Necrológicas
MIGUEL ANGEL GALLARDO
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Recientemente se produjo el fallecimiento de un querido vecino de Villa Aguirre, Miguel Angel Gallardo, quien había nacido en Tandil el 4 de agosto de 1972.
Trabajaba para la empresa de Tato y José Medina y sus familiares y amigos recuerda cuando lo cargaban por su trabajo y lo tildaban de ser “el malo que cortaba la luz”.
Supo ganarse el aprecio de los titulares de la empresa y de Willy, su compañero de tantas horas de trabajo.
Miguel Angel Gallardo era una persona muy familiera, a la que le gustaba viajar a Tres Arroyos a visitar a sus suegros, en tanto que el cercano balneario de Reta era la playa elegida para su descanso y para demostrar aún más su amor a su familia.
Dedicatoria
“El 29 de septiembre partió en un viaje hacia el Cielo, Miguel Angel Gallardo -como su nombre lo decía- el ángel que hoy nos guía y nos protege.
El era una persona maravillosa, rodeada de gente que lo adoraba.
Amaba su trabajo. Salía todas las mañana a las cinco en su camión para realizar su trabajo.
Era responsable, trabajador y -sobre todo- un gran luchador, ese luchador que de tanto luchar y luchar se quedó sin fuerzas.
Sin dudas dio todo por nosotros (su familia). Hoy quedamos mis hermanos (Camila y Jesús) y mi mamá (Silvana) con un vacío enorme.
Hoy nuestro hogar no es el mismo: nos falta el viejo renegado, divertido y el mejor cocinero, el que todos los fines de semana hacía comidas raras pero riquísimas. Nos juntábamos en familia para comer hasta no poder más… Eso sí: él cocinaba pero no comía, porque estaba atento a que no nos faltara nada. Hoy esos momentos quedan en la memoria… Hoy solo nos quedamos con el recuerdo de lo maravilloso que era.
El siempre nos cuidó y nos defendió. Nunca nos faltó nada: si era necesario trabajaba de sol a sol.
El -sí, mi Papá- era el mejor de todos: era el mejor padre y esposo que nos pudo haber tocado.
Aunque aún le faltaba mucho por vivir, aunque no le pude cumplir su sueño -el sueño de ser abuelo, porque él anhelaba eso solo- hoy sabemos que tenemos que recordarlo con una sonrisa porque él así se lo merece.
Todos -familiares y amigos- lo vamos a recordar así, porque él así lo quiere.
Por siempre te vamos a recordar, Viejito. Te amamos, nuestro Angel”.
Micaela Gallardo.
ELSA NOEMI SANSONI VDA. DE NUÑEZ (“MIMÍ”)
A los 68 años, el 26 de septiembre pasado se apagó la vida de Elsa Noemí Sansoni Vda. de Núñez, conocida como “Mimí”.
Había nacido el 28 de marzo 1949 en Cangallo (partido de Ayacucho), en la casa donde vivían. Su papá se llamaba José María Sansoni, en tanto que sus hermanos eran José, Juan, Rubén, Julio y Graciela.
Su partida causó dolor en su hijo Pablo, su nuera Vanesa, su nieto Tomás, su madre Elsa Moris y demás familiares, amigos y vecinos.
“Mimí” era cabeza de una familia, mujer sencilla, dinámica, trabajadora.
La vida la coronó con el nacimiento de su hijo Pablo, quien trajo a su vida a su nuera Vanesa, que la cuidó y acompañó durante su enfermedad con amor y dedicación.
Dedicada a su familia, amaba el jardín y las flores, la huerta, la naturaleza, los animales, los libros… ¡la vida!
Su pasión era el tejido en sus horas de descanso, donde las hebras se sucedían en una gama de colores y jugaban al ritmo de la vida.
Su familia la define como “una señora en todo el sentido de la palabra, generosa y con una dignidad que la caracterizó toda su vida, supo ganarse el aprecio y el respeto de quienes la conocieron”.
Estudió en el Colegio Sagrada Familia, donde se recibió de maestra normal nacional, profesión que ejerció en la zona rural hasta que se jubiló.
La llegada de su nieto Tomás alegró e iluminó sus últimos años.
Recordatoria
“No llores si me amas si conocieras el don de Dios y lo que es el Cielo” (San Agustín).
“Te recordaremos siempre radiante, con andar sereno y tu sonrisa a flor de labios.
Nos quedamos con tu amor e infinitos recuerdos y anécdotas.
Te deseamos un eterno descanso”.
HAYDEE RAQUEL GIMENEZ DE MAGGIO
A la edad de 78 años, recientemente se produjo el fallecimiento de Haydée Raquel Giménez de Maggio.
Había nacido el 3 de noviembre de 1938 en la localidad de María Ignacia, estación Vela.
Era la mayor de ocho hermanos e hija de Triestina y Manuel.
Trabajó como empleada de comercio en la juguetería “Aladino”, que estaba en la galería de 9 de Julio, hasta que se jubiló.
Casada con Jorge Maggio, tuvo una hija y amaba tanto a Vela como a su querida Tandil, ciudad a la que llegó en su adolescencia.
Dedicatoria
“Mujer íntegra, luchadora, servicial hasta el cansancio. Tu corazón fue tan grande y repartiste tanto amor que se agotó antes de tiempo, de tanto dar sin esperar nada a cambio, de tanta admiración por las pequeñas cosas de la vida, de encontrar la belleza en lo más simple, en lo sencillo, en lo modesto; desde una flor, un nuevo arroyito que descubrías en las sierras, hasta en compartir unos mates con la gente que amabas.
Tuviste una vida de entrega plena, al trabajo, a tus papás, a tus hermanos, hija, sobrinos y amigas y en estos últimos meses, a la luz de tu vida, tu nieto.
Sabemos que este último tiempo viviste por él, y que te daba las fuerzas para seguir, aún cuando tu cansado cuerpo te enviaba señales que nunca nos querías mostrar.
Tu nietito amado se va perder de conocerte personalmente, pero nos encargaremos de que sepa todo lo que significó para todos la Abuela Haydée.
Ya no estás físicamente, pero no te fuiste, y nunca te irás, ya que vives en cada una de tus plantas, que cuidabas con tanto amor y esmero, en cada casa que tenga alguna de tus artesanías o una de tus macetitas tejidas y -por sobre todo- en nuestros corazones y en nuestros recuerdos.
Vamos a extrañar tus palabras de aliento, tu energía siempre tan positiva, tus consejos, tus mates, tu compañía en los paseos por tu hermoso Tandil.
Y cada vez que la tristeza y la angustia nos invada nos preguntaremos ¿qué nos diría mamá Haydée?
Y la respuesta surge simple y clara, como si nos la susurraras al oído: Déjense de llorar y disfruten la vida!”.
LUIS ANGEL BARRENA
El 3 de octubre pasado falleció el vecino Luis Angel Barrena, quien había nacido el 24 de junio de 1946 en Ayacucho, pero desde niño residía en Tandil.
Era viudo de Elba Arias, con quien había tenido cinco hijos: Griselda, José, María, Paola (f) y Gustavo. Su familia también estaba integrada por sus hijos políticos Domingo Salinas, María Cristina Castro, José Luis González y Ana Cacciato; sus nietos Yanina, Valeria, Facundo, Gabriel y Christian; Luis Angel, Gustavo, Katerine, Belén, Juan y Ainara; Cintia, Florenciam, Melina, Nahuel, Santiago y Shaiel; sus nietos políticos y bisnietos.
Sus hermanos eran Beatriz, Juan José, Jorge, Héctor y Elsa (f).
Luis Angel Barrena había trabajado de joven en una fábrica de fósforos; luego realizó tareas de mantenimiento en canchas del Hipódromo y se desempeñó en la empresa Ginter. También supo dedicarse al corte de pastos y actualmente estaba jubilado.
INES GRIECO
Tal lo informado, el pasado 1 de octubre, a los 68 años, se produjo el fallecimiento de Inés Grieco.
Hoy su amiga Beatriz Harispe la despide con una afectuosa dedicatoria:
Dedicatoria
Inés
Si te vieras, en tu sueño insomne
¿Olvidaron colorearte las mejillas?
Si atisbaras el aspecto de la calle, autos, gentes,
queriendo despedirte, estar presente.
¡Tanto afecto de la infancia conviviente!
Si supieras del valor de tus varones y las novias
que intentan sostener el desarraigo de sus vidas;
la hombría vulnerada en hechos de partida.
Compartíamos ferias, talleres y teatros:
de blanco paño era el atuendo
y el turbante de aires orientales
con ojos azules, celestiales.
Si mirábamos juntas “Le prénom”
una búsqueda de nombres en la historia, los ancestros,
para legar al hijo por llegar:
humor maestro.
Si en ternuras armaste tu contexto
haciendo nido en lo hogareño
el culto a la familia, los amigos lo materno.
Así te recordamos, momentáneo alejamiento.
PD: Fuiste mi alumna del Normal, de esta joven practicante, allá por quinto grado.
Cómplice, sabías del concepto, la precisión de las palabras, las ideas: “Observo esta planta de maíz con sus partes: Raíz, tallo, hojas acintadas y los frutos”… La nota saldría de frase tan bien dicha.
Compartiendo con Carola la primaria (ambas espigadas y vivaces, con meritorios ojos hormigueantes).
Con afecto, Beatriz Harispe.
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