Ingresaron, sonó la alarma, revolvieron todo pero no alcanzaron a llevarse nada
Anoche otro hecho delictivo ocurrió en Lobería 1744, lugar donde habita la familia Ventimiglia. Delincuentes ingresaron a la propiedad, tras romper de una patada la puerta del portón, y recorrieron la casa -se estima- buscando dinero que no pudieron encontrar, para darse a la fuga segundos antes de que llegara la policía y el móvil de la empresa de alarmas que monitorea la finca.
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El hecho se produjo alrededor de las 19.30, momento en que la empresa de alarmas recibió el alerta de ingreso, tanto por el portón como por la puerta de atrás de la casa. Al constatar desde la empresa que en el domicilio no había ningún integrante de la familia, mandaron su móvil y al mismo tiempo dieron aviso a la policía para que se acercara.
Gabriela Ventimiglia, propietaria de la casa, señaló que “por lo que pude ver no llegaron a robarse nada, solo me está faltando un porta documentos donde tenía guardadas tarjetas vencidas. Creo que buscaban plata, pero a esta altura del mes es poco lo que hay”.
Agregó que “aparentemente no he visto otro faltante, en el recorrido que han hecho había una tablet que no se la llevaron, quizás porque no la vieron. La casa estaba sola porque vamos y venimos casi de manera permanente, y más los chicos”.
En cuanto al accionar no solo de la policía sino de la empresa de alarmas indicó que “no tengo nada que reprochar, desde la alarma se comunicaron con nosotros de inmediato y al confirmar que no estábamos, mandaron un móvil. Cuando llamé a la policía para que se acercara hasta el domicilio, ya le habían dado aviso por lo que al llegar había dos patrulleros y la gente de la empresa de la alarma”.
Dudas
Vecinos del lugar, antes de producirse el violento ingreso en Lobería 1744, observaron a una persona joven en una moto de baja cilindrada, con las mismas características de las descriptas en horas de la mañana por una familia a la que le quisieron ingresar.
Vecinos contaron que “había una persona joven con una moto color negro, de baja cilindrada pero como si estuviera armada con distintas partes. Llevaba puesta una campera inflada y tenía un yeso en uno de sus brazos. Le dijimos a la policía que a quien describieron a la mañana, por la noche volvió a esta cuadra buscando robarle a alguien”.
Patrullaje
Los efectivos policiales de la comisaría Primera, tras recorrer la casa acompañando a sus propietarios para conocer si había algún faltante, se despidieron del lugar comentándole a su propietaria que “estuviera tranquila” porque los patrullajes por la noche en esa zona de la ciudad son frecuentes.
Además, le recomendaron que no dudara en llamarlos si veía algún movimiento sospechoso en las inmediaciones de su casa o la de algún vecino, para permitir que las diferentes cuadrículas distribuidas en la ciudad puedan actuar de manera coordinada y rápida.
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