El fiscal aguarda por unos peritajes para elevar a juicio la causa por el trágico recital del “Indio”
El 11 de marzo de 2017 en la ciudad de Olavarría fue, hasta aquí, la última vez que Carlos “Indio” Solari actuó ante sus fanáticos. Lo hizo en el predio La Colmena que presentó un marco multitudinario de espectadores y en donde fallecieron Javier León de 42 años y Juan Francisco Bulacio de 36 años, quienes según los estudios realizados perdieron la vida asfixiados producto de las avalanchas generadas en el predio.
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Aquel luctuoso recital, en donde el propio Solari lo tuvo que interrumpir en varias ocasiones intentando bajar un mensaje a sus seguidores para que se tranquilizaran y disfrutaran de la denominada “misa ricotera”, quedó lejano en el tiempo. Sin embargo hay una causa vigente por lo sucedido que busca arribar a sus conclusiones para ser elevada a juicio oral. Instrucción que tiene como imputadas a tres personas: los hermanos tandilenses Marcos y Matías Peuscovich, junto a Gustavo Zurita.
El Eco de Tandil dialogó con el fiscal instructor del resonante expediente, David Carballo, quien brindó pormenores de la investigación que está arribando a su final.
Comenzó señalando que “la causa va avanzando luego de la declaración a los imputados. Hubo más novedades, sucede que no todo trasciende ni estamos divulgando cada paso que hacemos. En el mes de marzo llamé a prestar declaración indagatoria a los productores por considerar que de la prueba que tenemos conectada hasta el momento permite inferir y considerar que son autores penalmente responsables del delito estrago doloso. Cuando los imputo y los llamo a tomarles la indagatoria es a los efectos de notificarles esta imputación para que ellos hagan su descargo”.
Detalló que “hay dos imputaciones que hice, la principal es la de estrago doloso eventual que tiene penas más graves (va de 8 a 20 años de prisión) y hay una imputación subsidiaria que es la de estrago culposo que tiene una menor escala penal”.
Sobre el dolo eventual, explicó que “no estamos diciendo que hubo intención de provocar esas muertes, sino que lo ocurrido dentro del predio debió ser previsto por los organizadores que podía suceder, si todo se adaptaba a las medidas de seguridad necesarias para un evento de estas características”.
Contrato
Una de las cuestiones que muchos se preguntaron era por qué toda la responsabilidad recaía en los tandilenses, cuando se conoce que Solari está al tanto de cada uno de los movimientos que se produzcan en torno a la organización de sus recitales.
Carballo, al respecto, detalló que “los responsables de la organización y de la seguridad de la gente que ese día concurrió al predio eran los hermanos Peuscovich. Eso está por contrato, ya que ‘Indio’ Solari los ocupó para que organicen ese tema. Hay un contrato elevado a la causa en donde Solari deja bien en claro que se encarga de la organización musical y deslinda la responsabilidad de la organización y seguridad en los productores de la empresa En Vivo. Estos se ocuparon de todo como la subcontratación de las ambulancias, del personal de Cruz Roja, personal de seguridad que debía controlar a la gente que ingresaba realizándole el cacheo correspondiente, y no se hizo. O de controlar que la gente ingrese con entradas, cosa que tampoco se hizo. Solari envió con sus abogados un escrito y no tenemos elementos como para imputarle responsabilidad, todo recae en los productores”.
Sostuvo que “no tenemos ninguna duda en aseverar que son los responsables de lo que pasó aquél día en Olavarría, junto a Gustavo Zurita, que surge como parte de la organización. Por más que los productores en su declaración hayan pretendido deslindarlo de toda responsabilidad diciendo que Zurita no tenía ningún poder de decisión y que hacía lo que los hermanos le decían. De todas formas la responsabilidad está acreditada ya que tuvo activa participación en la contratación de servicios”.
Aseveró que “La Colmena fue habilitado por bomberos, donde se hizo un estudio previo de la capacidad y se estableció que había lugar para 155 mil personas y esa cantidad de gente es la que como máximo debería haber concurrido al recital”.
Explicó que “aunque hubiera concurrido esa gente, lo que digo es que no se adoptaron las medidas de seguridad necesarias para prever lo que pasó, como las avalanchas, no había salidas laterales, ni de emergencia, no había un pasillo central que delimitara el predio para evitar que toda la gente se aglomerara en el centro del recital, lo cual es normal porque la gente tiende a precipitarse hacia el escenario para estar cerca del artista. No había paravalanchas y estas son circunstancias que los organizadores debían prever para garantizar la seguridad de la gente que concurre al lugar”.
Números
La capacidad de espectadores fue una de las cosas que mucho se habló entre aquellos que concurrieron a La Colmena en marzo de 2017. Hubo números irrisorios y otros que se acercaron a la realidad de los asistentes a la última “misa” ofrecida.
Al respecto el fiscal indicó que “fue muy arduo tratar de conseguir ese informe. Conseguimos dos imparciales, uno que realizó el Instituto Tecnológico de Buenos Aires que decía alrededor de 225 mil personas. Y el restante de la Policía Federal Argentina que estableció una cifra de 245 mil espectadores. Independientemente que el predio estaba habilitado para 155 mil personas y las condiciones no estaban dadas ni siquiera para esa cantidad, hay un exceso en prácticamente 100 mil personas objetivamente establecidas por parte de los peritos que intervinieron”.
Descargo amplio y “endeble”
Sobre el tiempo que estuvieron los hermanos Peuscovich declarando, el fiscal señaló que “exhibieron fotografías y videos que les resulta favorables a su defensa, en donde se observaba que no había aglomeración de gente. Trataron de justificar que la cantidad de personas no eran muchas y que la desconcentración se dio en forma normal y que no hubo ningún problema. Ellos presentaron imágenes pero nosotros tenemos otras que muestran lo contrario. De todas formas tienen el derecho de hacer el descargo y por eso consumieron tantas horas la declaraciones que realizaron”.
Manifestó que “por ejemplo pusieron personal de su confianza para que diera su opinión del estudio realizado por los peritos. Los productores llegaron a la conclusión que fue mucha menos la cantidad de gente que concurrió. El descargo de ellos se basa en la propia pericia que aportaron y esgrimieron que no eran más de 200 mil personas, dando a entender que no son tantas, que no se excedieron en mucho y no es un número fuera del habitual”.
A su vez plantean algo que está en discusión como que “el predio se habilitó para 200 mil fanáticos, independiente de los informes realizados por bomberos para determinar la capacidad”.
Agregó que “los Peuscovich entienden que ese número que presentaron es razonable y que el exceso de gente no fue el causal del fallecimiento de las dos víctimas”.
En cuanto a las muertes, señalaron que “plantearon algo muy poco sólido, ya que dijeron haber tomado todas las precauciones necesarias y que si estas personas fallecieron fue porque las propias víctimas colaboraron en la producción de ese resultado porque se encontraban con alcohol o presencia de estupefacientes en sangre y eso influenció en el fallecimiento”.
Sobre el punto, el fiscal expresó que “lo declarado se contradice totalmente con el informe que hizo la doctora Mirta Mollo, una perito de Junín, donde estableció que las causas de las muertes fueron por asfixia y no que la presencia de alcohol o droga en sangre fuera el factor de las muertes”.
Endeble
Para avalar los dichos de los tandilenses, explicó que “propusieron testigos y solo queda una declaración pendiente para los próximos días. Aparte estamos al aguardo de un informe pericial médico porque las víctimas no son solo los muertos, sino que hubo mucha gente lesionada y una persona que estuvo en terapia intensiva con riesgo de vida. Hubo más personas damnificadas no solo las fallecidas. Hicieron un descargo muy amplio que a nuestro entender es bastante endeble”.
“Esto no puede quedar impune”
La calificación de estrago es porque “es un delito contra la seguridad pública, para nosotros no son víctimas solo los dos fallecidos. Lamentablemente el argumento es que si no hubiesen muerto dos personas no pasaba nada ya, que en los recitales anteriores pasó lo mismo y no sucedió nada. Hemos notado un grave problema en establecer una normativa que regule estos espectáculos al aire libre y donde concurre tanta gente”.
Indicó que “entendemos que esto se podría haber evitado si los productores hubieran invertido más dinero en la organización, la seguridad y en cuidar a todas las personas que concurrieron. Esto no puede quedar impune de ninguna manera”.
Aseguró que “tenemos elementos suficientes para solicitar la elevación de la causa a juicio y eso lo haremos en cuanto terminemos de cumplimentar las diligencias que los imputados y su abogados solicitaron que se hagan”.
Carballo por último mencionó que “lo que pretendemos es que se eleve a un juicio oral y público para que todos puedan conocer, escuchar, lo que se plantea y debatir la responsabilidad o no, que lo establecerá el tribunal que intervenga”.
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