Necrológicas
V ALBERTO OSCAR PEIRANO (PATA)
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Nació en Tandil el 19 de Julio de 1953, hijo de Otilia Josefa Tolosa y Juan Héctor Peirano, y hermano de Blanca, Negro, Conejo y Mario. De chico vivió en La Pastora hasta los 8 años de edad y luego en Azucena, lugares en los que cosechó muchas amistades, entre los cuales: “los Gogorza”, “los García”, “los Uranga”, “los Ugarte”, y otras tantas familias vinculadas al trabajo del tambo. Este oficio fue adquirido por Oscar desde muy chico, y debido al gran sacrificio que conllevaba, abandonó sus estudios primarios en el tercer grado.
En el año 1969, con tan sólo 17 años de edad, se hizo cargo de un tambo en la estancia “La Estrella”, lindera al pueblo de Napaleofú, y luego sería acompañando por toda su familia.
Allí, supo establecer más amistades, como “los Vázquez”, “los Aranaga” y “los Ugarte” y una familia muy especial para él: Doña Olga Ramírez y su hijo “Coco”, con quien mantuvo su cercanía hasta la actualidad. En esta época, no faltaron sus entretenimientos: las partidas de truco en el almacén de Alves, los picaditos en la estancia de los Cuevas y los bailes en La Suiza, Napaleofú y San Antonio. En este último lugar fue que conoció a su amor Olga, con quien después de cinco años de noviazgo contrajo matrimonio, a los 25 años de edad, en 1978.
Luego de las nupcias, Oscar y Olga se fueron a trabajar y a vivir a la estancia “El Tajamar”, propiedad de Don Mario Cuevas. Allí, Oscar se dedicaba a la hacienda y Olga a los quehaceres de la casa principal. Fruto de este matrimonio, nacieron cinco hijos: Germán, Gastón, Sebastián, Esteban y Silvana. Vivieron felices 14 años en este lugar y luego de 6 meses de escala en Fulton, se mudaron a Napaleofú en el año 1993, con las buenas nuevas de habitar su propia casa. Durante sus años en Napaleofú, Oscar fue realizando distintos trabajos: peón rural en el campo “La Amistad”, tambero en el tambo de Jorge Lavallén, parquero en la estancia “San Martín de las Sierras” y su último trabajo fue empleado municipal en la delegación de Napaleofú hasta su retiro en abril del 2019.
Este período significó mucho esfuerzo para Oscar y Olga, ya que debían criar a sus hijos. Sin embargo, a Oscar nunca le faltó su alegría, su solidaridad y sus ganas de colaborar con todas las instituciones, principalmente con el Club Defensores de Napaleofú.
El fútbol era muy importante para él, ya que era un fanático de Boca y también disfrutaba del fútbol local, siempre acompañando a Napaleofú en su paso por la liga agraria y los torneos de verano.
En el año 2008, Oscar fue abuelo de su primera nieta, Catalina y luego llegarían Pilar y Máximo en el 2012 y 2014 respectivamente. Esta, sin dudas fue su mejor profesión. Su partida dejará imborrables recuerdos: lo buen bailarín que era, su gran corazón y buena predisposición para ayudar, y sus innumerables partidas de truco y mus en los campeonatos y bares locales.
“Hasta siempre querido Oscar, esperemos que estés bailando y jugando una partidita en el cielo. Tu familia”.
V STELLA MARIS RASTELLI DE CORTHONDO
Stella Maris Rastelli falleció el 3 de enero de 2020 a los 61 años de edad. Había nacido el 16 de mayo de 1958 en General Lamadrid, hija de José Rastello y Antonia H. Cepeda de Rastelli. Junto a sus padres y sus once hermanos se radicaron en Tandil, viviendo en Cerro Leones. En su juventud conoció a Luis A. Corthondo y después de un par de años de noviazgo decidieron unirse en matrimonio el 20 de agosto de 1974, y fruto de esa unión nacieron sus hijos Carolina, Adrián, Mauricio, Mariana y Nahuel. Luego de 45 años de amor lograron una familia numerosa con sus nietos Lucía, Agustina, Martín, María Paz, Julieta. Olivia, Esteban, María Eugenia, Evangelina, Máximo, Lorenzo, Roma y su bisnieta Morena.
“Ma, fuiste el pilar de nuestra familia, guerrera y luchadora como nadie. Nos enseñaste a no rendirnos, a no bajar los brazos, pero no nos enseñaste a estar sin vos. Te amamos por siempre”.
V JUAN JOSÉ BERTI
Juan José Berti, alías “El Negro” nació el 20 de octubre de 1946 en el partido de Bernal provincia de Buenos Aires. Hijo de Hayde Bedascarrabure y Juan Cirilo Berti y junto a sus seis hermanos. Dejó su lugar de origen muy joven para forjar su destino en la ciudad de Tandil, lugar que lo logró conquistar. Se formó como enfermero y adaptó su vida a su profesión, pasando por el Hotel Turista desempeñándose como conserje en donde conoció a dos grandes amigos. También trabajó en la Municipalidad como administrativo y Hospital Ramón Santamarina donde conoció a Norma Mabel Oliverio con quien formó una familia y tuvieron tres hijos: Patricia Marisol, José Ignacio y Pablo Martín. Posteriormente llegaron los hijos políticos Miguel Guillermo, Claudia Patricia Jiménez y Melisa Arias.
Como enfermero desempeñó su tarea profesional durante 33 años en la metalúrgica Buxton, sitio donde cosechó muchos amigos, y le permitió llevar adelante su familia.
Tenía un gusto refinado por la música clásica y era un gran pianista herencia de su madre, ya que su comienzo y aprendizaje fue por su mamá que era concertista de piano y fue quien le inculcó y transmitió su conocimiento. Como el de su padre que también era un gran enfermero y dedicó su vida a la profesión.
Su suegra María Aci, su madrina y tía Juanita fueron las personas referentes de su vida al igual que sus amigos que supo elegir y apostar por ellos y la mayoría lo acompañó hasta sus últimos días, ya que su profesión lo requería y la obligación de amistad también.
Su club de preferencia era River Plate, pero mejor hay que decir que era anti Boca para que se entienda. Construyó su casa con gran sacrificio, siendo muchas veces albañil, peón, pintor, jardinero y personal de mantenimiento en general de su propia vivienda, sentido de amor, pertenencia y lugar en la vida donde vivió hasta su fallecimiento. Aunque también en su corazón estaba el lugar de querencia que era la casa de sus padres en Bernal, donde todos los años regresaba a ver a los suyos: hermanos, cuñados, primos y un centenar de sobrinos.
Sus hijos le dieron cinco nietos: Milagros, Tomás, Brenda, Santino y Franchesca. Era coleccionista de objetos antiguos, dándole un valor agregado desde lo sentimental o el recuerdo acompañado de alguna historia o anécdota.
Un tronco como bailarín, muy flojo para la bebida, gustoso del sambayón, la crema pastelera y el dulce de leche. Ni la caza, ni la pesca lo conquistaron. También supo incursionar en la apicultura con gran dedicación.
Hacer asado no era su fuerte, no así su destreza y dedicación para las plantas, siendo muy ordenado y prolijo.
Vivió a su forma, un hombre de otra época pero con valores y una moral intachable, para sus amigos leal y confidente hasta la muerte.
Hombre digno de recordar que dejó como legado el estar con el necesitado, para desbloquear a través de los consejos de la vida.
V MARÍA JOSEFINA DE LORENZO
María Josefina De Lorenzo había nacido el 27 de octubre de 1961, causando su fallecimiento que se produjo el 6 de enero de 2020 un profundo dolor entre sus seres queridos y amigos.
Su familia quiere recordarla con el siguiente texto que acercaron hasta esta redacción. “No siempre es fácil dejar ir a alguien que se quiere. Se requiere de coraje, porque con vos se va una parte de mi vida. Jose, Pelu (como te llamábamos) quiero despedirte como una reina porque eso eras.
Viviste tu vida como quisiste, sin miedo al ridículo o al qué dirán. Aunque hoy no entienda los tiempos de Dios, me duele en el alma tu partida, sé que no sufrís más, que estás con tus abuelos y con tu papá que tanta falta te hizo en esta tierra. Estas en paz.
Volá Jose, volá alto que tenés el cielo ganado. Yo me quedo con tu simpleza, con tu cultura. Mujer trabajadora, honesta te fuiste con el traje de recepcionista de tu querido Hotel Roma.
Leona desde que naciste, superaste un montón de decepciones pero no por eso dejaste de amar en silencio.
Hija, hermana, tía, prima, amiga, consejera, ser de luz. Amaste por sobre todas las cosas a tu mamá, hermana, sobrinos y a la luz de tus ojos Elías, Agustín, Santiago y Benjamín.
Te guardo a vos y a los mejores recuerdos en mi corazón. Mariana y tu familia”.
V OFELIA IRMA LUCERO
Nació el 4 de octubre de 1950 en la localidad de María Ignacia (Vela). En su niñez vivió allí hasta sus seis años de edad, luego la familia decidió trasladarse a vivir a Tandil, donde siguió creciendo, pudo formar su propia familia y tuvo cinco hijos, quienes le dieron nietos y bisnietos.
Fue una mujer buena, generosa, preocupada, compañera y sobre todo con una fuerte vocación por la solidaridad. Pero lo más destacable una gran madre y abuela.
Decidió casarse nuevamente con su compañero de vida, con la persona que la acompañaba desde sus 18 años de edad, y el cual no siendo padre biológico de sus hijos, era la persona que le dedicaba a toda su familia un amor incondicional.
En el 2015 el dolor la golpeó al quedar viuda de su compañero José. Hoy tristemente su cuerpo dijo basta, tras soportar los procesos de varias enfermedades crónicas, y tantos sacrificios y tristezas. El pasado 3 de enero de 2020, se produjo el deceso de una gran mujer, una persona querida que contaba con tan solo 69 años de edad.
“Con lágrimas tuvimos que despedirte, te vamos a extrañar y nunca te olvidaremos. Nuestro deseo es que descanses en paz en los brazos del Señor. Sabemos que estás en la paz de Dios.
Tenías alegría de vivir, esperanza y eras una gran luchadora. Sos y serás un ejemplo como madre-abuela y como persona. En silencio te fuiste. Te recordaremos siempre, porque un amor así nunca se olvida. Una madre como vos nunca más vamos a tener, una madre como vos no se hereda.
Gracias por haber compartido con nosotros cada momento de tu vida y los mejores, siempre te recordaremos con esa sonrisa hermosa.
Chau mi viejita. Tu ausencia no pasará desapercibida, te extrañaremos, compañera fiel, luz de nuestras vidas. Por eso guardamos los más bellos recuerdos en lo más profundo de nuestros corazones y algún día tenemos la certeza que nos reencontramos en el cielo. Siempre estará presente.
Tus hijos Nancy Tapia, Patricia, Rubén, Adrián y Soledad. Tus yernos-nueras Néstor, María Inés, Sabrina y Marcelo. Tus nietos y Bisnietos Sebastián, Alejandro, Damián, Carla, Ángeles, Braian, Dylan, Aixa, Santino y Alexander”.
V LILIANA NOEMÍ GÓMEZ
El 6 de julio de 1951 nació Liliana Noemí Gómez, la mayor de tres hijos, que tuvieron Omar y Aida; años más tarde llegarían Zunilda y Daniel.
Su niñez y parte de la adolescencia las guarda las calles de Dolores, su ciudad natal, aquella que la vio crecer, jugar y disfrutar de su familia. Con apenas 17 años se mudaron a Tandil, por el trabajo de su padre.
Lo que nunca imaginó que la acercaría a su amor, la venta de una rifa, no solo él ganaría el premio, sino que también su corazón. Con algunos meses de noviazgo y 21 años cumplidos, se casaron. Llegaron a compartir 25 años de amor, de miradas cómplices, de sortear situaciones, siempre juntos salieron adelante. De esta unión con Daniel nacieron cinco hijos, el cual uno siempre fue un angelito. Ella fue una gran leona. Terminó el secundario ya de casada, con dos hijos y nunca se detuvo.
Continúo con la carrera de Magisterio, Instructora de Formación Profesional, Docente de Adultos, trabajó en la rama de especial, estudió la carrera de Bibliotecario Escolar y terminó su carrera profesional como Directora del Centro de Adulto 704 y Bibliotecaria de doble jornada en la E P. 22.
A sus 46 años la vida le arrebató a su compañero, No se dio tiempo a mucho llorar por que a la semana nació Julián, el primero de 12 nietos.
Ella era luchadora, gladiadora, modelo para su familia y su gente querida del entorno. Docente de ley, orgullosa de su guardapolvo, siempre disfrutó dejando huellas en todas las personas que la pudieron disfrutar.
El pasado 19 de diciembre de 2019 se produjo su fallecimiento, cumpliéndose este domingo el primer mes de la ausencia de una mujer que la caracterizaba su sonrisa, su fuerza de voluntad y su resiliencia.
“Tristemente ya no te podemos abrazar pero dejaste en nosotros huellas que ni el paso del tiempo, ni las lágrimas podrán borrar. Junto a papi han dejado a estos hijos con un camino muy marcado de saber por dónde caminar. Seguramente estarán bailando. Nunca nadie muere si no se lo deja de recordar.
Claudia, Marcelo, Marina y María Celeste. Te extrañamos ahora y siempre. Gracias mamá”.
Consejos de cómo usar el aire acondicionado
para evitar dañar la salud respiratoria
Profesionales de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria ofrecen algunas recomendaciones para este verano. Estamos en la esta época del año en la que tanto en oficinas como en hogares el aire acondicionado está constantemente encendido. Si bien el verano supone menos inconvenientes para nuestra salud, el abuso del aire acondicionado nos expone a cambios bruscos de temperatura, humedad y agentes infecciosos o alergénicos que podrían enfermarnos.
Durante el verano, puede que en muchas zonas el calor sea intolerable sin un resguardo fresco o la posibilidad de acondicionar el aire, pero es de suma importancia tener en cuenta que la falta de ventilación en lugares cerrados, sumada a la deficiente limpieza de los filtros de los aires acondicionados conlleva a la acumulación de partículas alergénicas, como los pólenes, polvos domésticos y ácaros, aumentando además la posibilidad de infecciones al acumular gérmenes.
Por otra parte, los roles de la vía aérea superior y la nariz son fundamentales a la hora de calentar filtrar y humidificar el aire que inhalamos, justamente lo contrario a lo que sucede con el ambiente acondicionado por un aparato, donde el aire se enfría y pierde humedad. Está claro que el abuso de esta medida de confort expone al cuerpo a mayor susceptibilidad para desencadenar irritación orofaríngea (dolor de garganta), rinitis, tos, broncoespasmo, sequedad de mucosas e infecciones.
El frío actúa como irritante, sobre todo a nivel de la garganta, ocasionado molestias o dolor y a veces laringitis y disfonía. También, en personas susceptibles, pueden provocarse broncoespasmos. Además, la disminución de la humedad en el ambiente seca las mucosas, dificultando el manejo de las secreciones.
Recomendaciones
Para usar el aire acondicionado sin dañar nuestra salud mantener y limpiar los equipos de aire acondicionado, al menos una vez al año, para disminuir la exposición a alérgenos y acumulo de gérmenes.
Evitar la exposición directa al aire acondicionado, teniendo en cuenta las horas del sueño, donde la exposición puede ser más prolongada.
Realizar intervalos en los que el aire acondicionado esté apagado, para ventilar el ambiente y reducir la sequedad producida por el mismo.
Tratar de mantener la temperatura ambiente entre los 24 y 26 grados.
Beber agua o jugos de frutas no solo ayudará al organismo en general, sino que también facilitará la hidratación de las vías respiratorias.
Estas recomendaciones son de cuidado general y no tienen en cuenta los aspectos individuales que deben ser evaluados en cada paciente. En el caso de sentir molestias recomendamos consultar a su médico.
Rehabilitación física, ¿cómo acelerar
la recuperación después de una lesión?
Algunas terapias complementarias potencian los efectos de los tratamientos tradicionales y permiten recuperar funciones motoras, coordinación y movimiento de las partes afectadas en un menor período de tiempo. Por esta razón, el paciente vuelve con mayor rapidez a sus actividades cotidianas.
La rehabilitación física es un conjunto de terapias que tienen como objetivo recuperar las capacidades que se han perdido por alguna lesión o traumatismo. Su máximo interés es lograr que el paciente pueda volver a desempeñar sus actividades cotidianas de una forma óptima.
La mayoría de las personas pasan en algún momento por una rehabilitación física a cargo de un equipo multidisciplinario de profesionales que analizan el caso y determina cuáles son las mejores opciones. El equipo puede incluir fisiatras, kinesiólogos, traumatólogos, especialistas en medicina deportiva, entre otros.
En la actualidad, y a nivel mundial, algunas de las lesiones más frecuentes que requieren rehabilitación son las que ocurren en columna, rodilla, codo y mano. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la rehabilitación puede incluir:
Ejercicios para recuperar la capacidad para deglutir, recobrar la coordinación, la destreza y el movimiento de aquellas partes del cuerpo que hayan sido afectadas en un accidente.
Intervenciones quirúrgicas en casos de fractura.
Terapia cognitiva conductual e intervenciones para incitar a al paciente a mantener un mayor nivel de actividad física.
Terapias para facilitar actividades cotidianas como desplazarse de forma independiente o asearse.
La rehabilitación no es exclusiva para personas con trastornos permanentes, sino que forma parte del tratamiento de todo paciente que haya sufrido una lesión o traumatismo que afecte su vida cotidiana.
¿Por qué es importante
la rehabilitación física?
La rehabilitación puede reducir los efectos de enfermedades agudas o crónicas, trastornos, lesiones o traumatismos. Por eso actúa como complemento de las intervenciones médicas o quirúrgicas para acelerar la recuperación y obtener mejores resultados.
Además, puede evitar complicaciones en lesiones medulares, accidentes cerebrovasculares o fracturas. Es fundamental comprender que es beneficiosa tanto para el paciente como para sus familiares, ya que puede evitar o reducir hospitalizaciones y acelerar la reincorporación a las actividades cotidianas y laborales.
Muchas veces los tiempos suelen ser largos y requieren de un compromiso por parte del paciente y del equipo médico para lograr los objetivos. En algunas ocasiones el paciente no dispone del tiempo suficiente para acudir a las sesiones por períodos extendidos y busca una solución más rápida. Es por eso que han surgido terapias coadyuvantes que potencian el efecto de la rehabilitación tradicional y aceleran la recuperación. Uno de estos tratamientos es la Terapia en Cámara Hiperbárica.
Terapia en Cámara Hiperbárica
En este tratamiento no invasivo el paciente ingresa a la cámara hiperbárica y mediante una mascarilla respira altas concentraciones de oxígeno a una presión superior a la atmosférica normal. Al contar con mayor disponibilidad de oxígeno se logran efectos beneficiosos para el organismo y se acelera la recuperación de patologías que presentan inflamación y dolor.
La Terapia en Cámara Hiperbárica es un tratamiento complementario y coadyuvante que acompaña, pero no suplanta, todo el proceso de rehabilitación física. Potencia los efectos de los tratamientos convencionales y ayuda a recuperar funciones motoras, coordinación y movimiento de las partes afectadas. Por esta razón, facilita al paciente volver a sus actividades cotidianas.
Se usa ampliamente en traumatismos que afectan diferentes órganos y tejidos cómo las isquemias traumáticas agudas, las lesiones por aplastamiento y las lesiones que comprometen el tejido nervioso, muscular y óseo. La doctora Mariana Cannellotto (MN 108482)- Directora Médica de BioBarica- afirma: “El uso de la cámara hiperbárica favorece la recuperación de secuelas producto de cirugías, lesiones traumáticas, musculares, ligamentosas e incluso accidentes cerebro-vasculares (ACV). Esta es la razón por la que se ha popularizado en la medicina deportiva”.
La recuperación de una lesión sigue un patrón bastante constante, independientemente de la causa. En este proceso se identifican la fase inflamatoria, la fase proliferativa y la fase de remodelación. El oxígeno tiene un papel importante en cada una de estas fases.
En la fase inflamatoria, el oxígeno hiperbárico reduce el edema, la inflamación y, en consecuencia, el dolor. En la fase proliferativa, favorece la síntesis de colágeno y por ende el proceso de recuperación de tejidos, regeneración ósea y reparación muscular. Finalmente, en la etapa regenerativa acelera la cicatrización.
En resumen, la Terapia en Cámara Hiperbárica debe ser indicada por un médico. Entre sus principales efectos: permite aliviar el dolor, reducir la inflamación y el edema, el riesgo de complicaciones, reconstituir la perfusión, disminuir temblores y rigidez, mejorar la recuperación neuronal y la calidad de vida. Está comprobado que los resultados en pacientes con traumatismos, lesión cerebral y medular y secuelas de diferentes procesos, son muy prometedores.