El padre del niño herido por un disparo afirma que “pusieron un menor en la causa para zafar”
Luego de que se conociera la información acerca de que un menor de 16 años efectuó el disparo que hirió al niño de 9, el padre del pequeño que perdió el ojo desconfía de esa versión al afirmar que el adolescente no tiene nada que ver y apuntó al accionar policial. Ahora la causa pasó al Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, aunque un mayor sigue procesado por portación de arma. Raúl Giménez (h) continúa el tratamiento médico en Buenos Aires y aún debe transitar por dos cirugías más.
Raúl Giménez, padre del niño de 9 años que recibió un disparo hace 15 días en un confuso episodio registrado en una vivienda de Quintana al 2000, dialogó con El Eco de Tandil para manifestar cómo recibió las novedades de la causa.
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El hombre relató que días atrás concurrió a la fiscalía, donde procedieron a la lectura del expediente. “En ese momento me llamó la atención que aparecía un número de documento muy bajo, muy raro. Me dijeron que podía ser un menor y que no pasaba nada. Me leyeron la causa pero me aclararon que no podían hacer más que eso por el tema de la feria judicial”, aseveró Giménez.
“Pregunté si era necesario tener un abogado y me explicaron que el fiscal de la causa es quien protege a mi hijo, que no hacía falta. Y que el abogado lo que hace es lo mismo que estaba haciendo yo, tomar conocimiento del expediente y pasarme la información a mí”, prosiguió.
De acuerdo a los dichos de Raúl Giménez, él y su esposa (madre del niño herido) concurrieron el sábado a la sede judicial luego de confirmar a través de los medios que había un menor involucrado en la causa, y de ahí fueron derivados a la Comisaría Tercera.
“Nos atendió el jefe de calle y nos informó que los cuatro testigos habían dicho que eran dos mayores los involucrados”, refirió Giménez. Además, contó que les otorgaron la posibilidad de iniciar un sumario administrativo si consideraban irregular el accionar de las autoridades.
“Me pusieron un pibe en la causa que no tiene nada que ver. Es hijo de uno de los hermanos Martínez, del que efectuó el disparo. No quiero que pongan un pibe para zafar de lo que ellos hicieron, acá hay algo raro. Hay cuatro testigos, uno de ellos es el dueño de la casa, él los reconoció e intentó detenerlos, el menor nunca estuvo”, señaló.
La familia del niño que perdió un ojo se halla molesta con el hecho de que la causa haya pasado a la Justicia de menores. “Si no sos nadie pasan estas cosas. No tengo nadie que me apoye. Los que luchamos día a día no podemos con esta gente. Mañana se enojan y disparan a otra persona y queda en la nada. A mí no me dieron explicaciones, tengo que estar luchando para que mi hijo esté bien y además con ellos, con la policía, porque para mí fue un error de la policía”, declaró el hombre.
“La policía pide los datos, toma declaración de los testigos y protagonistas del hecho, ¿cómo de repente aparece el documento de un menor? Algo se te escapó como policía entonces”, finalizó Giménez.
Los hechos y sus derivaciones judiciales
El violento suceso ocurrió en un domicilio de Quintana 2045 el pasado 14 de julio y se desencadenó por la pelea entre dos familias. A modo de venganza, una de las partes disparó con una escopeta contra los vecinos que habitan en una precaria casa. Los perdigones hirieron al niño que estaba de visita, quien tras las primeras atenciones en el Hospital fue trasladado a un centro de mayor complejidad, desde donde finalmente se confirmó que la víctima, Raúl Giménez (9 años), había perdido el ojo.
Tras recibir el comparendo de testigos presenciales del confuso y violento suceso, para el fiscal Gustavo Morey fueron dos personas las que efectuaron los disparos, pero resultó el menor de 16 quien en última instancia y con la misma escopeta fue el que apuntó y gatilló desde unos 25 metros en dirección a la vivienda y cuyos perdigones ingresaron a la pequeña ventana donde asomaba el niño de 9 años, quien recibió la herida en uno de sus ojos.
Sobre la situación procesal del joven acusado, las actuaciones pasaron a la órbita de la Justicia de menores, más precisamente a la doctora María de los Angeles Marsiglio, a cargo de la fiscalía del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil. El señalado es imputable al tener 16 años, y se desprende que a priori se lo acusará de las lesiones graves ocasionadas e incluso le cabría el homicidio culposo en grado de tentativa, aunque los actores judiciales también especulan que cabría la figura del dolo eventual, tipificación no sencilla de probar.
En tanto que el mayor involucrado, padre del adolescente sindicado, sigue procesado por la Justicia de mayores pero recibió la eximición de prisión.
El estado actual del niño herido
Como consecuencia del disparo realizado a muy corta distancia, el pequeño perdió el ojo y sigue adelante con un tratamiento médico.
“El nene está bien gracias a (intendente Miguel Angel) Lunghi y a la gente de Tandil. Mañana (por hoy) lo llevamos a Buenos Aires para realizarle un control, ya que los perdigones aún continúan alojados en el ojo y deben extirpárselos”, precisó el padre del chico.
En efecto, el pequeño Raúl será tratado en un centro de alta complejidad especializado en cirugía ocular, la Fundación Zambrano de la Ciudad de Buenos Aires, una instancia fundamental para su recuperación.
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