordada con afecto y reconocimiento por sus seres queridos.
JOSE RAMON BASCONCELO
A los 83 años, el pasado 20 de agosto dejó de existir el vecino José Ramón Basconcelo.,
Había nacido en la localidad de Vela, el 16 de enero de 1934.
Durante su vida se desempeño como alambrador y como camionero, recorriendo los campos de la zona.
Había formado su familia con María Esther Ariza (f), con quien tuvo un hijo: José María (f).
Su amiga, compañera de la última etapa de su vida, Eva Strack, realizó una dedicatoria:
“Te recordaré siempre en mi corazón, junto a sus hijos, quienes compartieron tus momentos de alegría, tus cumpleaños y paseos juntos.
Que descanses en paz. Por siempre en nuestro corazón”.
ATSUKO KAWBARA
El pasado 13 de agosto falleció a los 92 años la vecina Atsuko Kawbara, quien había nacido el 1 de diciembre de 1924.
Nativa de Japón, residía en Tsuneishi, un pueblo perteneciente a la provincia de Hiroshima.
Tras la guerra y la explosión de la bomba nuclear a unos 180 kilómetros de su residencia, la familia Kawbara decidió trasladarse a Sudamérica y lo hicieron en barco.
Junto a su esposo Satoru y sus tres primeros hijos, Atsuko se radicó inicialmente en Asunción de Paraguay, donde nacieron otros dos hijos.
Pocos años después, uno de los hijos –Yuki- se trasladó a Chivilvoy para trabajar en una huerta y pronto también lo hizo el resto de la familia.
En busca de un progreso mayor, los Kawbara cambiaron su desempeño laboral hacia el rubro tintorería, radicándose años después en forma definitiva en Tandil.
El sacrificio dio sus frutos y la empresa de la familia, tintorería Hiroshima, tiene un merecido y prestigioso lugar en Tandil.
Atsuko y Satoru fueron los pilares de una familia en la que la tradición y las costumbres japonesas se mantienen intactas, así como el espíritu de lucha.
La partida de Atsuko es lamentada por sus hijos, hijos políticos, nietos y bisnietos.
MARIA LIDIA CERRI
“María Lidia Cerri, oriunda de Ayacucho, con ochenta y tres años, residente en Tandil, al despedirse el 18 de agosto del 2017, nos deja su saludo:
Blancos años
De niña
sentí el calor del rancho
cuando mis padres
el puesto cuidaban
La malaria
azotó aquellas tierras
Aún recuerdo
la casita
haciéndose pequeña
el sonido del carro
y la polvareda
cuando a la Capital nos mudamos
Hablar
mucho me gustaba.
Así,.. idiomas encaraba
Trabajando en una fábrica
me pagué cursos
Inglés y francés
con esfuerzo aprendí
y enseñando,
gente de toda estirpe conocí
El asma
cambió mi rumbo.
Y… a Tandil arrimé
Más gente vinculé
Pero…
un grupo de damas
me reencontró
con el calor
de aquel rancho
Mi corazón
palpitaba
en suave sintonía
cuando…
con ellas me reunía
Son… mi grupo
de los años,
de mis cabellos blancos
Al llamado respondí
cuando el Diosito me llamó
Camino a las estrellas,
como alejándome,
las veo empequeñecer
cuidándome.
Pero
No teman…
“”Je suis””… “”io sono””:
Mari . . “” Que las ama ””
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