Evoluciona favorablemente la mujer que recibió un disparo el pasado domingo
Según señalaron los profesionales que la asisten “evoluciona favorablemente”. Además detallaron que “se encuentra estable, con respiración asistida y se espera despierte del coma que ya no es inducido”. Permanece alojada en terapia intensiva del Hospital Santamarina.
El pasado domingo se registró en el interior del domicilio ubicado en calle De La Canal 205 esquina Almafuerte, un intento de femicidio que culminó con el suicidio de quien lo quiso llevar a cabo.
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Patricia De la Calle resultó ser la víctima de la locura desatada, que fue presenciada por sus dos hijos de 14 y 11 años respectivamente. La mujer, de 42 años, en su afán por frenar la ira de su pareja Carlos Alberto Benedetti (45) quiso agarrar el caño de la escopeta con la que estaba siendo apuntada, momento en que el agresor decidió gatillar ocasionándole lesiones en dos de sus dedos y además que los perdigones afectaran su rostro.
Tras escapar para buscar ayuda en el exterior, donde varios vecinos ya estaban alertados de la pelea por los gritos que se producían, recibió los primeros auxilios mientras una ambulancia iba a socorrerla junto con personal policial. Casi en el mismo instante que la gente contenía a la maltrecha mujer y a sus hijos, Benedetti decidió quitarse la vida con la misma arma que había querido darle muerte a De la Calle.
Con ese horrendo panorama se encontraron el servicio de emergencia del Hospital Ramón Santamarina que llegó al lugar en una ambulancia del SAME y la policía, trasladando de urgencia de la mujer herida al centro de salud pública y a sus hijos al Hospital de Niños ya que estaban en estado de shock luego de lo presenciado.
Mejora
De la Calle pasó por el sector de Guardia del mencionado Hospital y fue derivada de urgencia al quirófano para ser intervenida por las lesiones que presentaba en su mano y en su rostro. Tras ser operada quedó alojada en la Unidad de Terapia Intensiva para un mayor y exhaustivo control de los profesionales que en esa área desempeñan sus funciones.
El crítico panorama de salud lentamente se va revertiendo, según lo que a este Diario le confiaron fuentes médicas. Expresaron que “dentro del cuadro grave de salud, la paciente se está recuperando muy despacio. Hemos intentado comenzar con el proceso para despertarla bajándole la medicación que se le suministra, pero se pone muy tensa y suelta algunas patadas y manotazos por lo que se la volvió a sedar”.
Confiaron que “esto muchas veces da cuando una persona pasa por una situación traumática como la que vivió”.
Según el reporte médico la paciente “evoluciona favorablemente, se encuentra estable, con respiración asistida y se espera despierte del coma que ya no es inducido”.
Un barrio conmovido
De recorrida por De La Canal y Almafuerte la mayoría de los vecinos, que el domingo se acercó a colaborar ante los desesperados gritos de los menores y se encontró además con una mujer bañada en sangre y herida, coinciden que Benedetti era una persona a la que calificaban como “rara”.
Pidiendo reservas de sus nombres, le contaron a este Diario que “cada vez que estaba en la casa había discusiones siempre delante de los nenes que le tenían temor. Lo del domingo aún no podemos creerlo que haya pasado todo junto en poco tiempo”.
Otra de las personas consultadas dijo que “a mí me dan pena los chicos, es increíble que tuvieran que vivir con una persona violenta y que además hayan visto como le disparaba a su madre. Esos pequeños van a necesitar un control profesional para que esta locura no les afecte en el futuro”.
Cabe señalar lo que expresaba un familiar de la mujer damnificada que vive a pocos metros de donde ocurrió el hecho y que aseveró que siempre hubo problemas y que Benedetti le vivía pegando y De la Calle, quien hizo denuncias pero nunca le pudo poner un freno”.
“Patricia lo echaba, pero no se iba”, sostuvo el familiar que auxilió a la nena que salió gritando enloquecida por lo que acontecía en el interior del inmueble.
“Haría alrededor de tres años que estaba acá, a veces se iba porque trabajaba en el campo, pero retornaba. Siempre le pegó, era una persona sacada y terminó haciendo un desastre”.