Necrológicas
JUANA ESTHER ALZUETA (POROTA)
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Nació en Olavarría el 10 de noviembre de 1929, hija de Emilio Alzueta y Francisca González. Junto con sus hermanos, Dora y Oscar, pasaron gran parte de su vida en el campo, trabajando a la par de sus padres. En 1955 se casó con Alejandro Orellano con quien tuvieron dos hijas, Graciela y Noemí.
Fue dueña de un gran carácter que la ayudó para superar cada obstáculo que la vida le puso y seguir adelante sin importar nada. Cobijó en su vida a todo aquel que necesitaba una mano, tenía un corazón noble y bondadoso.
Dedicó su vida a criar a sus hijas con los valores más altos y aconsejó y disfrutó de sus nietos y bisnietos cada vez que necesitaban.
Su casa era el punto de encuentro de amigas y familiares, siempre había un mate y una torta para compartir, un consejo para dar y una sabia palabra para decir. Su jardín, sus flores y plantas eran su cable a tierra, aún sin moverse demasiado se las ingeniabas para poner sus manos en la tierra.
“Te vamos a extrañar demasiado, pero te agradecemos infinitamente haber podido disfrutarte tantos años. Que en paz descanses. Que Dios y la Virgencita de Luján (como vos siempre decías) te sienten a su lado. Siempre vas a estar en nuestros corazones”, la despidieron sus seres queridos.
EMMA BLANCA ORTIZ VIUDA DE ROLANDO
Emma Blanca Ortiz nació el 4 de octubre de 1927 y falleció el pasado 29 de septiembre a los 92 años de edad.
Transitó su infancia en la estancia Acelain. Se casó a los 20 años con Edermidio Rolando con quien tuvo tres hijos: Oscar, Carlos y Ricardo, quienes le dieron nietos, bisnietos y tataranietos.
Dedicó su vida a ser ama de casa; era muy fanática hincha de River Plate y le gustaba y disfrutaba mucho del folclore. Hoy descansa en paz junto a su marido
“Emma siempre te vamos a recordar. Hasta siempre”, la despieron sus hijos, hijas políticas, nietos, bisnietos y tataranietos.
CARLOS RICARDO RODRÍGUEZ
Carlos Ricardo Rodríguez, conocido como ‘Botija’ por algunos, ‘Chucky’ o ‘Murmullo’ por otros, nació en General Lamadrid el 13 de enero de 1968, hijo de María y Severo, hermano menor de una pequeña familia. Creció rodeado de mucho amor, días de escuela, juegos con su hermano Alberto, tardes de bicicletas alrededor de la plaza de la pintoresca ciudad, pasión por el ‘rojo’ y siempre rodeado de sus amigos del barrio.
Al finalizar la escuela secundaria comenzó trabajando en el Banco Provincia, pasando, entre otras, por la sucursal de Coronel Suárez y General Lamadrid hasta llegar a Tandil, donde decidió quedarse junto a su hermano y su familia.
Pasaba sus días trabajando rodeado de sus compañeros y amigos, disfrutando de la música de Larralde, de los asados de fin de semana, caminatas por la ciudad, encuentros con la familia y viajes.
Encontró en la pelota paleta su deporte favorito que compartía con sus amigos y que practicó hasta que un ACV, mientras jugaba, le cambió su vida. Luchó por su salud y salió adelante, a pesar que había poca esperanza de vida.
Allí comenzó una etapa diferente pero siempre conservando su esencia y el don de buena persona, buen hermano, buen tío, buen cuñado y amigo. Podía seguir con su vida pero contando con el apoyo de otras personas y en el Hogar encontró lo que necesitaba, el acompañamiento de una gran familia.
Los más cercanos a él fueron conociendo esta manera diferente de comunicarse y los que lo conocían muy bien sabían lo que él quería comunicar en cada momento.
Sus días continuaron con las actividades en el Hogar, la visita de sus amigos, los paseos con Sofía y las salidas del domingo a comer algo rico, un postre con dulce de leche no podía faltar, escuchar la música favorita, mirar los partidos de fútbol y recordar aquellas anécdotas que repetía incansablemente.
El 23 de septiembre y con solo 53 años falleció dejando un hermoso recuerdo de su paso por esta vida y una gran enseñanza en todos los que lo quisieron mucho. Quedan lo gratos recuerdos y anécdotas increíbles, muy graciosas.
“Gracias a todos los que lo acompañaron en las diferentes etapas de su vida de los cuales repetía sus nombres continuamente. Gracias Ricardo por toda tu bondad, simpatía, solidaridad, el valor de la amistad a pesar del tiempo y las circunstancias. Te recordaremos por siempre con todo el afecto y cariño de aquellos que te amamos. Descansa en paz”.
ROSA AMELIA PERALTA DE RAVENNA
Nació en la ciudad de Rauch el 23 de diciembre y desde muy chica se dedicó a trabajar. Se casó siendo joven y formó su familia teniendo un total de cinco hijos. De su primer matrimonio nacieron: María del Carmen, María Rosa y Horacio (f) Ferrari; mientras que en segunda nupcias fue madre de Francisco y Karina Ravenna, quienes la hicieron abuela a temprana edad. Pudo disfrutar de sus 16 nietos, 32 bisnietos y 4 tataranietos. Falleció el pasado 10 de septiembre de 2020.
“A un mes de tu partida se te extraña un montón, pero sabemos que estás en el mejor lugar, en brazos del Señor. Vivirás por siempre en nuestros corazones, que en paz descanses”.
CÉSAR HORACIO PEÑA
César Horacio Peña nació en Lobería el 10 de diciembre de 1933, hijo de César Horacio Peña y Natividad Ernesta Etchevarne. Falleció en Tandil el pasado 17 de septiembre.
Se casó con Naty, con quien tuvo tres hijos: Marcelo (f), Viviana (f) y Carlos. Fue empleado de comercio, trabajó en tiendas tradicionales como Blanco y Negro en Lobería, Los Gallegos, Casa Boo, y también en la zapatería ELCA, salvo un breve período en Balcarce, el resto de los empleos siempre en Mar del Plata. Hacía unos años atrás se había radicado en Tandil. Era un hombre sencillo, de trabajo, querido y apreciado por todos. Lo extrañarán sus hermanos Hilda, Tota y Héctor.
PERLA ARGENTINA MEDINA
Perla Argentina Medina llegó a esta vida el 28 de diciembre de 1957 y falleció el 16 de septiembre.
Fue una mujer humilde, sencilla, trabajadora y luchadora, esposa, mamá de seis hijos y abuela amorosa. Vino de Misiones en 2005, dejando allá sus raíces, amigos, vecinos y su amada casa llena de flores y frutales, para apostar a la unión y bienestar familiar. Dueña de una bondad y amabilidad inigualable.
Apasionada por las flores, la música chamamecera, los domingos familiares, los viajes, prestando mucha atención al guía para no olvidar jamás cada lugar que visitaba y fiel lectora de El Eco de Tandil, el que leía todas las mañanas las noticias antes de ir a trabajar. Excelente e intachable persona.
“Es imposible no estar triste, tu ausencia duele pero tu recuerdo nos hará sonreír, sintiéndote cerca siempre. Gracias por todo lo que nos brindaste. Te amamos. Tu esposo Maximiliano Gaona, tus hijos Lidia, Rubén, Lorenzo, Norma, Héctor y Julia. Nietos Lucila, Felicitas, Arsenio, Josefina, María Paz y Facundo”.
JUAN MIGUEL AGÜERA
Juan Miguel Agüera nació el 15 de mayo de 1959 y falleció el pasado 16 de septiembre , causando su deceso un profundo dolor entre sus seres queridos y amigos. Su familia acercó hasta la redacción el siguiente recordatorio.
“Hoy hay luto en nuestro corazones nos cuesta aceptar su fallecimiento, queremos creer que es un sueño y que mañana despertaremos y voz estará acá. Nuestras almas no encuentran consuelo. No hay forma de evitar la tristeza y tener un vacío en corazón. Papi solamente tenemos palabras de agradecimiento con vos todos tus hijos: Lali, Malvina, Fito, Cristina, Maxi, Nora, Braian, Nahuel y Jonatan. Gracias por enseñarnos los valores de la vida, él respeto ante todo y siempre trabajar para lograr nuestros objetivos. No quiero dejar pasar por alto el gran esposo y compañero que fuiste con mamá, Mónica Rosende, con la que siempre fuiste incondicional. El pasado 24 de mayo cumplieron nada más y nada menos que 40 años de casados. Mamá dejó de trabajar para dedicarse enteramente a cuidarte hasta tú último día de vida. Quiero que sepas que te amamos y amaremos siempre. Gracias ‘papito’, orgullosos siempre. Y le damos gracias a Dios por haber tenido un papá como vos. Mami te manda un beso gigante y dice que te amará por siempre”.
NÉSTOR OSCAR PERALTA (EL NEGRO)
Néstor Oscar Peralta falleció el 5 de octubre pasado. Se fue ‘El Negro’, el que todos conocían, el electromecánico, el amigo, el esposo, el padre, el abuelo, el mejor, lo reseñaron sus seres queridos.
Había nacido en Azul y desde allá se vino con su amor Teresita o ‘La flaca’, como él le decía, a vivir a Tandil y a formar su hogar donde tuvieron tres hijos Mario, María y Néstor. Como sería su amor por Azul, que los chicos tenían que nacer allá, como sucedió con los dos mayores, y no con Néstor quien nació en Tandil.
De Azul también se trajo amigos que hasta el último momento estuvieron a su lado. Acá la luchó, trabajando noche y día para que a su familia no le faltara nada. Compró su terreno y empezó a poner cada ladrillo de su casa y de su taller de la calle Rosales. Levantó junto a su ‘Flaca’ la casa para criar a sus hijos y su taller ‘El Negro’ donde todos sabían que si iban y llevaban el auto los atendía y les buscaba la solución, sin importar el día, él siempre estaba.
Era hincha de Independiente y esa pasión se la pasó a sus hijos y a algunos de sus nietos. Amante del Ford y chamamecero hasta los huesos; pescador hasta la muerte, de esos que hacía valer el dicho ‘más vale un mal día de pesca, que un buen día de trabajo’. Bastaba que algún amigo le dijera ‘vamos a pescar’ que él agarraba la caña y allá salía.
Su sueño era llevar a todos sus nietos a pescar, lo intentó una vez con los más grandes pero solo el nieto mayor tomó su manía. Disfrutó de la vida, donde podía viajar con Teresita a visitar a los amigos a Mar del Plata o a Azul, la familia de allá o con sus amigos. Le gustaba el Casino o visitar algún bingo y elegía el destino que tuviese agua para tirar la caña.
Amaba las fiestas, las reuniones y hacer su asadito, pero él quería que estén todos sus hijos y nietos juntos y comer los domingos en familia, sino no valía. Se pudo lograr, a pesar de todo, en el festejo de su cumpleaños 65. Fue el último y hasta le pidió a su mujer bailar el último chamamé.
Invitaba a todos a su casa a pasar las fiestas, cumpleaños, o a sus asados con sus amigos del alma que se juntaban en el taller los viernes. ‘El Negro’ cosechó muchos amigos por ser buena persona.
“Se nos fue y ahora solo nos queda recordarlo como la gran persona que era. El gran esposo, padre único, el suegro que mejor te podía tocar y un excelente abuelo. Era el más chico de sus hermanos, pero fue el padre que les faltó y supo aconsejarlos. Un gran tío y mejor vecino. Era el amigo incondicional que siempre estaba. Falleció ‘El Negro’, una gran persona. Las personas mueren cuando se olvidan y puedo asegurar que vas a ser eterno porque nadie que te haya conocido te va a olvidar. Descansa en paz Néstor”, lo despidieron.
LUCAS JOSÉ RAVICULÉ
El pasado 27 de septiembre de 2020 falleció Lucas José Raviculé. Había nacido en Tres Arroyos el 11 de marzo de 1968, y hacía muchos años que se había radicado en Tandil, donde conoció el amor y formó una familia.
Aunque vivió en esta hermosa ciudad la mayor parte de su vida, siempre encontraba un espacio para ir a visitar a sus hermanos, sobrinos y amigos. Le gustaba mucho ir a Tres Arroyos y en los veranos disfrutar de las playas de Claramecó en familia ya que quedaba muy cerca.
Fanático de Boca Junior, siempre le decía a sus hijas que el que ‘no era de Boca dormía afuera con la perra’. En el 2017 tuvo que someterse a un trasplante de riñón, del cual salió muy bien, ya que era muy fuerte. Hasta último momento creía que iba a salir y volver hacer las cosas que amaba. Pero la vida no siempre es justa y con 52 años falleció. Toda la familia, amigos y especialmente sus tres hijas lamentan mucho su partida.
“La pérdida se lleva lo que no fue, pero nosotros permanecemos con lo que disfrutamos”, reflexionaron.