Concejales del PJ-FPV buscan implementar el presupuesto participativo en todos los barrios
El bloque del PJ-Frente para Victoria presentó en la sesión de ayer un proyecto de ordenanza que impulsa la aplicación progresiva del presupuesto participativo en el Municipio. La iniciativa propone extender la herramienta que hoy utilizan las localidades de María Ignacia y Gardey a otras trece zonas de la ciudad, donde los vecinos tendrían la posibilidad de decidir las prioridades de sus barrios a partir de una normativa.
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Los objetivos expuestos en el proyecto son lograr que los vecinos se sientan comprometidos con los destinos de la ciudad; aportar un instrumento de control y planificación de la administración municipal; motivar la participación ciudadana en las tareas de gobierno de la ciudad; consolidar un espacio institucional de participación y mejorar la disposición para cumplir con las normas tributarias.
El proyecto, que tomó estado legislativo y se debatirá en comisiones, establece que podrán participar del proceso y las instancias consultivas los ciudadanos y organizaciones sociales, organismos e instituciones públicas y privadas que habitan o actúan en el distrito donde se aplicará el presupuesto participativo.
Por otra parte, promueve la creación de una dirección, bajo la órbita del Departamento Ejecutivo, que se encargue de la coordinación técnica y planificación anual para el proceso de decisión y ejecución del presupuesto participativo. Y manifiesta que la dependencia podrá firmar un convenio con la Unicén para recibir asesoramiento.
La implementación
En cuanto a los detalles para la aplicación de esta herramienta, proponen que los debates se desarrollen entre el 15 de marzo y el 31 de julio de cada año, mientras que entre el 1 de agosto y el 30 de septiembre el Ejecutivo trabajaría en la ordenanza anual del presupuesto participativo, incorporando las prioridades establecidas por los vecinos.
Además, señala que el Presupuesto de Gastos y Recursos de la administración central deberá discriminar en un inciso específico denominado “Presupuesto Participativo” el detalle de las obras y las inversiones en cada zona.
En relación a las partidas, indica que deberán ser iguales o mayores a las previstas para el ejercicio inmediato anterior, afectado por el coeficiente del aumento del presupuesto global de ingresos y egresos del Municipio.
Por otro lado, dispone quince zonas, trece en el casco urbano más María Ignacia y Gardey. La división alcanza a todos los barrios de la ciudad, aunque evidencia diferencias en relación a la cantidad de manzanas y de habitantes que las habitan. Por esa razón, contempla una distribución presupuestaria equitativa a partir de un agrupamiento de las zonas y teniendo en cuenta el número de vecinos, además del acceso a servicios públicos e infraestructura sociocomunitaria.
La participación
En relación a la selección de las obras, cada zona deberá formar una asamblea barrial y sesionarán en un plenario (informativos) y cuatro asambleas (decisorias). Además deberán designar un consejo de presupuesto participativo integrado por dos titulares y un suplente, a cargo de participar en la definición de los proyectos y oficiarán de nexo con el Ejecutivo, además monitorearán la ejecución de las obras, entre otras acciones.
Por otro lado, contemplaron el desarrollo de campañas de información y concientización ciudadana, como así también las directrices para la conformación de las asambleas barriales, en las que podrán intervenir personas mayores de 18 años con dos años de residencia en la zona correspondiente a cada una.
Entre las funciones de las asambleas barriales, deberán elaborar un documento colectivo de diagnóstico sobre los problemas priorizados que será elevado a la dirección a cargo del presupuesto participativo.
Sumado a eso, la iniciativa determina el proceso de votación y establece que “las decisiones adoptadas en mérito a la metodología descripta para el presupuesto participativo serán de ejecución obligatoria para el Municipio, sobre el resto de las partidas presupuestarias podrá formular opinión sobre la que se tomará conocimiento. Asimismo, dicha dirección deberá dar a publicidad de los vecinos el movimiento que posea el expediente de los proyectos aprobados”.
Por último, contempla una disposición transitoria que refiere a la aplicación progresiva del presupuesto participativo, que contempla un cronograma para avanzar en las distintas zonas hasta alcanzar las 15 en un plazo de cinco años.
Los argumentos
Los legisladores del Frente para la Victoria señalaron que el presupuesto participativo “es una herramienta de participación popular que combina la democracia representativa (indirecta) con la democracia participativa (directa) y citaron al sociólogo Boaventura de Sousa Santos, quien lo definió como “una forma de gobierno público que intenta romper con la tradición autoritaria y paternalista de las políticas públicas, recurriendo a la participación de la población en diferentes etapas de la preparación e implementación presupuestaria, con un énfasis especial en la definición de prioridades para la distribución de los recursos de inversión”.
Además, reseñaron que en el país, la herramienta cobró relevancia tras el estallido económico, político y social de 2001, en el marco de una profunda crisis de representación. En los años sucesivos, se comenzaron a aplicar en diferentes distritos y hoy está vigente en 33 municipios. “La importancia poblacional de tales territorios queda demostrada por el hecho de que en 2010 uno de cada cuatro habitantes de la Argentina vive en un municipio con presupuesto participativo, totalizando más de ocho millones de personas”, informaron.
Por otro lado, fundamentaron que “si bien los procesos presupuestarios suelen ser cerrados a la participación amplia y complejos desde lo técnico, es posible generar formas en las cuales la ciudadanía pueda influir en el proceso, de manera de poder ejercer un control que mejore la rendición de cuentas a la comunidad; e influir en la distribución de los recursos en la sociedad a través de una mejor y más eficiente asignación del gasto público, definiendo las prioridades, en busca del desarrollo”.
Como una de las ventajas de la puesta en práctica, consignaron que estimuló la participación ciudadana y elevó la calidad de la representación, en tanto contribuye a la construcción de una ciudadanía más activa y responsable.
Desde la normativa, citaron el Decreto 3333/2005 del Gobierno de la provincia de Buenos Aires que creó el Programa Provincial para la Implementación Progresiva del Presupuesto Participativo, “a los efectos de contemplar la colaboración del Poder Ejecutivo Provincial con los municipios en la formulación de las pautas y los manuales de implementación del proceso de presupuesto participativo, la capacitación y entrenamiento del personal municipal involucrado, la difusión del programa entre las organizaciones civiles y todas aquellas acciones convenientes para el mejor desarrollo del mismo”.
Además, el decreto fija una guía para la puesta en marcha en las comunas y establece que cada distrito deberá sancionar una ordenanza que regule el proceso de formulación del presupuesto participativo, conforme a las materias (obras y proyectos) que contempla la Ley Orgánica de las Municipalidades.
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