Maniataron y golpearon a dos mujeres durante un violento asalto en un complejo de cabañas
El hecho se registró el miércoles por la noche. Dos delincuentes armados irrumpieron desde el sector de la recepción que conecta con la vivienda en la que se encontraba una mujer mayor y su cuidadora. Redujeron a ambas y exigieron la entrega de dinero. Analizan las cámaras de seguridad de la zona para dar con los autores del atraco.
El miércoles por la noche un complejo de cabañas ubicado camino a El Centinela fue blanco del accionar de dos delincuentes que, portando armas y con sus rostros cubiertos, redujeron, maniataron y golpearon a dos mujeres, la propietaria y su cuidadora, para darse a la fuga con dinero y celulares.
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El hecho ocurrió minutos antes de las 22. Al lugar se accede por Estrada al 2600, a pocos metros de la rotonda de La Pulpería. Desde allí, una calle desemboca en el predio donde se emplaza el alojamiento.
El atraco se registró en el sector donde funciona la recepción y que conecta la casa de los dueños y sorprendió a una mujer mayor que se encuentra en silla de ruedas y a su cuidadora, que habían quedado solas una vez que terminó la actividad del complejo.
“Esperaron a que me fuera para entrar, por lo que estaban esperando”, contó la hija de la dueña, Celia Estens, que expresó su enojo ante la violencia que ejercieron sobre las víctimas.
“Actuaron con un salvajismo desmedido. La otra mujer estaba también atada, no se resistieron en ningún momento”, opinó Cristian Estens, otro de los responsables del emprendimiento.
El hecho
El asalto se produjo después de las 21.45 aproximadamente, que fue el horario en el que Celia Estens terminó la actividad y dejó a su madre a cuidado de una empleada, y presumen que el accionar se extendió durante unos 20 minutos.
Poco después, y cuando la mujer mayor ya se encontraba en la cama, la cuidadora se acercó hasta la recepción para cerrar la puerta de ingreso. En ese momento, y casi sin mediar palabra, fue sorprendida por dos encapuchados que, empuñando armas, la redujeron y la llevaron hasta la habitación.
Una vez en el lugar, ataron a la empleada con el cable del velador y le taparon la cabeza con una sábana, mientras que “a mamá le pusieron el revólver en la boca y la golpearon, en la cara y en el cuerpo”, contó a El Eco de Tandil la hija de la damnificada sobre la terrible escena que se registró en el interior de la propiedad.
Controlada la situación, los intrusos comenzaron a exigir la entrega de oro, plata, efectivo e incluso las llaves de una camioneta que se encontraba estacionada afuera.
En medio de la tensión y mientras exigían objetos de valor, la mujer mayor les alertó que el móvil que patrulla el sector estaba por volver pasar en el marco de un esquema de patrullaje previsto, y la familia estimó que esa advertencia puso en fuga a los delincuentes.
Finalmente, y sin acceder al sector donde se emplazan las cabañas, escaparon con algo de dinero y los celulares de las damnificadas. “Pedían cualquier cosa”, observó la hija de la mujer que vive en el lugar, que además especuló que los intrusos podrían haber pasado buena parte de la jornada escondidos en el predio, siguiendo todos los movimientos y esperando el momento para actuar.
Aviso a la policía
Cuando lograron liberarse, dieron aviso al casero y al sistema de emergencias 101 Mejorado, y a los pocos minutos patrulleros de la comisaría Primera se presentaron en el lugar, junto con personal de Policía Científica.
Con las actuaciones por “Robo calificado”, identificaron las cámaras privadas instaladas por ese sector de la ciudad en busca de elementos de interés que permitan dar con los autores del atraco.
Los dueños del complejo de cabañas señalaron que la apertura de otros emprendimientos generó otro movimiento por el lugar, por lo que consideraron más difícil controlar quienes transitan por el camino interno que desemboca en la propiedad.
Para finalizar, reclamaron más seguridad y presencia policial para una zona de importante movimiento turístico.