Necrológicas
JOSÉ ALBERTO PACHECO
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El pasado 29 de junio murió en Tandil José Alberto Pacheco. Nacido en General Lamadrid llegó a Tandil en 1983 donde vivió hasta su fallecimiento.
Querido y querible se constituyó en un personaje conocido en la ciudad y acompañado por quienes tuvieron contacto con él.
Fue albañil, pintor, arreglaba veredas y realizó las tareas que le permitían mantener su sustento diario. Luego empezó a juntar cartones, fue de los primeros cartoneros de Tandil y su conocida honestidad le permitió acceder al interior de los comercios de Tandil para retirar la mercadería que semanalmente liquidaba. Su carro recorrió las calles de Tandil con las inscripciones de sus dos grandes pasiones. Pacheco era radical y fanático de Racing. No faltaron los santos y vírgenes que se sumaron a su convicción religiosa.
Luego comenzó a trabajar como bachero y sereno en establecimientos gastronómicos de Tandil donde recibió cariñosamente los motes de Viejo, Abuelo.
Su salud se quebrantó en el último tiempo y terminó con su vida rodeado del afecto y compañía de quienes lo conocieron.
SILVIA BOTELLA DE INDA
Silvia Botella de Inda, era hija de Pedro y Elba, hermana de Mario, prima de muchos y amiga de Pochi. Vino del mar para encontrar su lugar en las sierras.
La resiliencia era su característica. Perdió un hijo después de duras batallas, a su marido, compañero y amigo quien se fue tras él por no soportar aquel dolor.
Ella estaba rota. Se volvió a armar, volvió a sonreír y salió otra vez.
Se reinventó y arrancó. Conoció a Pablo y sus chicas del “actuando y bailando”, empezó a pintar, bordar y su amor por las plantas la llevaron a ser socia del Garden. Comenzó inglés, francés, hizo yoga, gimnasia y folklore.
De todo esto cosechó amigos. Un millón de amigos; los del Banco y los del barrio. Viajó, se rió, brindó, bailó y nunca paró.
Aunque él apareció y no le dejó rincón en su cuerpo por ocupar, ella siguió. Le dio batalla cinco años hasta robarle su último suspiro.
Ella no se quería ir. Le quedaban muchos momentos por vivir: Luna, Matilda, Caito, le sobraban las ganas de seguir, pero el maldito le ganó. Él no la dejó.
Así que hoy sus seres queridos honran y levantan la copa en su honor, cómo le gustaba a ella.
“Se fue, pero será eternamente nuestro ejemplo de vida, nuestra mamá. ¡Te amamos! Romina y Emanuel. ‘Y se marchó y a su barco le llamó libertad, y en el cielo descubrió gaviotas y pinto estelas en el mar’”.
MARIO OSCAR RODRÍGUEZ
El 17 de enero de 1944 nació Mario Oscar Rodríguez, ‘Cayo’ o ‘Cayito’ fue su apodo familiar. Se crió en el campo junto a sus padres Máximo Rodríguez y Eulalia Mangado y varios hermanos.
Con el tiempo la familia emigró a Tandil donde él pasó la mayor parte de su vida. No se casó ni tuvo hijos, pero en su transitar por este mundo dejó, en quienes lo conocieron y quisieron, el legado de la pureza de su corazón, la inocencia de un niño y la ternura de su sonrisa.
Cuando sus padres fallecieron, pasó sus últimos años junto a su hermana Chola, quien se dedicó a cuidarlo y protegerlo con cariño de madre.
“Oscar se ha ido físicamente, pero no de nuestro corazón y nuestros recuerdos”.
MARÍA ESTHER HOLGUÍN
María Esther Holguín, más conocida como ‘Maruca’, nació en Rauch el 18 noviembre 1937. Estudió en Azul y a los 22 años llegó a Tandil para trabajar.
En los años 60, conoció a Walter Belez, con quien formó una familia y tuvieron dos hijos.
Se dedicó a la casa, a criar a sus hijos y apoyar a su esposo. Siempre con su alegría, luchando por sus hijos y siendo en definitiva una gran madre. Acompañó a su marido ayudándolo en la cantina de la Quinta Belén y posteriormente en la cantina del club Hípico.
Cuando le llegó la jubilación se dedicó de lleno a sus dos nietos y más tarde a sus cuatro bisnietos. Le encantaba caminar por las sierras y bordar en sus horas libres. Fue una excelente compañera a la que nunca olvidaremos.
ROBERTO HUGO PEREYRA (EL NEGRO)
Roberto Hugo Pereyra, alías ‘El Negro’ falleció en Tandil el pasado 3 de julio, causando su deceso un profundo dolor entre sus seres queridos. Fue un hombre con muchos principios, le gustaba ayudar, tener muchos amigos, brindar su casa o lo que tenía.
De joven, empezó con trabajos rurales, fue corredor de bicicleta, disciplina deportiva en la que andaba muy bien. Fue motoquero, creó un grupo llamado ‘Los locos de la calle’, generando miles de aventuras y anécdotas. También le gustaban los animales.
Tuvo muchos trabajos como: herrero, chapista, mecánico, gomero y desempeñó tareas durante 29 años siendo chofer del camión de recolección de residuos. A su empleo llegaba dos horas antes, por responsabilidad ya que no le gustaba llegar tarde a ningún lado, y para compartir un momento con sus compañeros y amigos.
Estuvo casado durante 33 años, fruto de ese amor llegaron tres hijos y luego disfrutó de sus cuatro nietos y viendo crecer las panzas de quienes vienen en camino.
Amaba la vida, pero en el momento que estaba recuperándose de una intervención quirúrgica se produjo su fallecimiento.
“Su ausencia es un vacío imposible de llenar, pero nos queda la tranquilidad de saber que no sufrió y que desde donde se encuentre nos cuida y da fuerzas para seguir. Gracias a todos los que compartieron su vida con él. Siempre vamos a recordarte con una sonrisa. Tú esposa, hijas, nietos, yernos, familia y amigos”.
ALBINA MARÍA CARMEN PERFETTO DE BAIGORRI
El 16 de julio del 2020, falleció Albina María Carmen Perfetto de Baigorri, “Chiche” como la conocían sus familiares y amistades. Había nacido en Tandil el 2 de marzo de 1935, donde se crío, vivió y formó su familia.
Era la tercera hija de Bernardo Perfetto y Carmen Molada, fundadores de la Sastrería “New Style” el 3 de noviembre de 1923. Completó sus estudios primarios y secundarios en la Escuela Nacional Normal “Gral. Don José de San Martín de Tandil”.
En mayo de 1957 se casó con Jorge Baigorri con quien tuvo tres hijos: Jorge Eduardo, Bernardo César y María del Carmen, que le dieron nueve nietos, Celeste, Bernardito, Bautista, Felicitas, Carolina, Juan Ignacio, Manuela, Paula y María.
Después del fallecimiento del papá, se hizo cargo de “New Style” junto a su marido Jorge Baigorri.
Fue miembro del Club de Leones donde participó activamente. Fue una mujer amante de su familia hijos y nietos como también la familia sanjuanina, de su casa y de sus plantas.
RUBÉN EDELMIRO MALDONADO
Nació en un pueblo llamado Indio Rico, en el partido de Coronel Pringles, el 5 de diciembre de 1955, donde vivió durante su niñez y adolescencia, junto a su mama y tres hermanas. Luego se fue a hacer el servicio militar a Campo de Mayo, Buenos Aires, donde conoció a Alicia, quien era hasta el día de su fallecimiento su esposa. Con ella tuvieron tres hijos: Marcela, Ezequiel y Sebastián.
En el año 1979 se fueron a vivir junto a su familia a Adolfo Gonzales Chaves, allí realizó la carrera de policía. Luego de unos años se le detectó Alzheimer, por lo que se vino a vivir a Tandil con su esposa, ya que sus hijos estaban acá con sus familias, sus nietos Julián, Santiago, Jacqueline, Renata, Agostina, Simón y Franchesca.
Le gustaba mucho compartir asados, cumpleaños y momentos con la familia completa. Además de policía era muy buen tapicero, pero producto de su enfermedad no pudo realizar más trabajos. En Tandil debió ser internado, y el pasado 15 de julio de 2020 se produjo su deceso con tan solo 64 años de edad.
JUANA URBISTONDO
Nació el 8 de febrero de 1918 en Tandil ciudad en la que vivió sus 102 hermosos años. Única hija mujer de María Elena y Francisco. Desde muy joven se hizo cargo de la crianza de sus siete hermanos por ser la mayor, sobrellevando la pérdida temprana de sus padres.
En su juventud conoció al gran y único amor de su vida, Isidoro Rivero, con quien contrajo matrimonio y tuvo a sus tres hijos: Rubén Ángel, María Norma y Elena Elsa.
A partir de allí se dedicó al cuidado y bienestar de su propia familia. A pesar de quedar viuda en la mitad de su vida, y con una ceguera temprana, nunca perdió su alegría, su optimismo y sus ganas de vivir.
Su enorme devoción a Dios fue lo que la hizo seguir en pie y batallando a pesar de todas las grandes pérdidas y duelos de sus seres queridos.
Fue una gran mujer, humilde, noble, resiliente y con un corazón bondadoso. Su gran fortaleza y sabiduría le permitieron superar las adversidades que le plantó la vida de las cuales renacía una y otra vez. Falleció el pasado 21 de julio de 2020.
“Querida Juana, tu hija Elsa, tus hijos políticos Enrique y Marie Elena, tus nietos Adriana, Javier, Lorena, Gastón y Ramiro así como tus bisnietos y tataranietos te recordaremos siempre con profundo cariño y admiración. Y, aunque hoy estamos muy tristes con tu partida, agradecemos a la vida haberte disfrutado tantos años y guardaremos en nuestros corazones recuerdos de los hermosos momentos compartidos. Adiós viejita linda!”.
ALBERTO FLORENTINO BARRIENTOS MONTOYA (TATO)
Nació el 25 de mayo de 1951 en la ciudad de Benito Juárez. En su adolescencia se mudó a la ciudad de Tandil donde se desempeñó en sus primeros comienzos laborales, como taxista y en la distribuidora Sancor. Uno de sus pasatiempos favoritos era ser jugador de vóley en el seleccionado de Santamarina, club que él consideraba su segundo hogar.
Formó su primera pareja con Mirta Tocci con quien tuvo su primer hijo Juan Manuel, quien junto a Daiana Codo le dieron dos nietos Emma y Theo y su hija del corazón Alejandra Vélez. Continuó sus sendas laborales como remisero en varias empresas de la ciudad; en una de las cuales conocería a la que sería su nueva pareja: Marcela Maineri con quien tuvo cinco hijos: Melina, Nahuel, Tomás, Matías y Carolina.
Falleció el pasado 13 de julio de 2020, causando su deceso un profundo dolor entre sus seres queridos, sus hermanas Esther y Elena, sus sobrinos Laura y Gustavo, amigos y conocidos. Los hijos quieren agradecer públicamente el apoyo y acompañamiento recibido por parte de Julio Elichiribehety y Sergio Givonetti. Que en paz descanse.
NOELIA LÍA DEL CORSO DE PICCINOTTI
Nació el 21 de octubre de 1938 en Montecristo partido de Tandil y falleció el 18 de julio de 2020 a los 81 años.
El 4 de diciembre de 1958 se unió en matrimonio con Juan Arnaldo Piccinotti con quien compartió 61 años de casados, disfrutando de varios viajes en moto.
De ese amor nacieron sus hijos: Eugenio y Esteban y se acrecentó su familia dándole bendiciones de abuela, bisabuela y tatarabuela.
Durante su juventud compartió la tarea de ama de casa con la profesión de modista y en su madurez fue exitosa representante de la marca Essen y reforzó estas amistades con el grupo denominado Asociación Chienno Vecinos (A.CH.V).
Fue una gran amiga y vecina, una mujer con todas las letras. Quienes la conocieron destacan su buen corazón, bondad y devoción por su familia y amigos.
“Noelia el camino hacia tu merecido cielo está plagado de hermosas flores que fuiste sembrando a tu paso. Estarás presente en nosotros a cada momento. Hasta siempre”.
CARLOS ANDRÉS CALCAGNO
Carlos Andrés Calcagno, porteño nacido en el 1947, que, como muchos, un día pasó por Tandil y quedó enraizado.
Todo comenzó instalando la primer reveladora color fotográfica a pedido de Julio Díaz; continuó de la mano de Olga Bálsamo con quien formó una familia y tuvieron como hijos a: Sergio, Lorena, Mónica, Diego y siempre un perro que lo acompañaba. Y así transcurrió su vida, entre paseos en carretilla, cajas de mudanza, risas, viajes, lágrimas, trabajo, charlas eternas.
“Sí tengo que definirte en una sola palabra es: Estoico. Un tipo firme, leal y fiel a sus principios y valores. Tu universo la familia, tu pasión las plantas, una buena comida junto a tu vinito. Esto no es un adiós definitivo, sólo un hasta que nos volvamos a ver querido viejo”.
HUGO ENRIQUE POLI
Hugo Enrique Poli, nació en Tandil el 2 de junio de 1940. Hijo de Dominga Zampatti y de Octavio Poli y hermano de Mario Néstor. Creció en un ambiente de ferroviarios y músicos. Tal vez, por eso, el tango y la milonga fueron su pasión.
Durante su juventud, fue un conocido actor de la noche tandilense. Dueño de bares como La Pulpería del Diablo y Patio de Tangos, mientras durante el día desarrollaba su experiencia en estilos y maderas trabajando en las conocidas Mueblerías Santa Rosa.
En su juventud, conoció a María Lepera, con quien contrajo matrimonio y compartió su vida, sus afectos y pasiones durante más de cincuenta años. Fruto de ese amor nacieron en la década de los sesenta, sus hijos Inés y José Luis, por quienes vivió y trabajó para darles una buena educación y profesión.
Con el correr de los años, abrió su propio comercio: Arte Hogar y Poli Muebles, alternando su vida laboral con la participación social activa en agrupaciones Tangueras, Centro Carlos Gardel y peñas milongueras. Amante del Tango, junto a su esposa, transitó varios Centros, Bares y Clubes dónde podía disfrutar de la música y el baile al ritmo del dos por cuatro.
Hugo vivió la mayor parte de sus años en la zona de la Estación, tuvo una vida plena en compañía de su esposa, sus hijos, sus cuatro nietos, familiares y amigos y el 24 de julio de 2020, luego de una corta convalecencia falleció, para reunirse en el cielo junto a seres queridos que partieron antes que él.
Los que te conocimos y amamos, lo recordaremos por siempre, en cada rincón, en cada palabra, en cada objeto, en cada asado, en cada tango, en cada instante de nuestras vidas.
HÉCTOR CARLOS FERRAGGINE
Llegó a esta vida el 29 de abril de 1942, siendo hijo de Juan Ferraggine y María Juana Dambros y hermano de Marta y Alicia. Realizó sus estudios primarios en la escuela 5 de esta ciudad, dedicándose desde muy joven a la carpintería, empezando de ayudante en la empresa “Agostini y Vinelli” que le permitió, a mediados de los años 60, ganarse su lugar en la reconocida mueblería “Muebles de Sud”.
En 1969 contrajo matrimonio con Teresa Elvira Castro y fruto de su amor nació, en 1974, su único hijo Javier Andrés, quien fue su orgullo.
Ya formada su familia logró, en 1976, tener su propia carpintería ganándose amigos y respeto de sus colegas, dejando una huella muy grande en su profesión.
La vida lo siguió premiando con el título de abuelo feliz, disfrutando de tres hermosos nietos: Rodrigo, Felipe y Esperanza que lo llenaron de amor. Lamentablemente y de manera repentina falleció el pasado 12 de julio de 2020.
“Nos dejaste físicamente, pero también dejaste la enseñanza al trabajo, honestidad, esfuerzo y lucha que siempre tendremos presente. Te vamos a extrañar y recordar siempre. Nunca te olvidaremos. Te amamos, que descanses en paz. Tu familia”.
MARÍA EUGENIA VISGARRA
María Eugenia Visgarra de Vallejo nació el 31 de diciembre de 1981 y falleció el pasado 28 de julio de 2020, a los 39 años, causando su deceso un profundo dolor entre sus seres queridos y amigos.
La familia quiere recordarla con el siguiente texto. “Queremos despedirte y decirte que siempre vas a estar viva en nuestros corazones, el cielo necesitaba una estrella que brille con más fuerza y te eligió a vos. Te vamos a extrañar mucho, fuiste una gran guerrera de la vida. Te despedimos: tu esposo Oscar Vallejo; tus hijos: Bianca y Alan; tus hermanos: Marcela, Miguel y Eva; tus padres: Elisa Eva y Miguel y también todos tus sobrinos”.