Necrológicas
CARLOS ALBERTO ARCE
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Carlos Alberto Arce nació el 14 de enero de 1944 en Tandil. Vivió junto a sus padres Pedro Arce y María Concepción Corsi, y sus seis hermanos: Olga, Blanca, Oscar (Cacho), Eduardo, Carmen y Jorge. Amó a su tía Juana y a su tío Luis como si fueran sus padres.
A los 18 años contrajo matrimonio con Alicia Cora Barraza, con quien compartió 58 años de su vida. Fruto de este amor llegaron sus hijos: Katy, Carlitos, Sandra, Marcelo y Martín; sus 12 nietos y 7 bisnietos. Transitó su vida laboral en la Usina Popular de Tandil, donde fue muy querido y respetado por sus compañeros, quienes cariñosamente lo apodaban “Cogote”. Disfrutó de la compañía de su familia y supo aprovechar cada momento con sus nietos y bisnietos cumpliendo con mucho amor y entrega su rol de abuelo y bisabuelo. Compartió entrañables momentos junto a sus yernos, nueras, cuñadas y cuñados, sobrinos y sobrinas.
“Puedes llorar porque se ha ido o puedes sonreír porque ha vivido, puedes cerrar los ojos y rezar para que vuelva, o puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado. Tu corazón puede estar vacío porque no lo puedes ver o puede estar lleno del amor que compartiste. Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el vacío y dar la espalda, o puedes hacer lo que a él le gustaría: sonreír, abrir los ojos, amar y seguir. Hoy te llevas un pedacito de cada uno de nosotros pero en nuestros corazones dejas la enseñanza de la familia, el amor y la alegría como pilares principales.
Te vamos a recordar siempre con todo el amor que nos transmitiste y sostener el legado que nos dejaste. En cada paso que demos sabemos que nos vas a acompañar en nuestros corazones. Te amamos para siempre. Que Dios te guarde en la palma de sus manos hasta que volvamos a encontrarnos. Tu familia”.
NÉLIDA AMANDA GIGENA
Nélida Amanda Gigena, “Juanita” para los allegados, nació en Tandil el 2 de agosto de 1944. Fue la mayor de siete hermanas, hija de María Josefa Gigena y Laureano Carrón. En los años 50 conoció a Remigio Vicente Ramil, “el Negro”, su compañero de vida, y el padre de sus tres hijos: Claudia, Nélida y José. La vida les regaló cinco nietos: Sabrina, Iriana, Pablo, Guido, Nadir y tres bisnietos: Aylen, Francisco y Lara. Formó parte de “Apostar a la Vida”, quien la acompañó en su camino en su lucha contra el cáncer hasta superar la enfermedad. Una mujer con gran fortaleza, energía y carácter. Fanática de River Plate y del helado.
“Abuela te voy amar siempre, se quedan conmigo cada una de tus palabras, enseñanzas y consejos. Gracias por toda mi vida al lado tuyo. Hasta siempre. El pasado 24 de noviembre de 2020 dejaste un vacío muy grande en quienes tanto te amamos, te vamos a recordar siempre ‘Juanita’. Tu hija Claudia, tu hijo políticos Hugo, tu nieta Sabrina, tu nieto político Leo, tus hermanas Stella y Teresita, tu cuñado Miguel, tus sobrinos Romina, Juan, Sebas, Marcela, Andrea, Jorgelina y Jorge, tus hijos del corazón Néstor y Lili y sus hijos Eze y Magui, tus amigos y vecinos. La familia agradece al Hospital Ramón Santamarina por la atención y contención recibida los últimos días, al oncólogo Germán Poiman, a quien Nélida siempre recordó con cariño y agradecimiento. También agradecer al grupo de profesionales del centro de salud Lisandro de la Torre”.
ANDRES RUBEN SANSO
Andrés Rubén Sanso, más conocido por “el Pelado” nació un 10 de junio de 1945 y arribo a Tandil desde Buenos Aires, con 20 años. Empezó como colectivero en la línea amarilla, la número 1 (hoy 500). Fue camionero, barman en la mítica confitería ‘La Jockey’ (Pinto pasando lo que era el Banco Comercial) y encargado del boliche Yerico (9 de julio al 800). Después por muchos años fue taxista y remisero, terminando su vida laboral en Thaun.
Vivió la vida a su manera, divertido y renegado, lamentablemente su adicción al cigarrillo hizo que el coronavirus se lo llevara a los 75 años, siendo una sombra de lo que era.
“Fue pareja de mi madre (f) durante 25 años, así pasó a ser parte de mi familia y padrino de mi hija. Se extrañarán los domingos de asadito. Siempre te recordaré. Me quedó tu perra ‘Luna’ y tus cosas que me dejaste. Hasta algún día Rubén, que en paz descanses. Alicia”.
BLANCA HAYDÉE MIQUELARENA
El pasado 18 de noviembre de 2020 falleció Blanca Haydée Miquelarena, causando mucho dolor su desaparición física entre sus seres queridos y amigos. Su familia acercó hasta nuestra redacción el siguiente recordatorio.
Nació el 25 de mayo de 1933 en su querida De la Canal donde transcurrió muchos años de su vida con toda esa gente hermosa. Hija de familia numerosa, era la mayor de seis hermanos a los cuales adoró y protegió, al igual que a sus sobrinos. Se casó con Santiago Larricq, formando una familia junto a sus dos hijas: Mirta y Miriam. Trabajaron codo a codo, principalmente con la familia Dinon considerada como propia familia. En 1995 al quedar viuda se trasladó a Tandil y siguió cosechando amistades.
Colaboró en Caritas, siendo la zapatera número 1, esa era su función además de tener amigas de fierro que aún llaman para recordarte. Fue abuela de cuatro nietos y nietos políticos a los que consintió y mimó al igual que a sus ocho bisnietos, eran su vida. También compinche de sus yernos Jorge y Esteban a los que nunca se olvidaba de recordarles que sean gente de bien. Sus amigas del barrio, a las que siempre llamaba para charlar y colaborar en lo que se podía. “Esperamos descanses en paz porque acá distes todo y mucho más. Te amamos por siempre. Tus hijas”.
ROBERTO ADOLFO GENTIL
Nacido en la ciudad de Ayacucho el 4 de febrero de 1939, hijo de Raúl Alberto Gentil y de Evarista Hernández y el séptimo de nueve hermanos.
Hizo el servicio militar en Azopardo (Azul) como Marinero en Tierra. Siempre contaba que solo había cursado el colegio hasta cuarto grado porque desde temprana edad trabajó en el campo junto a sus padres y hermanos.
Luego conoció al amor de su vida, Sara Fulco, con la que se casó el 10 de enero de 1969 y nacieron sus hijas Mónica y Patricia las que le dieron cuatro nietos: Felipe, Bautista, Candela y Conrado.
Se desempeñó trabajando por varios años en Ronicevi y luego su destino estuvo en el campo que tanto le gustaba y le hacía feliz pero a su vez tan sacrificado. Trabajó en la Estancia Tandileofú varios años como tambero. Luego regresó junto a su familia a Tandil para desarrollar tareas en la empresa Buxton.
Más tarde se jubiló pero nunca dejó de trabajar. Fue un luchador incansable. Trabajador como pocos. Fue una excelente persona, fuerte, con valores, sencillo, de palabra, con un gran corazón y un gran sentido del humor.
Fue un hombre muy querido, generoso, honesto, una persona que siempre enorgullecía a su familia. El mejor esposo, padre, abuelo y suegro. Ocurrente, divertido, pícaro y travieso.
“Te vamos a echar de menos. Que en paz descanses. Siempre en nuestros corazones. Hasta que nos volvamos a ver. Tu familia”.
MARÍA CRISTINA MAQUEZ
María Cristina Maquez nació el 30 de enero de 1952 en su pueblo tan amado Claraz. Vivió y estudió en el campo, hasta que se casó con Hugo, con quien tuvo tres hijos: Hernán, Mauro e Iván. Toda su vida estuvo ligada al mercado El Cacique. Vivió para su negocio y la familia, siempre junta. En el 2004 se instaló en Tandil, en la búsqueda del que hacer, nunca quieta. A sus tres nietos Sofía, Lourdes y Simón les brindó mucho amor, especialmente el tercero de los mencionados quien fue su motor en su último tiempo. Falleció el pasado 23 de noviembre de 2020 a los 68 años.
“Descansa en paz junto a tus dos hombres. Siempre estarás presente en nuestros corazones”.
RUBÉN OSCAR GUTIÉRREZ (EL NEGRO)
Rubén Oscar Gutiérrez “El Negro”, el pasado 15 de noviembre de 2020 falleció generando su deceso un profundo dolor entre sus seres queridos. Había nacido el 14 de marzo de 1944 en Tandil, se crío en el pueblo de Oriente junto a sus padres Florentino y Angélica y a sus 14 hermanos. Compinche de su hermana recientemente fallecida Maruca.
En su adolescencia, se dedicó a varios rubros hasta que encontró su pasión por los camiones trabajando en esta profesión hasta jubilarse. Radicado ya en Tandil se casó con Stella Maris Alberdi, con quien tuvo cinco hijos: Rubén, Roxana, Daniela, Elisa y Walter.
Fue abuelo de 12 nietos y también bisabuelo. Disfrutó mucho tanto de sus nietos como bisnietos de los que la vida le permitiera. “Descansa en paz papá. Tu familia”.
SUBOFICIALMAYOR ADALBERTO CUEVAS
Nació el 17 de diciembre de 1942 en Campo Santo, provincia de Salta, hijo de Abraham Cuevas (ferroviario) y Elvira Ruiz (ama de casa), siendo el mayor de tres hermanos: María del Carmen y Luis. Cursó sus estudios en la localidad de General Güemes (Salta), donde se radicaron sus padres hasta terminar sus estudios secundarios.
A los 18 años ingresó en la Escuela de Mecánica del Ejercito “Fray Luis Beltrán (Buenos Aires), egresando en el año 1963 con el apodo de “Topito”, siendo su primer destino Comodoro Rivadavia, junto a cuatro compañeros, luego amigos de la vida. En 1967 tuvo su pase al Batallón de la ciudad de Tandil. En 1980 fue trasladado a la ciudad de Mar del Plata y, en 1983 retornó a esta ciudad al Comando de Brigada, donde se retiró el 31 de diciembre de 1990.
Luego de ello, realizó diferentes trabajos: Dánica (tres años), Banco Comercial (Transporte de Caudales).
Colaboró junto con otras personas, y el padre Horacio Gómez, donde se generó una amistad hasta la actualidad, en la construcción de la Capilla Nuestra Señora de Guadalupe.
Se casó el 20 de marzo de 1971 con María Luisa Eliceguy (Maruca) y tuvieron dos hijas: Alejandra y Magdalena, ambas casadas. Alejandra con Sergio Cuso y Magdalena con Claudio Felisatti. Tuvo 5 nietos: Agostina, Nahuel y Micaela Cusco; Catalina y Simón Felisatti.
Fue una persona de carácter, recto, muy compañero de su esposa, preocupándose por el bienestar de sus hijas y nietos. Falleció el 18 de noviembre de 2020, a los 77 años y, como dijo un amigo: “Topito, como siempre te fuiste de pase al Batallón de los Ángeles que están junto a Dios. Te recordamos con amor y cariño, tu familia, amigos y el Batallón de amigos-Promo 1960”.
ALBERTO JOSÉ DÉCIMA
Alberto José Décima, nació el 22 de agosto de 1944, su padre, Cipriano Décima, su mamá, Josefa Martina Bouzas. Criado junto a sus hermanos, Juan Carlos (f), Nilda (f) y Noemí, Coco (f), Modesto (f), Ricardo (f), María y Haydée (f), en una linda infancia. Fue a la escuela 7 y al terminar la primaria no quiso seguir estudiando por lo que rápidamente comenzó a trabajar de cadete en Grimoldi. Su vida transcurría en el Club Gimnasia donde jugaba al básquet, y después se pasó a Santamarina, disfrutando del club junto a sus amigos. Llegada la mayoría de edad, empezó a trabajar en Carboquímica, Metalúrgica Tandil, Metan, buscando su lugar laboral. Su gusto por la política lo llevó a participar de la Juventud Peronista. Entre tanto, conocía a la que sería su esposa, Zulema Inés Pereyra, con quién se casó el 22 de diciembre de 1967.
Fruto de esa unión nacieron sus tres hijos Zulema Inés, Julio Alberto y Susana Andrea. Fue en 1974 que después de tanto buscar empleo entró en la Municipalidad de Tandil, en el sector de Parques y Paseos. Apasionado por las plantas vivió 11 años en la casita del Parque Independencia, cuidando los canteros y las flores de aquel bello lugar. Luego una operación de columna lo haría alejarse y pasar por otros sectores como Vialidad, El Calvario, El Anfiteatro, hasta que llegaría su jubilación y también la llegada sus nietos, Tomás, Florencia, Fiorella, Lucas, y más tarde los más chiquitos, Mateo y Paolo. Le gusta estar siempre rodeado de la familia, fanático incondicional de River Plate, no se perdía por nada del mundo un partido de la ‘banda’. También le gustaba el Turismo Carretera, yendo a las carreras o mirando por TV, a sus ídolos Mouras, Pato Morresi, Satriano y Ortelli.
Cada tanto disfrutaba ir a pescar y hacer algún rico asado para sus hijos y nietos, y a la tarde prepararle sus exquisitos buñuelos o tortas fritas. Fue un buen padre, recto, enseñando valores y la importancia de la unión familiar, de ser unidos entre los hermanos y con el resto de la familia.
Sus seres queridos, amigos y allegados lo llevarán siempre presente en su corazón manteniendo vivo su recuerdo. Hoy ya descansa en paz en los brazos de Dios.
CARLOS OMAR MONTOYA
Nació en Colón, provincia de Buenos Aires, el 4 de noviembre de 1937, hijo de Isidoro Montoya y Ángela Aurora Pérez, completó la familia su hermana Ana María. De joven, emigró a Buenos Aires y luego de mucho sacrificio y estudio, ingresó en el Banco Provincia de Buenos Aires. Luego de recorrer varios destinos, logró hacer carrera hasta formar parte del personal jerárquico, siendo su último destino la ciudad de Tandil, donde se desempeñó durante doce años hasta su jubilación y supo cosechar fuertes y duraderas amistades.
Se casó con Ana María Bari, con quien tuvo dos hijos, Fernanda y Pablo. Anita enfermó y él le dedicó los mejores cuidados, tratando de mejorar su calidad de vida. Fernanda le dio cinco nietas, que fueron la mayor alegría de su vejez. Solana, Catalina, Jazmín, Malena y Wanda, a quienes les brindó su amor, protección, y su complicidad incondicional. Era hincha muy fanático del club San Lorenzo de Almagro y no se perdía nunca ninguno de sus partidos. Solía disfrutar de la pesca, el tango, y los asados de los domingos en familia, Carlitos fue un señor con todas las letras, una persona con un carácter admirable.
Brindó su cariño y entrega a todas las personas que se cruzaron en su camino por este mundo. Fue un hombre honesto, compañero, íntegro y solidario. “Quienes hayan tenido el placer de conocerlo, sabemos que es alguien que guardaremos en nuestros corazones por siempre, porque era una persona muy fácil de querer y será difícil de olvidar tan grande ser. Espíritu guerrero, alma jovial. Tuvo una vida completa y feliz porque así se dispuso él a vivir. Nos quedan sus anécdotas, sus risas, nos abraza todo lo que nos enseñó. Feliz reencuentro con Anita. Hasta la próxima, Carlitos”.
JUAN ÁNGEL MUJICA
El pasado 26 de noviembre falleció un querido vecino de la ciudad, Juan Ángel Mujica, quien trabajó por muchos años en Metalúrgica Tandil, en Magnasco y en Ronicevi.
Tuvo mucho amor hacia su esposa Elsa Noemí Pereyra con quien estuvo casado 52 años. Lucharon juntos en las malas y en las buenas. De ese amor nació su único hijo Ángel Eduardo Mujica.
Fue un hombre que siempre le tendía la mano a toda la gente que lo conoció. Sus nietos, que lo adoraban, Victoria, Belén y Ema Mujica al igual que su nieto del corazón Juan Ignacio Palacios.
En su esposa Elsa, su hermana Olga Mujica, su nuera Estela Maris y su exnuera Nancy Rojas, sus sobrinos y su amigo Hugo Irazábal su fallecimiento su deceso provocó un gran dolor.
“Nunca te olvidaré mientras viva, que descanses en paz junto a nuestros padres, viejito querido como siempre te llamé. Elsita”.