La fiscalía cerró la causa por el abuso sexual en una plaza y pidió el sobreseimiento del menor acusado
Al tratarse de un menor de 14 años, la acusación pidió el sobreseimiento por inimputabilidad. Asimismo, los peritajes descartaron una violación. Lo que pudo existir fue un abuso simple. El menor prestó declaración.
Al cerrar la semana, la fiscalía del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil arribó a sus conclusiones en torno al delicado caso ventilado por la familia de una joven con discapacidad mental que fue abordada sexualmente por un menor de 14 años en pleno día en la plaza “Gustavo Gentile”, del barrio Falucho 22.
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Peritajes en mano, los investigadores dieron por cerrado el caso, pidiendo el sobreseimiento del menor sindicado, ya que al tener 14 años resulta inimputable. La decisión ya fue notificada a las partes, y se desprende que desde la defensa del acusado no se ofrecerán reparo alguno.
Además de ser declarado inimputable como reza el Código, la fiscalía se topó con los resultados de los peritajes oportunamente practicados a la víctima, los cuales arrojaron un resultado contrario a lo que primeramente se había considerado tras la denuncia que corrió como reguero de pólvora en las redes sociales, generando suma consternación en el entorno de la víctima como victimario, además de la vecindad en general.
Según se confirmó desde la pesquisa, el hisopado dio negativo, léase no había muestras se semen en las partes íntimas de la mujer. Asimismo, el peritaje médico no constató lesiones físicas, por lo que se descartó que en el acto sexual hubiera existido penetración. Lo poco que se constató sí son algunas pequeñas muestras por fuera de la ropa íntima que tampoco pudieron ser cotejadas con el ADN del menor señalado, ya que no prestó conformidad para la extracción de sangre a pedido de su defensa, un derecho que le asiste. En ese caso, consecuentemente, se podría hablar de un abuso sexual simple.
Asimismo, se confió que oportunamente el menor prestó declaración cuando fue citado por la fiscalía, y al ser notificado de lo que se lo estaba acusando negó los hechos. Más precisamente aludió a una relación no forzada.
Así las cosas, y sin mayores elementos de prueba para con el señalado, la investigación tuvo en cuenta que se trata de un menor de 14 años y resulta inimputable, calidad que obliga a ser declarado inimputable, con el consiguiente sobreseimiento.
El caso
A modo de recapitulación del grave suceso, cabe consignar que la mujer víctima del abuso había ido a la Plaza Gustavo Gentile con una sobrina de 10 años, que al detectar la compleja escena fue corriendo a pedir auxilio a su familia.
Inmediatamente los familiares dieron aviso a la policía y afortunadamente la unidad de emergencia del SAME no tardó en llegar. La víctima fue trasladada al Hospital Municipal Ramón Santamarina, donde fue atendida por médicos que realizaron el examen correspondiente y aplicaron el protocolo integral de sanidad para personas atacadas sexualmente.
Tras realizarle los estudios de rigor bajo el protocolo sanitario, el equipo de psicólogos visitó a la internada, quien a pesar de la consternación, pudo contar los detalles del hecho.
Con mucho dolor, indignación y bronca los familiares exigieron medidas concretas por parte de la policía ya que advierten que, “si no detienen al abusador”, otras mujeres pueden sufrir la misma tragedia que esta joven.
Al compás de la indignación social, la justicia aguardó por peritajes que permitieran avanzar en la causa que ahora arribó a su desenlace. La mujer con retraso madurativo fue contenida por profesionales de la salud dispuestos por el Servicio Local. En tanto que el menor sindicado como el autor del aquel presunto ultraje también fue entrevistado y ahora sigue bajo la guarda de sus padres adoptivos.
Como se informó acerca del joven, no cuenta con antecedentes penales dentro del régimen de minoridad, pero sí se infiere sobre una vida signada por la violencia desde su entorno familiar biológico, que mereció la intervención judicial del fuero de Familia, quien precisamente fue quien dispuso medidas de abrigo hasta llegar al régimen de adopción.
El caso ventilado disparó un sinfín de comentarios y escraches para con el menor que pasó una buena parte de su corta e intensa historia de vida en distintas casas de contención al ser sacado de aquel entorno familiar nocivo y quedó incluido en el régimen de adopción, no sin antes pasar por el centro de salud mental ante síntomas psiquiátricos que merecieron su atención.
De hecho, actualmente incluso debió dejar la escuela donde cursaba por el señalamiento que pesaba contra él, conformando así un drama de difícil cobertura y contención, a sabiendas del delicado como gravísimo perjuicio ocasionado a la víctima.
En ese contexto, se trazaron distintas acciones judiciales de parte de profesionales en minoridad para atender la problemática y contención de la víctima como del inimputable victimario.
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