Doce vecinos resolverán la suerte procesal del femicida de Ailin Torres
A casi un año de aquel trágico 11 de noviembre, cuando Ailín Torres murió en manos de su expareja en el baño de su departamento, corrió mucha tinta en el expediente judicial como en los espacios noticiosos. Sobre la historia escrita en la fiscalía a cargo de la investigación ya todo había quedado concluido, al aguardo de lo que hoy comenzará en el Tribunal Oral Criminal 1, donde han sido citados para la ocasión una veintena de vecinos de la ciudad y la zona, de los cuales 12 quedarán elegidos como los integrantes del jurado popular, quienes serán los que dictarán la suerte procesal de Damián Alejandro Gómez, sindicado como el femicida.
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Efectivamente, el acusado arribará al debate bajo el delito calificado “femicidio por ser perpetrado en contexto de violencia de Género y por haber mantenido una relación de pareja”.
Cabe consignar que por las características del caso y la pena en expectativa -la máxima que contempla el Código Penal (prisión perpetua)- el caso se ventilará en un juicio por jurados, al no contar con la objeción de la defensa, a cargo de Claudio Castaño, que en su momento no pidió otra alternativa, como es el derecho de elección que le asiste al acusado.
Así las cosas, será un jurado popular, una docena de vecinos los que en las audiencias de hoy y mañana resolverán la suerte procesal de Gómez, quien fue encontrado en la escena del crimen, tras el pedido de auxilio que había salido a buscar la actual pareja de la víctima.
El debate
Para el fiscal Gustavo Morey, quedó acreditada la responsabilidad penal de Gómez en el homicidio y así insistirá frente al jurado popular que, a priori, deberán no solo escuchar los lineamientos de la acusación como la defensa, sino también al menos una docena de testigos citados para la ocasión.
Al decir de la acusación, quedó probado que Ivana Ailin Torres mantuvo un relación de noviazgo durante 9 años con Damián Alejandro Gómez, conviviendo ambos antes de finalizar la relación en el departamento sito en calle 4 de abril 517, departamento 6 por varios meses y, a partir de la finalización de esa relación de pareja, a mediados de año, Gómez ejerció sobre su expareja actos de control, dominación y hasta amenazantes, como esperar a Ailin en la vereda del domicilio, ingresar al complejo de departamentos y realizar actos hostiles arrojando piedras a la ventana de la casa de Ailin hasta romper un vidrio, enviarle al celular insistentes mensajes de texto y vos, y efectuar reiteradas comunicaciones telefónicas hostigándola, pretendiendo obligarla a reanudar la relación sentimental, llegando incluso a anunciarle el peor final.
El crimen
Así fue que el 11 de noviembre del año pasado, alrededor de las 3, aproximadamente, Gómez, continuando con sus actos hostiles hacia Ailin, ingresó sin autorización de su moradora en la vivienda sita en calle 4 de Abril 517, segundo pido, departamento 6, aguardándola en uno de los ambientes de esa unidad y con la finalidad de atacarla y ultimarla, munido de un cuchillo, cuando Ailin ingresó al baño, Gómez la inmovilizó por sus hombros, aprovechando su superioridad física, y, allí, le aplicó, un primer puntazo en el cuello, para luego aplicar un total de veinte puñaladas que impactaron en zonas vitales del cuerpo de la víctima, entre ellas cinco en zona del cuello y las restantes en tórax y abdomen, ocasionando la muerte.
Para el debate a iniciarse hoy, el fiscal ya cuenta para el mismo con un concierto de testimonios colectados en la pesquisa que oportunamente dieron cuenta, cada uno a medida del conocimiento que poseían, sobre diversas escenas hostiles que Gómez llevó a cabo sobre la víctima, fundamentalmente a partir de la culminación de la relación de pareja, como presentarse en el departamento a cualquier hora del día con intenciones de acceder; esperar el arribo de ésta al lugar, controlar los horarios de llegada y las personas con que lo hacía; ingresar al patio del complejo y desde allí arrojando una piedra hacia el vidrio de la ventana de la habitación; acosar a su víctima mediante mensajes y demás comunicaciones telefónicas exigiendo reanudar la relación de pareja, indicándole que de no hacerlo tomaría decisiones drásticas.
La defensa, en tanto, no presentó reparos sobre los testigos convocados por la acusación, y sólo agregó el entorno familiar del victimario, lo que a priori se consideran testigos de buen concepto.
Sin dudas, uno de los testimonios clave de la oportuna pesquisa y lo que se escuchará por estas horas tendrá que ver con el testigo presencial de la fatal agresión, quien por ese entonces era la actual paraje de Ailin, Nicolás Guallarello, quien oportunamente mereció incluso algunos cuestionamientos por su intervención frente a su rol como policía, asunto que no mereció ápice alguno en la instrucción judicial y más bien conjeturas mediáticas.