Tras el veredicto de culpabilidad del jurado popular, se condenó a 15 años de prisión al hombre que intentó matar a su pareja
En la semana que pasó, se celebró la anunciada audiencia de cesura, donde el juez Gustavo Agustín Echeverría escuchó las deliberaciones del fiscal Gustavo Morey y el defensor Diego Araujo, respecto a la pena a imponer a Néstor Omar Saldubehere, quien había sido declarado culpable en un juicio por jurados.
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Tras analizar los agravantes y atenuantes sometidos a discusión por las partes, el magistrado resolvió condenar al sentenciado a la pena de 15 años de prisión, al resultar autor penalmente responsable de los delitos de “Lesiones leves agravadas por la relación de pareja”, hecho cometido en Tandil el 27 de octubre de 2016 en perjuicio de Evangelina Esther Martínez, y “Violación de domicilio, portación ilegal de arma de fuego de uso civil, tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, por la relación de pareja preexistente y por mediar violencia de género y tentativa de homicidio agravado por el empleo de arma de fuego”, hechos cometidos el 22 de noviembre de 2016 en perjuicio de Evangelina Esther Martínez y Nancy Corrado respectivamente.
Juicio por jurados
Como oportunamente se informó en estas páginas, la sala de debate del TOC 1 fue epicentro de otra experiencia judicial. Un nuevo juicio por jurados en el que esta vez los vecinos elegidos debieron resolver sobre la culpabilidad o no de un hombre acusado de querer matar a su expareja y su exsuega, en un contexto de violencia de género.
El suceso se ganó oportunamente las planas de los medios a partir de la virulencia del caso y el testimonio en primera persona de las víctimas, Evangelina Ester Martínez y su madre Nancy Corrado, quienes fueron precisamente las que abrieron la primera jornada del debate, no sin antes escuchar los lineamientos de las partes, encarnados en el fiscal Gustavo Morey y el defensor Diego Araujo.
También el imputado resultó un “personaje” conocido, que pasó de ser héroe a villano en un par de meses. Se trató de Néstor Saldubehere (52), carnicero de profesión. Quien fue noticia cuando repelió cuchilla en mano a delincuentes que quisieron asaltarlo en su local Los Peques. Meses más tarde, intentó asesinar a su expareja y quien era su suegra.
El debate y sobre lo cual la docena de ciudadanos que conformaron el jurado popular debió resolver, versó sobre la intencionalidad homicida del señalado, quien en la noche del 22 de noviembre de 2016, irrumpió sorpresivamente en la casa de Evangelina (Pasaje Vela 2028, barrio Maggiori) con una carabina en mano. Tomó por asalto a la mujer, que se resistió, y fue defendida por su mamá Nancy, alertada de la imprevista visita por una de las nietas.
Se forcejeó por la escopeta, en medio de trompadas, sillazos y la manipulación de una cuchilla con la que el agresor terminó hiriendo a ambas mujeres. Tras ser repelido ante la férrea resistencia de madre e hija, salió de la casa con escopeta en mano y detrás de él Nancy, que como acto instintivo pensó en el riesgo de los otros menores (hija y nietos) que estaban en la casa contigua. Allí, Saldubehere no dudó en apuntar con aquella arma y disparar, al menos en tres oportunidades. Uno de los impactos zumbó el oído de la valiente mujer que logró ocultarse detrás de una columna del patio. El resto de los disparos apuntó sobre la casa, donde estaba Evangelina. Por fortuna ninguno de los proyectiles dio contra la humanidad de las mujeres. Tampoco de aquella hija de Evangelina que escuchó todo desde la habitación y sin darse cuenta había dejado la videollamada de la notebook encendida. Ese audio sería escuchado en la audiencia y conmovió hasta el más insensible.
Tras dos intensas jornadas en las que desfilaron testigos aportados por el fiscal como de la defensa, el jurado se tomó su tiempo para analizar lo que había visto y oído y resolver en consecuencia. Su fallo fue contundente. Para la mayoría (11 votos sobre la docena) Saldubehere era culpable de uno y cada uno de los delitos endilgados. Ahora, fue el turno de los profesionales, de los especialistas, para mensurar la pena a imponer. Nada más y nada menos que 15 años de prisión.
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