Necrológicas
V ANTONIO SERAFÍN CASTRO (TINO)
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Con sus 80 años de edad, el pasado 28 de julio de 2018 falleció Antonio S. Castro generando una profunda tristeza su perdida entre sus allegados. Había nacido en Gardey el 12 de diciembre de 1937, con solo 16 años y a partir del fallecimiento de su padre se hizo cargo de sus siete hermanos menores y de su madre. En aquellos años comenzó a trabajar en tareas ligadas al campo, luego se desempeñó en diferentes labores concluyendo en Ronicevi durante 29 años hasta obtener su merecida jubilación.
En 1965 contrajo matrimonio con Hilda Fonseca, con quien construyó una hermosa familia junto a sus cuatro hijas Nancy, Mercedes, Myrian y Mónica, sus yernos Enrique López, José Acuña, Miguel Buttkus y Germán Mendy.
Abuelo de ocho nietos a los que amó, disfrutó y de los que estaba orgulloso, tías, Federico, Rocío, Victoria, Ignacio, Santiago, Emilia y Martina.
Dedicatoria
Con todo el dolor que nos provoca tu pérdida, pero también con toda la alegría que nos diste durante tus 80 años, hoy te agradecemos por enseñarnos el valor de la familia unida, del amor, la cultura del trabajo, la responsabilidad y tantos otros valores.
Te adaptaste y nos acompañaste en cada una de las etapas de nuestras vidas
Tu paso en esta vida no fue en vano, dejas huellas que recordaremos por siempre.
Hoy tu esposa y compañera durante 53 años y toda tu familia te despedimos y te llevaremos en nuestros corazones por siempre y cada vez que te recordemos se nos dibujará una sonrisa, porque eso nos regalaste, muchas alegrías. Te amamos y te vamos a extrañar mucho .Viejo querido… cuídanos y guíanos por siempre.
V JUAN NORBERTO FERRAGGINE
Nació el 13 de mayo de 1942 en Tandil y vivió en el campo en zona “Las Hileras” hasta sus 14 años cuando ya en busca de sus propios horizontes ingresó a trabajar a la fábrica Loma Negra en Villa Cacique Barker. Trabajó duro y defendió siempre los derechos de los trabajadores mineros.
Estando allí, en el mes de julio de 1966, se casó con María Luisa Roldán, con quien tuvo a sus dos hijos: Conrado y Mauricio.
En 1979 en un tiempo de cambio, llegó al paraje La Numancia, donde desempeñó varias tareas pero siempre fue “el bolichero” y con el fútbol como su gran pasión creó, junto a un par de vecinos, el Club Defensores de La Numancia, llegando a ser parte, por varios años, de la Liga Agraria Zona la Boca.
Es ahí también donde se agrandó la familia y sus hijos le dieron nueras y estas lo convirtieron en “abuelo Ferra” dándole nueve nietos y una más por llegar.
Un luchador incansable de lo que se proponía hacer. El 17 de marzo un ACV lo puso a prueba y también luchó mucho por su salud, pero no pudo y el pasado 29 de julio se apagó su luz para descansar en paz.
Su esposa, hijos, nueras y nietos agradecen profundamente a todo el personal del Hospital Ramón Santamarina, a sus cuidadoras, amigos y familia que brindaron todo su apoyo en esos difíciles momentos.
Dedicatoria
“Hoy una estrella brilla más. Hoy abrazo más el cielo. Hoy un recuerdo más guardado. Hoy una lágrima más rodada. Hoy un hasta siempre, querido Ferra”.
V JUANA ANTONIA BRAVO
“Juanita” como la conocían en el barrio de Uriburu al 1600, siempre la vamos a recordar como una trabajadora incansable que brindó a sus seres queridos su cariño, como solo ella sabía hacerlo.
Sus hermanos, cuñados y sobrinos, por los que tenía un orgullo muy especial, elevan su ruego y plegarias a Dios para que la reciba en su reino.
V AGUSTÍN NICOLÁS VERONA
Luego de una corta dolencia, el pasado 30 de julio falleció Agustín Nicolás Verona. Había nacido en Tandil, un 20 de marzo de 1928, en el barrio de Villa Italia donde permaneció toda su vida, con apellido y nieto de una de las familias que poblaron el popular barrio de la ciudad.
Hijo de Juana Abitante (f) y Dante Verona (f), teniendo como hermanas a Emilia, la mayor, y María Filomena, la menor.
Se casó con Juan Gosk (f) un 10 de febrero de 1950, enviudando un 12 de julio de 1974. Sus hijos Norma Inés y Carlos Dante, su yerno Luis, nietos y bisnietas, siempre lo recordarán con cariño.
Su vida transcurrió después de culminar el sexto grado. Entró a trabajar en Bicicletería Bardelli, situada en Colón al 900, armando pomos con solución para parches de cámaras. Un 1 de abril de 1943 entró en el almacén de ramos generales y corralón de materiales “El Vizcaíno”, ubicado en Alem y Sarmiento, de Cuellar, Fantini y Petilo.
El 15 de abril de 1947 ingresó en el ferrocarril de aspirante, foguista, hasta llegar a maquinista, trabajo que lo hacía con mucha pasión. El 20 de marzo de 1983, a los 55 años, se jubiló.
Fue una persona muy hábil para cualquier tipo de trabajo, le gustaba pasear, cazar y pescar, y como tuvo auto desde muy joven se dio los gustos. Hasta los 85 años se lo veía andar en bicicleta recorriendo las calles del barrio, hablando con amigos y compañeros del trabajo, haciendo chistes y recordando anécdotas con humor.
Fue un hombre sencillo, sano y sin vicios. A los 90 años partió en silencio. Su familia lo recordará con mucho amor.
V FERNANDO ANTOLÍN SÁNCHEZ
A los 66 años de edad falleció en Tandil Fernando Antolín Sánchez, hombre que por su actividad supo cosechar muchos amigos, además de ser un reconocido pelotari de la ciudad, deporte que mucho practicó. Su familia lo recuerda con el siguiente texto.
“Mucha gente pasa por la vida dejando una marca indeleble y eso hiciste vos en nuestros corazones. Hombre de bien, abrazaste tu profesión, entregándole todo por verdadera vocación, porque lo que muchos no saben es que los azules, aquellos que ofrecen su vida por los demás, se pierden el primer diente, los primeros pasos de sus hijos, cumpleaños, fiestas escolares, navidades, pero jamás se quejan, lo hacen en pos del prójimo.
Supiste ser un gran amigo, de hecho dejaste muchos. Buen camarada, buen compañero, buen marido, buen padre, buen suegro, buen cuñado, buen tío, sobre todo buen abuelo, consideraste a tus hermanos políticos como propios.
Te van a echar de menos en el club, en las peñas, en las salidas de pesca, los vecinos.
Por suerte pudiste disfrutar de los nietos que llenan la casa con sus corridas, risas y alegrías, pudiste estar presente en todo, participar de las fiestitas del jardín, juegos, piyamada, hacerles asados.
Como dice mi hermano siempre estabas dispuesto a ayudar y a dar una mano, como escribió mi papá en un poema “fuiste un barrilete (de colores) que Dios remontó hacia el cielo infinito”. Allí te reencontraste con tus padres, mi hermano José, que se fue 14 días antes que vos, quizás para esperarte con Pepa y Tito, mis padres, que te querían incondicionalmente.
Hoy el cielo está de fiesta. Te amamos, te extrañamos. Nuestros nietos seguirán recordando tus salidas cómicas, tus bromas y no se olvidarán de pedir cómo lo hacían siempre: “Un aplauso para el asador”. Siempre estarás en nuestros corazones. Mariela, tu esposa o abuela (como me decías vos)”.
V JOSÉ ALE
Nació en la ciudad de Cañuelas un 21 de agosto de 1945 y llegó a Tandil de muy joven dejando atrás una infancia difícil, de esas que te marcan para toda la vida, siendo camionero profesión que ejerció desde su juventud.
Conocido como “El Turco”, con una personalidad muy especial, divertido, buenazo y a la vez cabrón, apasionado por la música, los viajes y algunas otras cosas. Casado con una mujer única y padre de dos hijos Valeria y Ariel que le dieron la alegría de disfrutar de cinco nietos y un bisnieto.
También fue muy importante el cariño permanente de sus dos sobrinas de sangre Claudia y Liliana. En su corta adolescencia en su ciudad natal tuvo la compañía y el amor de la familia Charif, la cual estuvo siempre presente.
“Turquito, te fuiste dejando muchas anécdotas, algunas veraces y otras quizás inventadas con buen humor para pasar un lindo momento. Te vamos a extrañar mucho y siempre estarás presente en nuestra memoria y corazón. Que tengas un buen viaje. Te amamos. Tu familia”.
V ALFREDO GUTIÉRREZ (ALFREDITO)
El pasado 2 de agosto sorprendió la partida, a la edad de 70 años, de Alfredo Gutiérrez, para todos era “Alfredito”. Nació en Tapalqué el 6 de noviembre de 1949, allí pasó su infancia donde se casó con Rosa Toledo y tuvieron dos hijos: Sergio y Miriam.
Al trabajo nunca le escapó, desde chico comenzó a desempeñarse como tractorista con su padre y desde ahí no paró. Fue mozo, vendedor de pilas y golosinas, antenista, funebrero, arregló maquinas de escribir hasta entrar a trabajar en el Banco Provincia de la ciudad de Tapalqué.
En el año 1993 pidió su traslado al Banco Provincia de Tandil, ciudad que le fascinaba desde que hizo la revisación para el Servicio Militar y se vino a vivir con toda su familia. Realizó un emprendimiento que amaba, formando la empresa Gutiérrez Catering para cuando se jubilara del Banco Provincia, que hizo realidad en el año 2008.
Nunca tuvo un no, siempre dispuesto a todo, para él el cansancio y la tristeza no existían. Fue una excelente persona, honesto, amable, alegre.
A pesar de que no estaba pasando un buen estado de salud, su espíritu seguía intacto. Un ejemplo a seguir para todos los que lo conocieron.
Siempre vas a estar presente en el corazón de cada uno de los que te amamos.
Se extraña y mucho. Su familia.
V FRANCISCO SÁNCHEZ
Nació un 2 de octubre de 1928 en la localidad de Napaleofú, aunque parte de su infancia la pasó en Fulton -su lugar en el mundo-, junto a sus tres hermanos: Vicenta, Joaquín y Modesto.
A los pocos años se mudaron a Tandil en donde transitó su escolaridad en el Colegio San José. Formó parte del Club Juventud Unida, el club de “sus amores”, como lo describía él. A los 28 años de edad, contrajo matrimonio, en 1956, con Olga Marta Mercau, con quien tuvo cuatro hijos: Mercedes, Teresa, Francisco y Carolina. Fue un hombre que dedicó su vida al trabajo metalúrgico y a la familia, dos valores fundamentales que dejó como legado. Vio nacer y crecer a sus diez nietos, sus eternos “compinches” y a sus cuatro bisnietas o como le gustaba nombrarlas a él: “sus florcitas”.
Conocido por sus amigos y familiares como “Pancho” o “Panchito”, partió el pasado 8 de julio de 2018, a los 89 años de edad. Se fue un día de sol, un “día peronista”, un día cargado de lágrimas, risas, recuerdos y amor.
“Pancho” fue un hombre amigable y entrañable, bastaba con acompañarlo un día a realizar sus actividades, para darse cuenta de la cantidad de personas que lo querían. Es un ejemplo a seguir: por sus valores, sus enseñanzas, su fortaleza y su ánimo. Siempre con una ocurrencia, un chiste, un dicho o un gesto que alivianaba y alegraba el momento. Nos llevamos valores de él como la honestidad, el pensar por el prójimo, la responsabilidad, la fidelidad y la importancia de la unión familiar.
Su color favorito era el “Rojo y Blanco”, por su equipo de fútbol, River Plate, a quien tuvo la felicidad de verlo jugar en la cancha más de una vez. “Arroz con leche y papitas crudas, te haría un tirito si Dios me ayuda”, “Coloradas las guindas, verde la soja, uno las cría y el otro las goza, dijo el viejo Barbosa”, “Si pasa un camión levantando (…)”, “Cuidado, pasa Pancho”, “Desnudo con las manos en el bolsillo y una flor en el ojal”, “Vos sufrís de esmedismo (…)”, algunas de las tantas frases que nos acompañarán por siempre.
“Panchito: gracias por estar presente siempre, ayudándonos, preocupándote por nosotros y contagiándonos de tu buen humor. Te vamos a recordar el resto de nuestras vidas y tomaremos tu recorrido por este mundo como un aprendizaje significativo. Te amamos y te vamos a extrañar. Tu familia”.
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