Cuatro delincuentes asaltaron a dos mujeres y fueron privadas de su libertad por unas horas
El hecho ocurrió en la noche del martes por la noche en el domicilio de Chacabuco al 1300. Según el relato de una de las damnificadas los ladrones permanecieron desordenando toda la casa por espacio de dos horas. Se llevaron dinero, cadenas de oro y perfumes.
Elda María Cousté, de 85 años de edad, hace muchos años que vive en Chacabuco 1385 y jamás imaginó que le tocaría vivir un asalto como el que sufrió el pasado martes por la noche.
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Antes de las 21 del citado día, una de las víctimas se encontraba acostada decidida a descansar, sin embargo cuatro delincuentes irrumpieron en su casa y permanecieron por espacio de dos horas desordenando todo en busca de efectivo.
Cousté tiene un departamento chico en la parte posterior de la casa donde habita Angélica De la Torre el que cuenta con un pequeño patio, lugar por donde ingresaron las cuatro personas para perpetrar el ilícito.
“Estaba acostada cuando apareció una persona de contextura física grande, me agarró del brazo y me levantó”, contó Cousté a modo presentación sobre cómo se desarrollaron los hechos.
Aseveró que “me pedían dólares y les dije que no tenía. Me amenazaron con que me iban a matar y les respondí hace poco me operaron de cáncer, tengo problemas cardíacos, por lo tanto lo que harían sería adelantarse a lo que me va a pasar”.
Encerradas
Las dos mujeres no fueron golpeadas, pero sí maltratadas verbalmente hasta que las trasladaron hasta el departamento donde vive De la Torre y las dejaron encerradas en la habitación.
“Estaban todos con la cara tapada, pero había un joven que nos cuidaba, delgado, rubio, que tuvo un trato muy bueno con nosotras”. Especificó que “nos dio agua, y a mí me puso unos almohadones porque estaba incómoda y me dolía el pecho ya que soy paciente cardíaca. Fue el único distinto, los otros tres fueron muy prepotentes. No nos golpearon, solo a mí me agarraron del cuello cuando pedían dólares”.
Con el control total de la casa los delincuentes se dedicaron a revolver cada uno de los sectores en busca de dinero. “Estuve con mi nuera hasta las 5 de la mañana acomodando cosas. Dieron vuelta todo, y pensaba que la plata no la iban a encontrar pero no fue así”.
Aún dolida por lo sucedido expresó que “nosotras no le hicimos nada, solo le pedimos que no nos peguen. Lo que no entiendo es porqué tuvieron que cortar al medio un soummier que hacía poco había comprado. Demasiada maldad, por más que sé que lo hacen para buscar plata”.
Alerta
Antes que los delincuentes desactivaran todo tipo de comunicación con la casa, Elda María Cousté recibió un llamado. “Se comunicó conmigo una persona que había quedado que pasaba. Llamó para avisar que se le había hecho tarde y lo atendió uno de los ladrones. Solo le dijo, cuando sintió su voz, ‘que querés’ y luego le cortó. Ahí fue que nos dejaron incomunicadas. Esta persona siguió llamando y como no podía encontrarme decidió venir para el domicilio”.
En cuanto a lo sustraído, se alzaron con 30 mil pesos, los que había cobrado Cousté de dos jubilaciones, dos cadenas de oro, una con la imagen de la virgen y otra con una cruz también de oro, y todos los perfumes que la víctima tenía guardado.
“Tenían preparado para llevarse el televisor pero como no salieron por la puerta principal lo dejaron en el piso”.
Miedo
Lo sucedido en el domicilio de Chacabuco 1385 conmovió a todo el vecindario ya que la gran mayoría hace muchos años que viven en el lugar. “Los vecinos cuando se enteraron se fueron acercando para preguntarnos como estábamos y para saber si los delincuentes habían entrado por los fondos”.
Cousté agregó que “les dije que entraron y salieron por el fondo de la casa, después no sé hacia donde dan los terrenos o si tuvieron que pasar para escapar por el patio de alguna otra casa”.
Fin del atraco
Antes de irse y apuntándole con un arma uno de los delincuentes les dijo a las dos mujeres que no hicieran ningún tipo de ruidos y que no intentaran nada porque las matarían.
Cousté y De la Torre obedecieron. Encerradas en la habitación del departamento interno se mantuvieron en silencio durante varios minutos. “Como empezamos a sentir un profundo silencio, intuimos que ya se habían ido. Así que me acerqué a la puerta del dormitorio y les empecé a gritar que necesitaba salir para tomar una pastilla para el corazón. No tuve respuestas por lo que seguí avanzando despacio y hablándoles fuertes ya que temía que me pudieran hacer algo como habían dicho. Llegué a mi casa y ahí me di cuenta que se habían ido, por lo que le avisé a Angélica”.
Casi al mismo tiempo que las mujeres corroboraban que la banda se había marchado llegó la policía. “La persona que llamaba fue la que avisó a la policía que algo estaba pasando. Llegaron varios patrulleros, les abrí y les conté todo lo que habíamos pasado casi desde las 21. Estuvieron muy bien con nosotras, llamaron a una ambulancia y nos revisaron para saber cómo estábamos. Después le detallamos como sucedieron los hechos y armaron un operativo para intentar atraparlos”.
Sentenció que “tengo mucha familia y vinieron a visitarme ni bien se enteraron, pero la verdad es que quedé con miedo. Pienso que puede volver a sucederme lo mismo, ya que fue la primera vez que pasé por una situación como esta”, concluyó.
Intervinieron en el lugar personal de comisaría Segunda por corresponder jurisdicción, Policía Local, una ambulancia del SAME y efectivos de Científica.