Luego de negarse a declarar, quedaron detenidos los acusados por comercialización de drogas
En la jornada de ayer estaba programado que los tres involucrados en la causa que investiga la comercialización de estupefacientes declararan, tras quedar aprehendidos en la dependencia de la Policía Federal. Sin embargo, Sebastián Bonini, Marta Pérez y Gustavo Díaz se negaron a declarar por lo que el doctor Guillermo Vaticano, a cargo de la UFI 21, le pidió al juez de Garantía en turno la detención de las tres personas. Ahora, la Justicia tiene cinco días para expedirse.
Recibí las noticias en tu email
Cabe señalar que una causa penal, de acuerdo con el Código Procesal Penal de la Nación, se inicia cuando una persona presenta una denuncia o por una investigación policial. La primera etapa es la de instrucción, en la que el juez o el fiscal recolectan pruebas e investigan y es ahí donde el fiscal lo llama a indagatoria.
La indagatoria es un acto de defensa, en el que el imputado tiene que presentarse, aunque puede negarse a declarar, como ocurrió, o puede dar su versión de los hechos, y luego decidir si contesta o no a las preguntas del juez y del fiscal.
En el plazo de diez días desde la indagatoria, el juez tiene tres posibilidades: dictar el sobreseimiento, la falta de mérito o el procesamiento.
Lo detallado obedece al proceso legal que debe llevarse a cabo, donde tras una larga investigación, que se inició en enero pasado, la Policía Federal pudo desarticular una banda que se dedicaba a la comercialización de estupefacientes. Fueron en total tres allanamientos realizados en Dinamarca y Figueroa, Darragueira al 1200 y Juan B. Justo al 200, donde se pudo secuestrar en dos de los tres domicilios inspeccionados, alrededor de 35 gramos de cocaína, los que permitieron acreditar lo que se estaba investigando. Drogas fraccionadas, elementos de corte y de estiramiento, balanza de precisión, anotaciones de interés para la investigación y bolsas de nylon que se utilizan para colocar lo fraccionado y venderlo.
Además secuestraron un total de veinte celulares, tarjetas SIM nuevas y usadas, una notebook, cerca de 30 mil pesos y un vehículo marca Fiat, modelo Siena.
La investigación la llevó a cabo la UFI 21 que tiene la especialidad en estupefacientes, encabezada por el doctor Guillermo Vaticano y el secretario el ayudante fiscal Fabio Molinero.
Calabozos
La preocupación de quienes trabajaron en esta causa y que pudieron atrapar a tres personas es precisamente qué destino tendrán las mismas. En caso de dictarse la prisión preventiva los calabozos de las comisarías de Tandil están colapsados por la cantidad de detenidos.
Además el sistema penitenciario no posee un lugar en la ciudad para alojar a una mujer, por lo que es muy factible que Marta Pérez, quien entregaba la droga para ser vendida, cumpla con lo que la Justicia le depare en la misma casa donde la investigación encontró estupefacientes. Sumándole que toda la comercialización se hacía, incluso, a metros de un familiar de la imputada, que trabaja para la policía bonaerense, y que vive en la parte de atrás de la propiedad.
En cuanto a Bonini y Díaz, de dictárseles la preventiva deberían ser alojados -hacinados- en los repletos calabozos que en la actualidad presenta la comisaría Primera.
Quienes trabajaron en la causa por la comercialización de drogas, que se inició con una denuncia contra una persona y se extendió a otras al realizarse el entrecruzamiento de llamadas, deberán aguardar los próximos días para conocer cómo avanza lo investigado. Si bien los ahora detenidos están en la dependencia de la Policía Federal, dependerá del Juzgado de Garantías si sale la prisión preventiva ya que debe pedir cupos para alojarlos en el servicio penitenciario.
Este contenido no está abierto a comentarios