Necrológicas
V CLOROMIRE PEREYRA
Recibí las noticias en tu email
Nació un 23 de septiembre de 1924 en Federal Entre Ríos y hoy hubiera cumplido 94 años. Su infancia la pasó en la Colonia junto a sus padres Jorge y Agustina y sus tres hermanos. Se lo destaca como un excelente hijo y hermano.
Trabajó de chico en el campo donde vivían. Tuvo una infancia difícil pero él siempre la recordaba sin rencor. Allí conoció, siendo adolescente, a Elva, su esposa durante 60 años. Pasado un tiempo vinieron a vivir a Tandil junto a su familia. Se desempeñó como albañil en la zona de la Costa y cuando logró una estabilidad económica fue a buscar a Elva. Se casaron y formaron una familia con dos hijas, Miriam y Agustina.
Estuvieron por 30 años en un campo de una reconocida familia de Tandil. Allí compartieron trabajo con un matrimonio, Carlos y Ester. Ellos tuvieron un hijo, Marcelo, el cual le decía Lolo.
Llegaron sus nietos, Miguel el que él llamó Ageluz. Julio, que le decía Juli viejo. Javier era Javir. Y a María Isabel la llamaba Isabel. Sus yernos Miguel y Jorge fueron sostén importante en su vida. Juntos formamos una hermosa familia. Llegaron los nietos políticos, Patricia, Sonia, Sol y Juan. Todos amaron a Lolo, y sobre todo respetaron. Sus bisnietos llegaron después, Nazareno, Fernando, Lucia, Valentín, Fiorella, Alina y un próximo en camino. También formaron parte importante en su vida sus sobrinos y ahijado Jorge y una hija del corazón como a la que él le decía, La Loca Marta. Le encantaba poner sobrenombres.
“Te vamos a extrañar mucho cada uno de nosotros, va a ser muy duro no verte pero tenemos muchos recuerdos tan bellos que ese dolor que vamos a sentir va a ser menos doloroso. Siempre vas a estar en nuestro corazón querido Lolo. Fuiste nuestra guía, nuestro ejemplo. En un sola palabra nuestro patriarca. Te amaremos toda la vida. En donde estés, te mandamos un feliz cumpleaños Lolo”, lo recordaron.
V ABIGAIL CORAZZI DE BASSO
La familia de quien en vida fue Irma Abigail Corazzi de Basso agradece a todos los que durante su 100 años, y en especial al hogar San Joaquín tanto como directivos y personal del mismo establecimiento. También su núcleo familiar: hijos, nietos y bisnietos agradecen su amor y sabiduría que les dio durante toda su larga y hermosa vida. Y a su vez que fue bisnieta del primer maquinista de la locomotora La Porteña de la República Argentina. Le dedicaron un “gracias eterno” .
V JUAN ALBERTO ERRONDASORO
El 27 de agosto, a los 84 años de edad, falleció en Tandil Juan Alberto Errondasoro. Había nacido un 22 de octubre en San Manuel y junto a sus padres Joaquina y Bautista y sus hermanos Nilda, Jorge y Norma tuvo una hermosa infancia cargada de grandes aventuras y anécdotas.
Fue papá de Rosana, hija de su primer matrimonio, quienes están con su marido Oscar radicados actualmente en la ciudad de Mar del Plata.
A los 37 años se casó con Teresa Levaggi que fue su gran compañera hasta el 2014 cuando falleció. De ese amor nacieron sus hijos María José y Juan Alberto quienes se casaron con Marcelo y Silvia.
Llegó a disfrutar de sus nietos Sebastián, Gustavo, Cristian, Sofía y Matías y de sus bisnietos Alegra, Dylan, Guadalupe y Maia.
Se desempeñó laboralmente en el sector rural como así también en el transporte de personas y de mercaderías. Luego de jubilarse, dedicó su tiempo a la actividad de fletes de mercaderías y mudanzas llevando siempre consigo la frase: “De cachorro me soltaron, y en la calle me hice perro”.
“A nuestro papá Cholito o Piltrafa, así te llamábamos, te estaremos agradecidos siempre por tus enseñanzas, por ser nuestro gran amigo, por estar siempre a nuestro lado. Te queremos viejo y hasta pronto”, lo despidieron.
V JUAN MARCELO CASTILLO
Juan Marcelo Castillo falleció el pasado 9 de septiembre a los 59 años, causando su desaparición física una profunda consternación entre sus familiares, amigos y gente que lo conoció.
Su familia quiso recordarlo con el siguiente escrito. “Papá, viejito: nunca pensamos que nos iba a tocar a nosotros, y nunca creímos que aún te ibas a ir de la forma que lo hiciste. Lo bueno es que ya no sentís molestias como este último tiempo. Vamos a extrañar tantas cosas de vos. Nos enseñaste todo lo que pudiste, fuiste un grande el mejor para nosotras tus hijas, tus pilares. Nunca se nos va a ir de la mente ese último abrazo queriendo devolverte a la vida, ese beso con una lágrima sobre tu frente quedará plasmado en nuestros corazones.
También quedan los mejores recuerdos, las mejores risas junto a nosotras y las personas que te aman y estuvieron firmes hasta tu final. Con ellos viviste tus últimos días felices trabajando como siempre lo hiciste con amor, rodeado de felicidad, tu carita era otra junto a ellos. Por eso hoy te recordamos con todo el amor del mundo y para siempre estará en nuestros corazones”.
V LILIANA BEATRIZ NEME DE CALLES
Liliana, Lili, mamá, vieja. Y un día como hoy, con 59 años, Liliana Beatriz Neme de Calles dejó de estar entre nosotros. Recordada como una madre amorosa y servicial de tres hijos, y también una gran esposa con 31 años de matrimonio en la que siempre priorizó su familia antes que ella.
Sus seres queridos reseñaron que era una persona apasionada y creativa, de las que siempre sorprendía con cosas nuevas como pinturas, diseños y tantas cosas más que no entrarían en este texto.
Comenzó sus primeros pasos en la escuela primaria 11, siguiendo por la secundaria en la escuela Nacional de Comercio. Religiosa y practicante, que no se olvidaba ningún día de agradecerle Dios por todo lo que tenía y cuidar también de los suyos.
Tuvo varios trabajos pero en el que más perduró fue en la administración de la empresa El Rápido, hasta el nacimiento de su primera hija. A partir de ese momento ella dedicó todo su tiempo a la familia. Enseñándole todo lo que saben hasta ahora. A ser educados, a saber lo que está bien y lo que está mal, a decir las cosas de frente, a no callarse cuando algo no les gusta, a hacer respetuoso pero a la vez a que nadie les falte el respeto, a tener prioridades, a dar las gracias y a pedir perdón.
Enamorada de la playa, de las cosas dulces, del orden y de la limpieza había nacido un 17 de mayo de 1959, en Dolores provincia de Buenos Aires.
“No hay palabras para lo que sentimos por vos, es un vacio enorme que no se podrá tapar jamás, pero estamos felices de que encontraras la paz y que hayas sido la persona que fuiste y todo el amor que nos brindaste. Sos única Lili, mamá, viejita. Te amamos con toda el alma. Tu familia”.
V LIDIA ESTHER RODRÍGUEZ VIUDA DE ALZÚ
El pasado 4 de septiembre luego de una afección pulmonar y siendo asistida en la Nueva Clínica Chacabuco, falleció a los 87 años de edad Lidia Rodríguez, alías Ñata como la llamaban.
Desde pequeña ayudó a su padre en tareas del campo dejando los estudios en tercer grado de la escuela 19 Estación Gardey. A los 18 años, formó matrimonio con Cirilo Alzú, su único amor, con quien formaron una hermosa familia y tuvieron ocho hijos.
Su familia la recuerda como una gran madre, excelente ama de casa, compañera, amiga, una abuela maravillosa que se fue al cielo junto a su amor, su hermana Clelia y su hija Estela.
Sus seres queridos quieren agradecer al Hogar San Gregorio por la atención ofrecida en estos últimos meses. Carlos Gómez, María González, Gabriela Boulanger, Erica Sánchez, Gabriela Palacios, Gloria Apesteguí, Sabina Bastarrica y Melina Anielli, el eterno agradecimiento.
Dedicatoria
“Mi viejita linda, tu partida fue una sorpresa inesperada para todos tus seres queridos, quienes quedaron con un profundo dolor. Te recordaremos con esa sonrisa tierna y tus gestos inigualables. Jamás te vamos a olvida y te vamos a querer por siempre. Tu familia”.
V ESTHER RAMONA IORIO
Nació en la ciudad de Azul el 7 de abril de 1925 y formó una familia casándose con Humberto Conqeira, naciendo fruto de ese amor sus cuatro hijos: Juan Carlos, Elizabeth, Miguel Angel y María del Carmen Conqueira.
Su marido trabajaba en lo que antes era Gas del Estado y tras contraer matrimonio en Azul, en 1965, se trasladaron para vivir en Tandil. Era una mujer que se dedicó a su esposo, hijos y familia. Abuela de nueve nietos: Matías Conqueiro a quien crió como un hijo más y sus otros nietos Sandra, Soledad, Ignacio Algañaraz, Micaela, Liliana y Guillermina Conqueira. Sus bisnietos Maia Rodríguez, Sofía Miranda, Rodrigo Calderón, Thiago y Josefina Algañaraz. También recibió el cariño de su yerno Héctor Algañaraz y su nuera Marta Ruppell.
Después de un año y medio de lucha, porque era una luchadora de la vida, falleció a los 93 años rodeada del amor y cariño de su familia.
Era la reina madre de todos, así le decían sus seres queridos. “Hasta siempre mamá-abuela. Te amaremos por siempre reina madre”.
V OMAR ERNESTO MAJOREL
Nació en Laboulaye, Córdoba, un 11 de octubre de 1946. Se mudó a Tandil desde muy chico, junto a sus padres Ernesto y Emilia y sus hermanos Egles y Edgar.
En el año 1969 formó una familia junto a Marta Lan, con quien tuvo tres hijas Virginia, Silvina y Belén y dos adorados nietos Mauro y Valentino. Fue mecánico y petrolero de profesión.
“El pasado lunes 10 de septiembre decidiste volar, te amo pá, deseo que vueles muy alto, ligero y libre. Mientras tanto, seguirás estando en las charlas de política y de historia, en las ‘puteadas cuasi mantra – sello Majorel’, en la honestidad, en el laburo, en la tozudez (herencia vasca), en los gestos de Mauro, en el olor a taller y fierro mezclado con los mejores asados, en tus plantas, esos árboles frutales y flores del patio de casa tan cuidadosamente señalizadas con su nombre científico, en las anécdotas de los lugares más inhóspitos del país y de América por donde laburaste, en el mate amargo, en la radio AM encendida desde temprano (heredado directamente en mí). En cada cuento de Landriscina, cada payada de Larralde, en algún tango clásico (porque: Piazzolla no hacía tango…), y en todos los que pudimos compartir este no tan largo pero sí, intenso camino que recorriste.
Lo que representaste para cada uno de nosotros lo supo resumir tu amigo Darío en una frase corta y tan aguda como simple: ‘estoy agradecido a la vida por haberlo disfrutado’.
No fuiste perfecto, pero fuiste mi viejo. Para mí, el mejor y el más lindo.
Hasta el momento en que seguramente, volvamos a encontrarnos. Tu hija Virginia en nombre de todos los que te disfrutamos: tu esposa Marta, tus hijas, tus nietos, tus hermanos, tus sobrinos, Diana y Carlos, tus amigos Pocho, Jorge, Darío, tus yernos y tu familia petrolera”.
Este contenido no está abierto a comentarios